lunes, 31 de diciembre de 2012

Guía de oración de fin de año



Gracias Señor por el año que pasó. Agradezco tu fidelidad por sobre todo. No ha sido un año solo de rosas, hubo espinas, pero en general ha sido un buen año de aprendizajes, logros, y cambios. Por tu fidelidad me has sostenido, provisto y protegido. Termino el año tomado de tu mano, con la confianza puesta en ti, y sirviendo en tu obra. 

Gracias Dios y Padre por darme a conocer un poco más de ti. Es una grande bendición que no me hayas ocultado tu amor, gracia y misericordia. Entro a un nuevo año completamente fortalecido conociendo que tú eres fiel por sobre todas las cosas y que guardas tu pacto. Quiero decirte papito Dios que te amo y te adoro.

Mi Salvador y Señor Jesús te agradezco, te ruego me dejes besar tus pies y enjugarlo con mis lágrimas porque no conozco a nadie como tú, eres Admirable, Consejero, Dios fuerte  y Príncipe de Paz. Te amo y te alabo.

Espíritu Santo, gracias por siempre levantarme, guiarme en medio de todas las  pruebas y darme tu fiel presencia. Gracias Espíritu de Dios, bandera de mi victoria, te amo y te bendigo. 


Mis promesas para el 2013

Prometo amarte más, ser mejor hijo, y obedecerte en todo.
Prometo cuidar más mi familia, guardando la santidad de mi matrimonio, e instruyendo mis hijos con la verdad.
Prometo ser más atento con la iglesia que amas, teniendo en mis manos todo el tiempo aceite y vino para ungir sus heridos y vendar sus corazones.
Prometo ser luz y sal para mi comunidad guiando al perdido, sanando sus enfermos y liberando sus cautivos.
Prometo orar más por toda autoridad para que gobiernen en sabiduría.


Mis metas:

En lo intelectual, avanzar en estudios de especialización. Quiero ser competente en mi área de vocación.
En lo físico, hacer ejercicios, practicar un deporte, comer sano, y no tener vicio.
En lo espiritual, tomar tiempo para leer mi Biblia, aprender de ella y poner en práctica sus enseñanzas.
En lo económico, crear mi propia riqueza poniendo en marcha toda idea de negocio.
En cuanto a mi liderazgo, crecer en influencia, siendo parte de soluciones en mi comunidad.
Gracias Señor, tu eres mi ayuda en todas las cosas.


La palabra a que me aferro:

Mayor es el que está en mí que el que está en el mundo, 1 Juan 4:4
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, Filipenses 4:13
Más son los que están conmigo que los que son ellos, 2 Reyes 6:16
Soy más que vencedor por medio de Cristo, Romanos 8:37
Yo estoy lejos de la opresión y el temor no se acercará a mí, Isaías 54.14
Dios no me ha dado espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio, 1 Timoteo 1:7
Mi Dios pues, suplirá todo lo que me falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús, Filipenses 4.17
Soy sano por las llagas de Jesús, 1 Pedro 2.24
Yo soy perdonado de todos mis pecados, y redimido por su sangre, Efesios 1.7
Soy redimido d toda maldición de pecado, enfermedad y pobreza, Gálatas 3.13
Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí, Gálatas 2.20

Feliz y bendecido año 2013

Jorge Arévalo
Sección: La iglesia del Nuevo Testamento
Catalogado en: ORACIÓN DE FIN DE AÑO

domingo, 30 de diciembre de 2012

La ley de la verdadera grandeza



Jesús les dijo: «Entre los paganos, los reyes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y a los jefes se les da el título de benefactores. Pero ustedes no deben ser así. Al contrario, el más importante entre ustedes tiene que hacerse como el más joven, y el que manda tiene que hacerse como el que sirve, Lucas 22:25-26 (DHH).

Jesús enseñó que grandeza no equivale a tiranía. Muchos han equivocado el concepto. Creen ser grandes por sentarse a la mesa con súbditos sirviéndoles la comida y lavándoles los pies. 

Conozco gente en liderazgo de su organización que abusan del poder y son crueles con su gente, no les dejan hacer nada sin su permiso.  En el libro de Génesis vemos que Dios le concedió al hombre dominio sobre su creación pero este dominio no incluye sus semejantes sino sólo los recursos naturales como los animales, vegetales y minerales, para que lo transformen y  les sirva en la satisfacción de sus necesidades. 

El hombre que quiere ser grande  debe velar  por la vida, libertad y la búsqueda de la felicidad de su prójimo. Jesús nos mostró dos maneras de lograrlo según leemos en este pasaje:
1    
          1. A través de la humildad

  • «Pero ustedes no deberán ser como ellos. El más importante entre ustedes debe ser como el menos importante de todos…» vs 27ª (TLA)

Se requiere humildad para hacerse el menos importante de todos y servir a tu inferior. La arrogancia no te permite esto. Benjamín Franklin dijo: Ser humilde con los superiores es un deber; con los iguales una cortesía; con los inferiores, nobleza».

La humildad es la mejor prueba de que un hombre es verdaderamente grande. Por tal razón,  el apóstol Pablo enseñó:  «Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo», Filipenses 2: 3

El principio de la humildad no da lugar a tiranía sobre los demás. La humildad no es debilidad, sino fortaleza utilizada en el servicio.   

2. A través del servicio
 
  • «…y el jefe de todos debe servir a los demás», vs 27b (TLA)

El servicio es amor en ropa de faena. Jesús dijo: «Pues ¿quién es más importante, el que se sienta a la mesa a comer o el que sirve? ¿Acaso no lo es el que se sienta a la mesa? En cambio yo estoy entre ustedes como el que sirve».

Jesús nos enseñó con el ejemplo que la verdadera grandeza de un hombre está en servir a los demás. Siempre oigo a mi suegro hablar un refrán: «El que no vive para servir no sirve para vivir».

El servicio humilde a los demás es la ley de la verdadera grandeza. 


Jorge Arévalo

Sección: La iglesia del Nuevo Testamento
Catalogado en: LA LEY DE LA GRANDEZA

sábado, 29 de diciembre de 2012

El poder de la Unidad



Lucas 11: 17 «Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae»

La unidad es una ley del reino de Dios. La división es un principio diabólico. Alguien dijo: Dios suma y multiplica, satanás resta y divide.

La división en un reino o una familia sólo provoca su caída y asolamiento.  Una de las máximas más famosas de Nicolás Maquiavelo (1469- 1527, filósofo italiano), es: «divide y reinarás», donde él sugiere que la mejor manera de conquistar el poder es sembrar intriga entre quienes gobiernan para luego lograr que se dividan.

Donde no hay  unidad el mejor de los proyectos fracasa,  donde no hay unidad ningún plan puede prosperar.

       
      1. La unidad es una fuerza muy poderosa.

Nada es imposible para un pueblo unido. Eclesiastés dice: «más valen dos que uno», porque sacan más provecho de lo que hacen. Además, si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. Pero ¡pobre del que cae y no tiene quien lo ayude a levantarse!, 4: 9-10

Jesús lo demostró cuando levantó un equipo unido de 12 apóstoles (a excepción de Judas),  que transformaron el mundo en ese entonces.

En la construcción de la torre de Babel,  el Señor ratificó este principio: «He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer», Génesis 11: 5.  Lo que el Señor dijo fue que no hay nada imposible para un grupo en unidad. 


2. Se debe cuidar la motivación del corazón

En el caso de los hombres de Babel no tenían una buena motivación para su proyecto. La intención era de rebelarse contra el mandato de Dios. El Señor había ordenado a todos los hombres en ese entonces que poblaran la tierra, pero los de babel estaban en contra de este mandato. Ellos querían sólo poder y fama. Dios descendió y confundió su lengua esparciéndolos por sobre la faz de la tierra.

El afán de poder, fama o lucro nunca debe ser la motivación para la ejecución de un proyecto importante. Jesús enseñó que si quieres ser la persona (u organización), más importante puedes alcanzarlo, pero deberás mantener tus motivaciones sanas. En Lucas 9:47 Jesús dice: “Porque el más humilde de todos es el más importante”.


3. En la unidad está la bendición de Dios

Salmos 133:1-3 habla de la unidad entre los hermanos, dice así:

  • “¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía! Es tan agradable ver esto como oler el buen perfume de los sacerdotes, perfume que corre de la cabeza a los pies. Es tan agradable como la lluvia del norte que cae en el monte Hermón y corre a Jerusalén, en el sur. A quienes viven así, Dios los bendice con una larga vida” (TLA)

Que hermoso se ve una familia unida, es una bendición en la comunidad. Lo mismo se puede decir de una iglesia, organización, escuela, municipio, etc. Cuando hay unidad se siente en el ambiente, en la atmósfera. La gente que visita un lugar así no quiere salir de ella. Se quiere quedar más tiempo, porque siente que se fortalece, siente que se llena de paz. Un lugar así cuenta con la bendición de Dios.


Jorge Arévalo

Sección: La iglesia del Nuevo Testamento
Catalogado en: LA LEY DE LA UNIDAD

viernes, 28 de diciembre de 2012

Las tres llaves de la perseverancia



Texto: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá»

Jesús está enseñando en este pasaje sobre la ley de la perseverancia. Perseverancia en la oración a Dios y perseverancia como principio de vida que nos sirve para recibir, hallar y abrir puertas de bendición para nuestras vidas.

Jesús no dijo: Pide una vez y para, busca una vez y detente, llama una vez y suspende. Jesús fue claro y dijo:  insiste en pedir, persevera en buscar, persiste en llamar hasta que la puerta se abra. 

La ley de la perseverancia no está dada para gente de mentalidad perdedora, temerosa y vacilante, sino para gente esforzada y valiente, para aquellos que están decididos a alcanzar victorias en la vida, obtener grandes metas y llegar a ser triunfadores en el mundo. A continuación las tres llaves de la perseverancia:
      
      1. Seguir pidiendo
  •  «Sigue pidiendo y recibirás lo que pides…», Mateo 7: 7a(NTV).
Normalmente nada obtenemos en la vida con sólo pedir una vez. Marcos 10.47-49, nos dice del ciego Bartimeo, que  oyó pasar a Jesús por el camino y comenzó a dar voces pidiendo misericordia para recobrar la vista. En este pasaje dice que recibió lo que pidió.

A Cristóbal Colón cientos de  veces le dijeron «NO» a su petición de ayuda. Pero nunca se desalentó. La gente se reía de él, algunos le tenían lástima porque iba de un sitio a otro pidiendo ayuda económica para su viaje. Pero él fue perseverante hasta que recibió lo que pedía.
  • «La peor derrota de una persona es cuando pierde su entusiasmo», H.W. Arnold
  • “Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir”, Jeremías 33:3

2. Seguir buscando
  • «…sigue buscando y encontrarás», Mateo 7:7b
Jacob el engañador luchó toda la noche con un ángel buscando su bendición: «No te soltaré si antes no me bendices». Y  consiguió lo que buscaba, se convirtió en Israel, (Príncipe con Dios).  El ángel le preguntó: «¿Cómo te llamas?», «Jacob», respondió. El añadió: «En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido», Génesis 33:22-29

Abraham Lincoln (1809 – 1865), el hombre que tuvo mil caídas,  pero que de cada una de ellas se levantó y prosiguió adelante perseverando. Lincoln fracasó en los negocios, cayó en bancarrota, fue derrotado para la Legislatura de 1832, fue vencido en las elecciones de 1836 y en las parlamentarias de 1843, 1846, 1848 y 1855. Se postuló sin éxito en su aspiración a la Vicepresidencia en 1856, y en 1858 fue derrotado en las elecciones para el Senado.

En 1860 cuando se postuló para Presidente, un periodista le pregunto: ¨ ¿Señor Lincoln, usted no se cansa de fracasar? Usted ha perdido más de 10 elecciones, ¿Qué le hace pensar que usted puede ganar esta elecciones? El señor Lincoln le contestó pausadamente: ´´Para mí esos reveces electorales no han sido fracasos, han sido resultados no deseados. Yo estoy llamado por Dios a conseguir la igualdad del hombre por eso voy a ganar esta elección y voy a cambiar esta nación”. Su perseverancia le dio el premio, en ese mismo año fue elegido Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

El secreto del éxito es vivir la ley de la perseverancia.
  • "No son los golpes ni las caídas las que hacen fracasar al hombre; sino su falta de voluntad para levantarse y seguir adelante.«, Anónimo
  • “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma”, Deuteronomio 4:29

3.       Seguir llamando
  • «…sigue llamando, y la puerta se te abrirá», Mateo 7:7c
Las mejores cosas de la vida la obtienen aquellos que han adquirido el hábito de seguir luchando ante la adversidad, los que no se han dejado vencer ni se permitieron perder su fe.

El profeta Elías tenía carácter para perseverar. En una ocasión, luego de derrotar a los profetas de Baal en el monte Carmelo, oró por que terminara la sequía de 3 años y medio que había venido sobre la tierra. Fue tan perseverante en su oración, persistió siete veces en llamar a Dios que abriera los cielos para su pueblo. A la séptima los cielos se abrieron, 1 Reyes 11: 41-46.

Thomas Alba Edison (1847- 1931), explotó más de 5 mil bombillos, para desarrollar la primera bombilla, hasta que la puerta del éxito se le abrió.  Si se hubiera rendido en la 4,999, no hubiera alcanzado la meta. 

La perseverancia significa no desanimarse, las montañas se moverán y las puertas se le abrirán a los perseverantes.
  • "Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, creándolas si no las encuentra», George Bernard
  • “¡Alegres son los que me escuchan,  y están atentos a mis puertas día tras día, y me esperan afuera de mi casa!”, Proverbios 8:34 (NTV)

Jorge Arévalo
Sección: La iglesia del Nuevo Testamento
Catalogado en: LA LEY DE LA PERSEVERANCIA

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  Descubrí claramente el poder de la palabra cuando el texto bíblico de Hebreos 4: 12 llamó mi atención acerca de sus efectos. Literalmente ...