domingo, 22 de septiembre de 2013

LOS CUATRO HECHOS MÁS REPULSIVOS DE UN GOBERNANTE. El CASO DE ACAB Y LA VIÑA DE NABOT

Se trata del despojo de una propiedad en nombre de la ley, el de Nabot por parte de Acab, rey de Israel. Una tremenda injusticia por la manera en que lo hizo. Lo leemos en la Biblia, en 1 Reyes capítulo 21
  • (Vs 2) “Dame tu viña para que me sirva como huerto de verduras… y yo te daré por ella otra viña mejor que ésta… o te pagaré su precio en dinero”.


El negocio que el rey Acab propone a Nabot a simple vista parece bueno. Una venta o un intercambio de bienes en que ambas partes ganan no es nada malo.  Por un lado el rey tendría su huerto de verduras y Nabot una viña mejor. No se trataba de un juego de suma cero.

Por otro lado, ¿por qué no aceptar la propuesta si venía del rey? Pero vemos que Nabot luego de considerarlo decidió no acceder la propuesta.
  • (vs 4) dice que el rey “…se fue a su palacio enojado y triste. Después se acostó en su cama mirando hacia la pared y no quiso comer”.

Aquí entra en escena Jezabel, la esposa reina o  primera dama como lo diríamos hoy quién era en realidad el poder detrás del trono. Acab era un hombre débil de personalidad y Jezabel lo manejaba. Luego que su esposo le contara de manera tergiversaba la respuesta de Nabot, esta le asegura:
  • (vs 7) “¿Acaso no eres tú el que manda en Israel? Levántate, come y alégrate. Yo te voy a conseguir la plantación de Nabot”.

En esta historia bíblica vemos los cuatro hechos más repulsivos de un gobernante y son:


1. No respetar el derecho a la libertad de elegir

Nabot estaba en su derecho libre de elegir y  usando de su derecho decidió conservar su viña como herencia familiar tal como constaba en el libro de la ley, Levítico 25:23-28.  Pero esta decisión no le fue respetada.

Jezabel instigando a Acab le dijo: “¿Acaso no eres tú el que manda en Israel?...”. Matthew Henry, comentarista bíblico parafrasea este versículo:

«Tú eres el que mandas en Israel, y ¿se atreverá algún súbdito tuyo a negarte algo que le pidas? Si no sabes cómo llevar la dignidad de un rey, déjame a mí el asunto, permíteme usar tu nombre y yo te daré la viña de Nabot de Jezreel; esté bien o esté mal, será tuya pronto y sin costarte nada».

Teachout Brian M también hace el siguiente comentario: “La perversa reina le dio a entender que si su padre, el rey de Tiro tomaba lo que quería sin sujetarse a la ley, ¿por qué no hacía él lo mismo?”.


2. No tener la ley como regla

El hecho de que un gobernante tome lo que quiera  de sus ciudadanos no teniendo la ley como regla sino su voluntad propia lo califica como un tirano.  

John Locke escribió: “Se debe, pues, considerar tirano a todo gobernador, o como quiera que se titule, que no tiene la ley como regla sino su voluntad propia y cuyos mandamientos y actos no están dirigidos hacia la preservación de las propiedades de su pueblo sino hacia la satisfacción de su propia ambición, de sus venganzas personales, de su codicia o de alguna otra pasión semejante”.


3. Violar los derechos fundamentales de la persona humana

La principal función del gobierno como institución social tal como lo aprendemos de Adam Smith, John Locke y la escuela llamada liberal, y lo afirma también Luís Pazos en su tesis sobre la función sobre el estado, es la de “dirimir las controversias que surgen entre quienes viven en sociedad, para evitar que mediante la violencia cada miembro reivindique sus derechos que a su juicio ha sido violado por otros”

El gobierno tiene el monopolio de la violencia o fuerza para garantizar y proteger los tres derechos fundamentales de la persona humana: la vida, la propiedad y la libertad, derechos que la reina Jezabel terminó por violar en perjuicio de Nabot.

Jezabel no deseó únicamente la viña, ella tramó la muerte de Nabot.  Le hubiera bastado un par de testigos falsos que jurasen sobre documentos falsos que la viña no le pertenecía a Nabot, pero tal acción no era suficiente, sino que habría de darle también muerte al dueño de la viña.
  • (vs 8-9) “Así que Jezabel escribió cartas de parte de Ahab y les puso el sello del rey. Después se las envió a los líderes del pueblo y a los jefes que vivían en la misma ciudad que Nabot. En las cartas les decía: «Ordénenle al pueblo que se ponga a ayunar. Luego llamen a reunión, y hagan sentar a Nabot delante de todos. También hagan sentar delante de él a dos testigos falsos que mientan diciendo que Nabot maldijo a Dios y al rey. Entonces saquen afuera a Nabot y mátenlo a pedradas»


4. Cometer injusticia en nombre de la ley

Qué ordenes tan perversas como las que dio Jezabel a los magistrados de Jezreel, haciendo uso del nombre y el sello del rey con lo que les manda, por principio de lealtad a la corona, dar muerte a Nabot. Y qué magistrados,  hombres sin honor ni vergüenza al obedecer tales órdenes.

Matthew Henry nos vuelve a comentar que la sentencia a Nabot habría sido ejecutada bajo dos modalidades:

(a) Bajo pretexto religioso: «Proclamad ayuno». Como si dijese: «Haced como si hubiese entre vosotros algún gran ofensor sin descubrir, por cuya causa Dios está enojado con vuestra ciudad, y haced que las sospechas recaigan sobre Nabot, probablemente porque él no se une a sus vecinos en el culto».

(b) Y bajo pretexto de justicia y con todas las formalidades de un proceso legal. El crimen del que le han de acusar es que «ha maldecido a Dios y al rey», esto es, una blasfemia doble.

Esto es lo que quiero señalar,  que los líderes gobernantes  se prestaron para ocultar una farsa, y en nombre de la ley cometer una grave injusticia.

Pero la Justicia divina no tardó en llegar

Dios encomendó  al profeta Elías un mensaje para el rey y la reina:
  • (vs 17-19) Entonces Dios le dijo al profeta Elías: «Ve a Samaria y busca a Ahab, el rey de Israel. Él fue a adueñarse del viñedo de Nabot. Debes decirle que va a morir, pues mató a Nabot y se adueñó de su viñedo. Los perros van a lamer su sangre en el mismo lugar en que lamieron la de Nabot», (vs. 17-19)

Qué terrible sentencia para Acab, no le iba a alcanzar el tiempo para gozar del fruto de su codicia. Y de Jezabel  el profeta dice:
  • (vs 23) “Los perros se comerán a Jezabel en los campos de Jezreel”.  

Acab y Jezabel  fueron condenados  por la justicia divina de desobedecer los mandamientos de la ley de:
  • No codiciar la propiedad del prójimo
  • No matar
  • No robar  y
  • No dar falso testimonio

Hechos condenables en gobernantes tiraros de este mundo.


Jorge Arévalo
Sección: La Creación de la Humanidad
Catalogado en: Hechos condenables de un gobernante

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