sábado, 16 de marzo de 2019

FIGURAS DE SIGNIFICADO O PENSAMIENTO



1.       HIPÉRBOLE
“Por tu amor me duele el aire… el corazón y el sombrero”
Federico García Lorca

La hipérbole es la exageración de un hecho

Otros ejemplos:
“No hay extensión  más grande que mi herida”
Miguel Hernández


“Tiene un corazón que no le cabe en el pecho”
“Nueva York es la ciudad que nunca duerme”
“Juan tiene hambre de lobo”
“Te lo he dicho un millón de veces”

2.      SÍMIL
“Como un globo morado aparecía la hermosa luna”
Antonio Machado

El símil consiste en comparar dos términos utilizando las palabras “como” o “parece”

Otros ejemplos:
“Mariposa de ensueño, te pareces a mi alma”
“Fría como un témpano”
“Hace tanto calor que parece el infierno”
“Su piel era tan blanca como la nieve”

3.      PERSONIFICACIÓN O PROSOPOPEYA
“La luna estaba triste
Los vientos soplaban enfurecidos”

La personificación toma a los objetos como si se tratara de personas. Atribuye cualidades humanas a objetos o animales. En este verso se nombra a la luna como si se tratara de una persona triste o los vientos, con un carácter enfurecido. 
Otros ejemplos: 
“Oh pasión de mi vida, poesía
Desnuda, mía para siempre”
Juan Ramón Jiménez

“La mañana bostezó y se calzó las chinelas azules”
“Las luciérnagas nos mostrarán el camino”
“El viejo sauce gime de tristeza, los niños ya no juegan a su sombra”
“Y dijo el pato: ¿A qué animal dio el cielo tantos dones, que si de nadar me canso, si se me antoja, vuelo”


4.      CONTRASTE O ANTÍTESIS
“Es tan corto el amor 
Y tan largo el olvido”
Pablo Neruda

El contraste es la oposición de dos ideas empleando palabras antónimas o frases de significado opuesto. Neruda opone en este verso al amor y el olvido. 
Otros ejemplos:
“Si eres muerte, ¿Por qué me das la vida?”
Manuel Gonzales Prada

“Me esfuerzo por olvidarte
Y sin querer te recuerdo”

“Eres como la Rosa de Alejandría
Que se abre de noche
Y se cierra de día”

“Dadme libertad o dadme muerte”


5.      METONIMIA
“Es un pincel extraordinario”
La metonimia consiste en reemplazar una palabra por otra que tenga una relación de causa-  efecto, o parte- todo, continente - contenido. En este ejemplo se toma una persona por el instrumento que lo caracteriza. 
Otros ejemplos:
“Leí a Kafka”

En este otro ejemplo se remplaza una obra por el nombre del autor.

“La casa blanca ya hizo declaraciones al respecto”
“Aunque parezca muy antiguo, a mí me gusta leer a Shakespeare”
“París y Berlín toman las decisiones más importantes sobre el Euro”
“La mejor pluma de la literatura Universal es Cervantes”


6.      EPITETO
“Hasta que aquella eterna noche oscura”
Garcilaso de la Vega

“Blanco tu ardiente fuego y frio hielo”
Fernando de Herrera

El epíteto consiste en complementar un sustantivo con un adjetivo que nos indica la cualidad característica o propia de un objeto. Este adjetivo es usualmente  “innecesario”, como cuando se dice como en estos versos: “noche oscura”, o “nieve blanca” o “cielo azul”.

También está el epíteto para caracterizar algo, como el caso de la Iliada al nombrar a Aquiles:
“Aquiles, el de los pies ligeros”
(Homero, la Iliada)

Otros ejemplos:

“La sangre roja se esparcía por el piso”
“La fría nieve me entumecía”
“La dulce miel de tus labios”
“La hierba verde cubría el jardín”


7.      METAFORA
“Las perlas que adornan tu boca”
En este ejemplo, la palabra perlas alude a los dientes, Esto se conoce como el reemplazo.  La metáfora viene a ser cuando una palabra se expresa por medio de otra con la que guarda cierta relación de semejanza.
Existen dos formas cómo se presentan las metáforas, la primera mediante el reemplazo y en la segunda se compara palabras unidas por el verbo “ser”.  En este ejemplo se reemplaza la palabra “dientes” por “perlas”. Pero veamos otros ejemplos: 
“Nuestras vidas son los ríos”
(Jorge Manrique)

En este verso se utiliza el verbo ser para mostrar la semejanza de la vida con los ríos. 

“Rebaños de autobuses” 
Guillaume Apollinaire

En este otro caso la palabra rebaños alude a extensa cantidad. Aquí se reemplaza multitud por rebaños. 
“El sol es un globo de fuego”
Antonio Machado

En este caso se utiliza el verbo “ser” por la semejanza entre el sol y un globo de fuego que viene a ser una ficción. 
“Las nubes de algodón”
“El atleta es un rayo”
“Su beso, suave brisa de verano”
“Sus manos, ramas de olivo”

 Finalmente,  ¿Cuál es la diferencia entre metáfora, símil y metonimia?
La metáfora resalta relaciones de semejanza reemplazando o utilizando el verbo “ser”. 
“Tus ojos son el sol”
El símil también resalta semejanzas, pero utiliza las palabras “como” o “parece”. 
“Tus ojos son como el sol”
Y la metonimia sustituye al igual que la metáfora, a una palabra, pero no por su relación de semejanza sino a otras relaciones como en el verso donde se utiliza la relación parte – todo.  
“Cientos de ojos bajo el sol”

Jorge Arévalo
Recursos literarios Parte II

viernes, 15 de marzo de 2019

LAS FIGURAS LITERARIAS O RETÓRICAS


Las figuras literarias o retóricas nos sirven para dar belleza a las palabras tanto escritas como verbales. Es bueno aprenderlas para así poder dar lugar a la imaginación en la mente del público, así como hacer gustar la belleza del arte de la elocuencia. 

Según como lo clasifica, define y ordena el Canal Educativo del Youtuber literario Reo de Nocturnidad, se dividen en dos grupos:
·         Las de forma o dicción. 
Son las figuras que varían la forma externa del lenguaje, es decir la manera en que están distribuidas las palabras. 
·         Las de significado o pensamiento
Figuras donde se modifican el significado de las palabras con el propósito de designar otra realidad.
Existen más de 50 figuras literarias, veremos las más importantes. Comenzamos por nuestro primer grupo las de forma o dicción: 

1.       EL HIPERBATON
“Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar”
“Las golondrinas oscuras volverán a colgar sus nidos en tu balcón”
Gustavo Adolfo Bécquer

Según vemos en este texto, en la parte original no había un orden lógico como si lo hay en la segunda oración. Este cambio de orden se llama hipérbaton.
Otros ejemplos: 
“A Dios gracias”
“Gracias a Dios”

“De verdes sauces hay una espesura”
“Hay una espesura de verdes sauces”

2.      EL RETRUÉCANO
“No hay camino para la paz,
La paz es el camino”
Mahatma  Gandhi

Aquí vemos que dos versos se contraponen con juegos de palabras entre camino y paz. Este contraste en base a dos palabras se llama retruécano, que consiste en repetir una frase en sentido inverso para producir un cambio de sentido. 
Otros ejemplos: 
“¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha decir lo que se siente?”
Francisco de Quevedo

3.      LA ALITERACIÓN
 “En el silencio sólo se escuchaba
El susurro de las abejas que sonaban”
Garcilazo de la Vega

La aliteración es la repetición de un sonido varias veces, como en este caso, en los versos se repite la “s”. Y esto suena a imitar el zumbido de una aveja.
Otro ejemplo: 
Repetición de la “F”
“De finales, fugaces, fugitivos, fuegos fundidos en tu piel fundada”
Jaime Siles

4.      ANÁFORA
 “Mientras las ondas de la luz al beso
Palpitaban encendidas;
Mientras el sol las desgarradas nubes
Del fuego y oro vista; 
Mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías; 
Mientras haya en el mundo primavera
Habrá poesía”
Gustavo Adolfo Bécquer

La anáfora es la repetición de una o más palabras al principio de una frase o verso, por ejemplo en este verso vemos la repetición de la palabra “mientras”.
Y en este otro caso será una doble anáfora, una en la palabra “temprano”, y la otra es “no perdona a”
“Temprano levantó la muerte el vuelo
Temprano madrugó la madrugada
Temprano estás rondando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada
No perdono a la vida desatenta
No perdono a la tierra ni a la nada”
Miguel Hernández

5.      EL POLISÍNDENTON
 “El tiempo lame y roe y pule y mancha y muerde”
Antonio Machado

Hay un palacio y un río y
Un lago y un puente viejo,
Y fuentes con musgos y hierba
Alta y silencio… un silencio”
Juan Ramón Jimenez

El Polisíndenton es el enlace que se repite varias veces en nuestros versos.  En este caso vemos que se hace uso de la conjunción “y”, aunque puede ser también la conjunción “o”, “ni”, “pero”, “porque”, “aunque”, “cuando”, etc, dentro de una misma frase.

6.      EL ASÍNDENTON
 “Hombres es más que blanco, más que mulato, más que negro”
José Marti

El asíndenton es lo contrario a polisíndenton, en esta figura se suprime los enlaces  y en vez de estos, se utiliza las comas.
Otro ejemplo:
“En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”
Góngora

Jorge Arévalo
Tema: Figuras literarias o retóricas

jueves, 14 de marzo de 2019

LA PRESENTACIÓN DEL ORADOR


Es el primer impacto a causar al público. La presentación es la imagen del conferencista, por lo cual, debe ser hecha de la mejor manera posible. Me refiero a la ropa, el saludo inicial, volumen de la voz, ritmo y dicción de las palabras. Veámoslo: 

1.       El poder de la ropa
Dicen los expertos en el campo que la ropa comunica éxito y generalmente causa el 50% del impacto de nuestra presentación en público, ante esto, la Academia Global sugiere lo siguiente:

Debe ser la adecuada
La elección de la vestimenta debe ser la adecuada para la audiencia a que nos dirigiremos. Tener en cuenta el peinado.  El calzado debe estar bien lustrado y que quede con el color de la ropa. Si el orador está desalineado llamará la atención en lo negativo y esto podría restar la eficacia de su mensaje, especialmente si el lugar donde es el evento la presentación es de manera formal. 
Aún si el discurso no fuera de formalidad, se recomienda una ropa un poco más distinguible que la del público, pero no demasiado. La ropa debe tener el propósito de propiciar la cercanía con las personas presentes en el auditorio.

Que no distraiga
Podemos distraer cuando nuestra apariencia (ropa, peinado, zapatos, accesorios) llaman demasiado la atención. Para que esto no suceda se sugiere no llevar colores muy llamativos, sino la que sea sobrio y que contraste con el fondo del escenario para que la cara resalte. 
Otros puntos a tomar en cuenta serían: 
·         No ropa traslúcida o transparente
·         No escotes pronunciados o faldas cortas
·         Evitar las camisas que sabemos terminan mojadas por el sudor especialmente bajo las axilas. Para evitar esto, habría que elegir una camisa de tela de algodón grueso o una lisa de color oscuro. 
·         No collares y pendiente llamativos
·         No zapatos que hace ruido al caminar
·         Tener cuidado del cierre abierto del pantalón o vestido

Que te haga sentir libre
Algo muy importante es que la ropa del orador debe hacerle sentir lo más cómodo posible para que pueda expresarse con total libertad, entonces, se debe elegir las que estén de acuerdo al estilo o personalidad propia. La idea es que te muevas en el escenario sin ningún inconveniente. 

2.      El Saludo inicial
El saludo debe ser breve. Los profesores de la comunicación aconsejan que la presentación inicial ante un público nuevo que tal vez no te conozca tenga los siguientes componentes: 
·         Saludos
·         Tu nombre (Sólo uno de los nombres y apellidos para que parezca largo)
·         Tu cargo o puesto
·         Y Tu objetivo  (cuál es el motivo del porqué estás en el escenario y de que tratará tu mensaje)

3.      Controlar los nervios
Si los nervios quieren traicionarte, es mejor tomarse unos segundos para respirar, tomar un poco de agua, o hacer un silencio para mirar la presentación. En el caso que sea un sermón en la iglesia puedes aprovechar el iniciar con una oración que te dejará más tranquilo y listo para empezar a desarrollar tu mensaje.

4.      Volumen de voz
El inicio debe ser con la voz un poco más alta, del 15 a 20 % de mi voz de conversación. De igual modo el cierre. En cuanto al tono, debe ser expresado con emociones acordes a los puntos a tratar, es decir, el discurso no debe ser en modo frío. 
5.      Ritmo o velocidad
Se debe aprender a manejar la velocidad, hay momentos en que se debe acelerar y momentos en que se debe ir lento.  Lo ideal es hacer los cambios de ritmo cada 5 minutos. Las películas animadas de Disney puede sernos de gran ayuda, ellos saben cómo contar las historias, el tono y la velocidad a emplear en cada circunstancia. 
6.      Dicción (que todo lo q digas sea entendible)
Este punto es importante, puedes tener el mejor mensaje del mundo, pero tu público no podrá entenderte si no tienes una buena dicción. Los expertos aconsejan tomar el curso de locución para aprender técnicas de vocalización y modulación de voz. De igual modo practicar con ejercicios de calentamiento de voz y vocalización para el canto que tienen igual utilidad para la oratoria. 
Un ejemplo de superación en cuanto a la dicción es el más famoso orador de la antigüedad, Demóstenes. Tenía problemas con pronunciar bien la “r”. Era tartamudo, pero con ejercicios de trabalenguas, de gritarle al sol en una playa, aún de ponerse piedras en la boca (lo cual no se recomienda hoy), logró un perfeccionando exacto de la claridad de sus palabras. 
Tú puedes

Jorge Arévalo
La presentación perfecta del orador
Serie: Grandes oradores de la historia

miércoles, 13 de marzo de 2019

CÓMO EVITAR MALAS POSTURAS Y MULETILLAS



1.       Postura
La postura habla de ti, dice mucho acerca de tu personalidad. A través de la postura comunicamos, demostramos lo que somos y cómo nos sentimos.

Algunos consejos esenciales para tener cuidado de nuestra postura: 
·         Parada firme. Tus pies deben apuntar al público, evitar el cruce de ella al estar apoyado en el atril. 
·         Debes estar erguido pero con posición relajada. La postura comunica la actitud. Una postura caída o cabizbaja habla de inferioridad y derrota. En cambio una erguida habla de presencia, confianza, seguridad y victoria. 
·         Si caminas debes hacerlo de manera firme, con la mirada al frente hacia las personas, no miradas vagas, a los pies por ejemplo. Controla tus pasos. 
·        Si estás sentado, la postura debe ser recta aunque también relajada. Deberás estar apoyado al espaldar de la silla. Las damas con las piernas cruzadas, lo que es lo normal para ellas.

2.      Muletillas
Las muletillas son aquellas palabras que se repiten una y otra vez hasta el cansancio. Es algo que se dice recurrentemente, por lo general, de manera inconsciente.  Ejemplo: “este…”, “eh…”, “a ver…”, “¿se entiende?”, “¿no?”, “¿Sí?”, “ok”, “Pero…”, “¿Sabes qué?”, “Verdaderamente”, “En verdad”, etc.

¿Cómo evitamos las muletillas?
 Comparto algunos consejos al estilo de Daniel Colombio, reconocido profesor del arte de la oratoria: 
Frena y haz la pausa. Tómate uno o dos segundos. Los silencios en oratoria son tan válidos como en la música. Haz esto para que te tomes el tiempo de retomar la idea y continuar con la que sigue. No es fácil por supuesto. Se necesita estar consciente de este defecto.
Utilizar frases puente. Estas sirven para acentuar las ideas. Ejemplos: “Además”, “De igual forma”, “Me interesa resaltar que”, “Quisiera enfatizar”, “Para avanzar”, “tal como hemos visto”, etc.  Estas frases son construcciones gramaticales que permiten continuar transmitiendo contenido sin hacer quedar ningún vacío o hueco en el mensaje que dé lugar a la aparición de la muletilla.  
Repite la última palabra del párrafo anterior. Aquí enfatizas la última palabra que dijiste, haces una pausa (de uno o dos segundos), y retomas nuevamente repitiendo la palabra pero con otra entonación. Ejemplo: “… y de esta forma concluimos esta parte del proyecto”, (Pausa aquí). Y retomas con otro tono: “Esta parte del proyecto requiere que ahora pasemos a analizar…”
Lo que estás haciendo aquí es establecer una comunicación entre la anterior y la presente, cerrando de esta manera la posibilidad de dar lugar a las molestas muletillas. Lo lograrás con la práctica. 
Enfoca tus ideas antes de seguir hablando.  Se puede observar que la muletilla aparece cuando tu mente queda en blanco. En ese instante se debe hacer la pausa breve y buscar enfocar el tema nuevamente en el cerebro y continuar la idea. Ayudará mirar el bosquejo de tu mensaje que seguramente lo tienes delante de ti, en el atril. Se recomienda que cuando salgas de una pequeña pausa tu tono de voz sea un poco más arriba que la última frase, que se note la diferencia. 
No temas si no te sale la palabra precisa. Si de pronto olvidas una palabra exacta que redondea la idea de tu mensaje, puedes decirlo a tu público, ellos gustosamente te lo recordarán. Estos gestos de humildad por parte del orador crea la empatía con el auditorio, eso no quiere decir que lo hagas a propósito. 
Si te equivocas sigue. Como se dijo anteriormente, cuando te equivocas, o tu mente quede en blanco, lo mejor que puedes hacer es entrar a una pausa de silencio. O en todo caso, asumir que te equivocaste y continuar. 
Aprovecha en recibir el feedback del público. Cuando no logras hilvanar una idea y corres el riesgo de sacar la muletilla, puedes aprovechar el momento de lanzar una pregunta retórica o una afirmación, de estas que tu público tiene que responder con un sí, con un no, o con un  amén. 
Enriquece tu vocabulario, lee. Las muletillas por lo general vienen debido a un escaso vocabulario. Por tal razón, debes leer bastante. Al leer sobre todo obras literarias, irás enriqueciéndote con más palabras que te saldrán de manera natural cuando estés dando tu discurso.

Jorge Arévalo
CÓMO EVITAR MALAS POSTURAS Y MULETILLAS
Serie: Grandes oradores de la historia

martes, 12 de marzo de 2019

LA ALEGORÍA COMO FIGURA RETÓRICA


Es una figura retórica o tema artístico que usan los escritores, poetas y artistas para representar sus ideas valiéndose de formas humanas, de animales y de objetos cotidianos. Por ejemplo: Una mujer ciega con una balanza es la alegoría de la justicia. Un esqueleto con una hoz en la mano es alegoría de la muerte.

La alegoría como recurso literario se usa para profundizar la compresión de una idea. López de Vega cuando se refiere a  las dificultades de la vida lo describe así.
"Pobre barquilla (alma) mía, entre peñascos (aprietos) rota, sin velas desvelada (indefensa), y entre las olas (peligros) sola"

En lo que respecta a lo sagrado, la alegoría se usa para dar sentido a algunas historias del antiguo testamento con el objetivo de afirmar la fe de los discípulos y enseñar acerca de la virtud. Gálatas 4: 22-26  Pablo, apóstol de Cristo (antes rabino de la ley), alegoriza su punto sobre la gracia de esta manera:   
 “Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Más la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre”.
El escritor español Pedro Calderón de la Barca, (siglo XVII),  en una de sus obras define la alegoría: 
“La alegoría no es más
que un espejo que traslada
lo que es con lo que no es,
y está toda su elegancia
en que salga parecida
tanto la copia en la tabla,
que el que está mirando a una
piense que está viendo a entrambas”

Otros ejemplos: 
La del poeta Jorge Manrique en “Coplas a la muerte de su padre” cuando habla de la vida como un paso por el mundo:
“Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos
andamos, mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fallecemos
así que cuando morimos
descansamos”

Y en otra parte 

“Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir:
allí van los señoríos,
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos”

Albertino Mussato se refiere al saber humanístico en alegoría:  

"son enanos a hombros de gigantes", porque por nosotros mismos no podemos ver muy lejos, pero subidos a hombros del saber humanístico antiguo, podemos ver incluso más de lo que vieron los grandes hombres del pasado.

De igual manera, Omar Jayam,  poeta persa, para referirse  a la vida del hombre en la tierra dice:  

Todo es un tablero de ajedrez de noches y días, donde el destino, con hombres como piezas, juega: Acá y acullá mueve, y da jaque y mata, y uno por uno, vuelve a ponerlos en la caja“.


Juan Nicasio Gallego, gran poeta de la ilustración alegoriza sobre la vejez:  

"hoja seca solitaria que te vi tan lozana ayer. ¿Dónde de polvo cubierta vas a parar? –No lo sé. Lejos del nativo ramo me arrastra el cierzo cruel desde el valle a la colina, del arenal al vergel."


Está también la alegoría del vicio: 

"en una alforja al hombro llevo los vicios; los ajenos delante, detrás los míos. Esto hacen todos; así ven los ajenos, mas no lo propios."


Y la alegoría de la fe:

"la fe es como intentar escalar una cuesta empinada y rocosa: sólo un mero tropiezo podría hacerte caer rodando, pero la creencia y la perseverancia te verán en la cima."

La obra “La Divina Comedia” de Dante Alighieri y “La rebelión de la granja” de George Orwell son en su totalidad una alegoría.

Jorge Arévalo
LA ALEGORÍA
Serie: Grandes oradores de la historia

domingo, 10 de marzo de 2019

TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE


"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"
Filipenses 4: 13

Es uno de los versículos de la Biblia rápidamente citados, lo puedes oír no sólo en los púlpitos de las iglesias sino también en programas seculares de radio y tv, en forma de frases publicitarios pintado en paredes de avenidas,  “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.  Fácil de  memorizar, pero poderoso en resultados. Recuerdo que una de mis hijas había agarrado la costumbre de ponerse los dedos a la boca hasta casi los 9 años de edad como señal de timidez o de algún complejo. Como padre buscaba la manera de hacerla evitar hasta que se me ocurrió comenzar a ayudarla con este versículo.  Cuando le veía llevarse los dedos a la boca le pedía que dejara de hacerlo, “No puedo”, me respondía.  Yo la animaba,  “Si puedes”, “Todo lo puedes en Cristo que te fortalece”. Y le sugería repetir conmigo este verso de la Palabra de Dios una y otra vez hasta que cambiara su declaración del “no puedo” por el pensamiento del “Todo lo puedo en Cristo”, y cuando lo hubo logrado superó el mal hábito. El texto me sirvió como una eficaz terapia.
El apóstol Pablo, autor de esta declaración, en una de sus primeras prisiones bajo el reinado de Nerón en Roma, escribió la epístola a los Filipenses con el propósito de agradecer a la iglesia en Filipo el apoyo material recibido en ofrendas para el sostenimiento de su ministerio. Y desde esa cárcel les instó a mantener la unidad y la paz en su comunidad, así como a seguir el ejemplo de humildad de nuestro Señor Jesucristo. Luego en el capítulo 4 les habló acerca de cuestiones importantes para la salud emocional de la vida, como es el caso de entregar a Dios en oración toda preocupación y evitar el afán como la ansiedad y que en cualquier circunstancia mantengan el gozo. Instó asimismo a confiar en la provisión de Dios para toda necesidad. Luego les aclaró que no buscaba dádivas con estas ofrendas sino frutos que abunde en sus cuenta, esos frutos de generosidad, esa vivencia de la ley de la siembra y la cosecha, porque en cuanto a él, estaba confiado de su sostenimiento, había aprendido a estar preparado en todo, así como para vivir en abundancia como para vivir en escasez, llegando a la firme convicción del “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Esta máxima de nuestra potencialidad en Cristo que el apóstol legó para todas las generaciones de creyentes es de tan grande bendición que si aprendemos a vivir con este criterio de suficiencia y de fe saldríamos victoriosos de toda situación económica y seríamos felices. Es aplicable también para otras circunstancias de nuestras vidas, por ejemplo:

  • Cuando estamos procurando conservar la unidad del matrimonio, familia, de la empresa o de la iglesia, declaremos: “Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”.
  • Cuando somos conscientes que estamos siendo altaneros y necesitamos humildad, confesemos: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
  • Cuando estemos tristes y necesitamos la fuerza del gozo para vencer el desánimo, nos ayuda declarar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
  • Cuando estemos bajo situaciones de estrés y anhelamos tranquilidad, podemos orar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Cuando perdemos el trabajo o los ingresos disminuyen por a o por b motivo, nos hará bien pensar en el contexto de este pensamiento apostólico:

 “…he aprendido a estar satisfecho con lo que tengo.  Sé bien lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea que tenga de todo o que no tenga nada” “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. 
Como puedes ver, el texto bíblico de Filipenses 4: 13 tiene aplicación para todo momento de la vida, por lo tanto, te animo a que en este día declares esta palabra y lo hagas como un rugido de león: “Todo lo puedo en Cristo que me fortaleceeeeeeee”.

Jorge Arévalo

ALINEA TU CONFESIÒN A LA PALABRA DE DIOS

  Descubrí claramente el poder de la palabra cuando el texto bíblico de Hebreos 4: 12 llamó mi atención acerca de sus efectos. Literalmente ...