lunes, 4 de mayo de 2020

LIDERANDO EN TIEMPOS DIFÍCILES



En mi propia experiencia de liderazgo de más de 30 años, repartidos en la pastoral juvenil de mi iglesia, en actividades como Presidente de la Asociación Desarrollo Juvenil y Prevención de la Violencia, en la dirección de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de Lima y en puestos gerenciales de confianza en la función pública en las que me he desempeñado, he tenido que lidiar con personas de diferentes temperamentos y modos de ver las situaciones de crisis y estas vivencias me llevan a recomendar ahora la aplicación de ciertos principios para liderar con éxito en los tiempos difíciles.


¿Cómo liderar en tiempos difíciles?

Si usted es un empresario con personal a su cargo, un tutor con estudiantes, un pastor o sacerdote, un gerente o político, entonces necesita evaluar las formas en la que está ejerciendo el liderazgo, fortalecer las partes débiles de su temperamento y liderar en un nuevo nivel.  

Un salto positivo en su liderazgo le convertirá en una mayor bendición para sus dirigidos, le dará una mejor reputación y de lejos tendrá un liderazgo que marcará la diferencia ante los demás.

Si por alguna razón usted está pasando tiempos difíciles y de conflictos con los miembros de su equipo o agentes externos involucrados en las actividades que hace, necesita repasar los principios de sabiduría de los grandes para salir victorioso de las circunstancias. Principios como la empatía, el trabajo de equipo, la honestidad, el desarrollo de estrategias y otros.

John Maxwell en su manual “Un millón de líderes” nos señala las fuentes más comunes de donde proceden los conflictos y dificultades que podríamos tener con las personas de nuestro entorno y que generalmente son las siguientes:

·         Choques de personalidad y de relaciones
·         Expectativas no logradas y no habladas
·         Asuntos de identidad e inseguridad
·         Conflictos sin resolver de heridas pasadas
·         Actitudes independientes y perspectivas rígidas.

Un líder es  un “negociador de esperanzas” decía Napoleón Bonaparte.

“Un líder sobresaliente es el que sale de su camino para potenciar la autoestima de su personal, hace que las personas crean en sí mismas, y logra que estos hagan maravillas”, lo dijo Sam Walton, fundador de los Walmart.

A principios de los años 60, Tom Watson era el presidente de IBM y un día se enteró que uno de sus ejecutivos había cometido un error que le había costado a la empresa 2 millones de dólares. Watson le preguntó al ejecutivo: “¿Sabe por qué lo he llamado a mi oficina?”. “Supongo que me va a despedir”, dijo el ejecutivo con una voz de decepción. “¡¿Despedirlo a usted?!” preguntó Watson. “No, definitivamente no lo voy a despedir. Yo acabo de invertir 2 millones en su educación y me aseguraré que un hombre con tanta experiencia como la suya siga trabajando para nuestra empresa.”

Esta forma de liderazgo es la que quiero resaltar en mis escritos y conferencias. Es la forma de liderazgo que nunca pierde sino que gana y va madurando con los conflictos personales de las personas de su entorno sacando provecho de los errores cometidos en la función. 

Es un tipo de liderazgo sabio que levanta a las personas  y no las derriba, que las forma y que las potencia. Es un liderazgo humano que ayuda a sus dirigidos a salir adelante en los momentos de crisis y hace que la organización supere todas sus dificultades.

Es el tipo de liderazgo que espera por usted.


Jorge Arevalo
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