sábado, 1 de septiembre de 2018

EL BAUTISMO DE PODER

En el cristianismo existe una experiencia singular de fe muy importante para llevar una vida sana de poder y se llama “el bautismo del Espíritu Santo”. Esta clase de bautismo es diferente al del agua (sumergirse en el río), para la identificación con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, es decir, para andar en una nueva vida.

Lo que trata el bautismo del Espíritu Santo es de concedernos el poder de Dios para vivir una vida de plenitud, una vida refrescada y llena de poder y gozo. Este bautismo nos hace capaz de resistir cualquier mal, vicio o  adicción sobre este mundo y te hace capaz de fluir en un amor sin límites.

Este don espiritual es una experiencia carismática, de fe, necesaria para una vida saludable. Y está prometido para todos nosotros y nuestros hijos en cualquier parte: 
"Arrepentíos y sed bautizados en el nombre de Jesús para que vuestros pecados puedan ser perdonados. Entonces recibiréis el don del Espíritu Santo. Esta promesa es para vosotros y vuestros hijos. Es para toda la gente en todas partes a las que Dios llama en estos últimos días" (Hechos 2:38, 39).
Cuando los discípulos del primer siglo recibieron este bautismo de poder, de hombres débiles, temerosos se volvieron audaces, hablaban con denuedo, y caminaban en autoridad sobre los demonios y enfermedades.

Los creyentes de la iglesia primitiva que habían recibido el bautismo del Espíritu Santo tenían una señal inequívoca que habían sido llenados de poder del Cielo y que continuarían siendo llenados. Esta señal es el hablar en otras lenguas.  

El hablar en otras lenguas cada día una vez recibido el bautismo de fuego les daría la posibilidad de continuar viviendo en esta plenitud por el resto de sus vidas sobre esta tierra. Las lenguas carismáticas es un tipo de oración desconocida en el idioma natural con palabras ininteligibles que tiene el poder de renovar tus fuerzas, tu fe, tu amor, tu gozo, tu pasión por el servicio al prójimo, tu sentido de justicia. 
"Y cuando el día de Pentecostés hubo venido, estaban todos juntos en un lugar. De repente vino desde el cielo un sonido como un viento impetuoso y fuerte… Y todos fueron llenos con el Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas que no habían aprendido" (Hechos 2:1, 2, 4).

1 Corintios 14:4 dice: “La persona que habla en lenguas se fortalece a sí misma…”

¿Cómo recibir este bautismo? 
A continuación te doy algunos pasos:

1. Volverse del pecado y someterse a Dios. "Arrepentíos y cambiad vuestro corazón y volveos a Dios. Él lavará vuestros pecados y os refrescará en el Espíritu del Señor" (Hechos 3:19). 
2. Creer en Jesús como el Salvador de tu vida. "…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa" (Hechos 16:31). 
Una vez recibido a Cristo en el corazón y arrepentido de sus pecados, el creyente está listo para recibir el bautismo de poder con una oración como éste: 
"Amado Padre celestial, vengo a ti como hijo tuyo. Te pido de todo corazón que me bautices con el poder de tu Santo Espíritu. Amado Señor Jesús, bautízame ahora mismo en tu poderoso Espíritu de poder y concédeme el vivir una vida plena, llena de paz, gozo y victoria en Cristo”.  
Hechos 2:4 dice:
"Fueron todos llenos con el Espíritu Santo. Entonces comenzaron a hablar en lenguas según el Espíritu les daba que hablasen" 
El bautismo del Espíritu en tu vida te dará el poder para producir el fruto del espíritu que según el apóstol Pablo es: “Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza”, necesarios para una vida de plenitud y buen carácter.  

Jorge Arévalo
Bautismo del Espíritu Santo
Serie: VIDA SANA

viernes, 31 de agosto de 2018

CÓMO SANAR LAS HERIDAS DEL ALMA

En muchas ocasiones atendí en consejería espiritual a jóvenes afectados por problemas que tuvieron en los años de su infancia. Estos problemas generaron cicatrices o marcas hasta su vida adulta que los impedía llevar una vida alegre y de victoria.

Los entendidos en la materia del alma están de acuerdo en que lo que somos, creemos y pensamos hoy, es el producto de todos nuestros años desde que éramos niños. Personas que viven con heridas del alma, sombras del pasado que oscurecen su vida presente, y que aún sienten el dolor de sus memorias tempranas necesitan ser sanadas.

En las Escrituras vemos en el rey David un ejemplo claro de un hombre que experimentó sanidad de su alma herida. En el Salmos 41:4 en su hora de dolor interno oró a Dios: “… Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado”.
David acudió a la fe en Dios para sanidad de su alma. Él estaba seguro que la paz que su corazón necesitaba y la libertad de sus aflicciones lo encontraría en el perdón de Dios. 
En el Salmos 23 declara: “Jehová es mi pastor… Él confortará (o sanará) mi alma”. Y luego hablando de la gracia de Dios afirma:
"Él sana a los quebrantados de corazón; y venda sus heridas. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder…" (Salmos 147:3, 5). 

En el Nuevo Testamento el evangelista Mateo nos dice del Maestro: 
"Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó" (Mt 4:23, 24). 
Este texto asegura que Jesús sanó "toda enfermedad y toda dolencia". Esto incluye enfermedades espirituales, mentales, emocionales y físicas. El versículo 24 nombra algunas de las enfermedades relacionadas con cada parte del ser humano: 
1) Enfermedades Espirituales: la posesión de demonios; 
2) Enfermedades Emocionales: tormentos; 
3) Enfermedades Físicas: parálisis. 

El dolor de ser rechazado en el ámbito de la fe puede ser sanado únicamente por el amor y la aceptación de Dios. Es lo que pasó con mi vida, de adolescente sentía que mi vida no tenía valor, pensaba que no era aceptado por los demás debido a ciertos defectos que tenía, creía que nadie me amaba, esto me hizo caer en profunda depresión de lo que sólo Dios y Jesucristo pudieron salvarme y restaurarme.

PASOS HACIA LA SANIDAD DEL ALMA

1. Venga A Jesús
"Venid a mí los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11: 28,29)
El primer paso para la sanidad interior o del alma es “Venga a Jesús”, reconociéndolo como su Salvador y haciéndolo el Señor de tu vida.  Es el comienzo de tu restauración. Jesús tiene el poder de sanar el corazón quebrantado y afligido.

2. Pida perdón a Dios por guardar rencor y amargura en su vida 
Jesús también sufrió dolores y rechazo. Él fue quebrantado y rechazado en extremo en su hora más negra en su camino a la cruz. Pero él guardó su corazón del odio y amargura y desde los mismos maderos hizo una oración al Padre que a todos nos es conocida: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.  

3. Tenemos que perdonar
Nos es indispensable perdonar, esto se hace más fácil cuando tú le hayas entregado tu vida a Cristo. Diría que el perdón hasta se vuelve automático. No importa el tamaño del daño que te hayan causado el sentir que Dios te perdonó a ti te llevará a perdonar a los demás. 
Y cuando lo hayas hecho en el corazón y si fuera posible en frente de la misma persona, serás un hombre /mujer verdaderamente libre. 
José de la Biblia, puso por nombre a uno de sus hijos “Manasés”, porque dijo: “Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre". 
Dios había sanado la memoria de José de todo el rechazo y  la injusticia que recibió de sus hermanos cuando era niño. De cómo lo habían echado al foso para matarlo, luego vendido como esclavo, acusado con mentiras y puesto en la cárcel estando en Egipto. Pero él en lugar de guardar rencores, sacó provecho de todos los dolores y sufrimientos en que fue parte. Declaró que Dios lo había llevado todo a bien. Tal como el apóstol Pablo enseña en Romanos 8:28:
"y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”

Jorge Arévalo
FE PARA SANIDAD DEL ALMA
Serie: VIDA SANA

jueves, 30 de agosto de 2018

PROMESAS PARA UN ADORADOR


"Adórenme, pues yo soy su Dios. Yo los bendeciré con abundantes alimentos. Nunca dejaré que se enfermen, ni que mueran siendo jóvenes. Todas las mujeres de Israel podrán tener hijos, y todos sus hijos nacerán bien” (Éxodo 23:25-26).

Estas promesas fueron dadas al pueblo de Israel cuando fueron liberados de la esclavitud de Egipto. En Éxodo capítulo 8 versículo 1 vemos que Moisés llega a Faraón con el mensaje: “Deja ir a mi pueblo para que me adoren”. El Faraón resistió esta orden que venía de parte de Dios y sufrió las consecuencias de las 10 plagas que ya conocemos.

La adoración es algo muy importante para Dios. El promete bendiciones especiales para aquellos que le adoran en espíritu y en verdad.


Bendiciones financieras:

“Yo los bendeciré con abundantes alimentos”

En el tiempo de la crisis cuando hay escasez de alimentos en el hogar es cuando valoramos más esta clase de provisión. Pero esta promesa de bendición de abundantes alimentos es para terminar con los días de las vacas flacas. Tu tiempo de crisis económica se acaba, viene un incremento a tus finanzas, tu bendición viene con abundancia, podrás ahorrar e invertir para hacer crecer tu riqueza.



Bendiciones en tu salud.

“Nunca dejaré que se enfermen”

Esta promesa de salud divina es muy importante, ya que de nada sirve que tengas mucho dinero si la salud no está bien. Cuando Dios te bendice lo hace en forma completa. Isaías 53: 5 dice: “Por sus llagas fuisteis curados”. No hay mayor seguridad que reclamar tu sanidad por las heridas de Cristo, él padeció y murió verdaderamente para llevarse toda enfermedad y dolencia de sus hijos.


Este es el día de tu sanidad, Dios te sana y te libera ahora, sus propósitos se cumplirán en su totalidad en tu vida. Los sueños de tu corazón se cumplirán. Todo lo que Él te ha prometido en Su Palabra sucederá porque Él es fiel. Levántate y anda porque tu bendición te espera.



Bendiciones de una vida larga

“ni que mueran siendo jóvenes”

Dios habló a su siervo Abraham que le concedería una vida larga: “Y tú vendrás a tu padres en paz, y serás sepultado en buena vejez” (Génesis 15:15).

El apóstol Pablo dijo en Gálatas 3: 13- 14, que Cristo recibió la maldición de nuestros pecados para que la bendición que Dios le dio a Abraham (una vida larga), alcance también a los gentiles.

Amado hermano, levanta el ánimo, porque largo camino aún te resta. Revisa tu proyecto de vida, haz uno cada 10 años. El Dios de Abraham es tu guía y tu poderoso protector, El hará.


Bendiciones de hijos sanos

“Todas las mujeres de Israel podrán tener hijos, y todos sus hijos nacerán bien”

Esta bendición es para nuestra descendencia. Dios promete no sólo que podrás tener hijos sino que tus hijos nacerán sanos. Isaías 54:17 dice: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará”. Lucas 10: 17: “He aquí os doy autoridad para hollar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo y nada os dañará”.

No hay nada, ni nadie en este mundo capaz de poner en riesgo la vida de tus hijos. Bendito es el fruto de tu vientre. Tus hijos son la extensión de tu llamado y herederos de todos los bienes que Dios te da para conquistar.

Como saetas en manos del valiente son tus hijos habidos en tu juventud, ellos son más que vencedores en Cristo. Tus hijos son esforzados y valientes y conocen al Señor. Tú y tu casa servirán a Jehová.

Recuerda que la clave de todas estas bendiciones es la Adoración. “Adórenme, pues yo soy su Dios”. Adóralo porque Él es digno. Jesús enseñó que el reino, el poder y la gloria son sólo de Él y para Él. Si llevas una vida de oración tendrás salud abundante.

El Salmos 68:4-5 dice:

“Canten a Dios, canten salmos a su nombre;
aclamen a quien cabalga por las estepas,
y regocíjense en su presencia.
¡Su nombre es el Señor!
Padre de los huérfanos y defensor de las viudas
es Dios en su morada santa | NVI |


Jorge Arévalo
Sección: Promesas para un adorador
Serie: VIDA SANA

martes, 28 de agosto de 2018

LA PEREZA, NADA SALUDABLE PARA LA VIDA

El Libro de Proverbios capítulo 6 versos del 4-11 nos da una definición de la pereza y aconseja observar el trabajo diligente y prevenido de la hormiga para no tener que pagar las consecuencias de una vida improductiva. 

«¡Vamos, joven perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en cómo trabaja, y aprende a ser sabio como ella! La hormiga no tiene jefes, ni capataces ni gobernantes, pero durante la cosecha recoge su comida y la guarda. Jovencito perezoso, ¿cuánto más seguirás durmiendo?, ¿cuándo vas a despertar? Te duermes un poco, te tomas la siesta, tomas un descansito y te cruzas de brazos... ¡Así acabarás en la más terrible pobreza!»


Definición de la pereza

El diccionario define la pereza como esa falta de inclinación a la acción o al trabajo. Pereza es sinónimo de haraganería, negligencia y ociosidad. Y esto no es nada bueno, nada saludable para la vida.

«... ¿cuánto más seguirás durmiendo?, ¿cuándo vas a despertar? Te duermes un poco, te tomas la siesta, tomas un descansito y te cruzas de brazos...».  El querer continuar durmiendo, el buscar sólo la siestecita o el descansito y  cruzar los brazos para no trabajar tiene fatales consecuencias especialmente en la economía de uno: “Así acabarás en la más terrible pobreza”.  La pereza es la raíz de la pobreza.


·         «La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado», Jules Renard.          

·         "Tanto duerme el perezoso que acaba pasando hambre", Proverbios 19:15


La pereza siempre encuentra excusas

El perezoso siempre pone cualquier excusa para no hacer su trabajo, y generalmente son excusas sin sentido. Proverbios 22: 13 dice: «El haragán siempre pone pretextos para no ir al trabajo; dice que un león en la calle se lo quiere comer»

Jesús advirtió en Lucas 14:16-24 acerca del peligro de las excusas. Los primeros invitados a su cena le pusieron una serie de excusas para no asistir, a lo que él determinó: «… ninguno de los que invité la primera vez probará un bocado de mi cena”.


·         «La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer, busca excusas». William Somerset Maugham

·         «Si sólo piensas en dormir terminarás en la pobreza. Mejor piensa en trabajar, y nunca te faltará comida», Proverbios  20:13



El perezoso irrita a aquellos que lo tienen que mantener

El perezoso no dura mucho en ningún lugar, porque incomoda. Nadie es suficientemente manso como para aguantar una persona que no quiere hacer nada, que no produce, o emprende algo para mejorar su vida y entorno. El perezoso pronto termina por irritar al que lo tiene que mantener. Se dice que “El muerto y el holgazán a los tres días apesta”.

La Biblia exalta mucho la actividad, el trabajo. Noé se pasó toda una vida construyendo el arca (120 años). El holgazán hubiera hecho sólo un pequeño bote y tomado los animales más bonitos. Jacob trabajó 21 años por conseguir la mujer que amaba (Raquel). El holgazán hubiera buscado una más fácil por los clasificados de los diarios o del internet.


·         «Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se hace», Franklin D. Roosevelt

·         «El que desea tener sin trabajar, al final no consigue nada; ¡trabaja, y todo lo tendrás!», Proverbios 13:4


El perezoso se la pasa esperando que la suerte le ayude

El perezoso pretende basar su vida en la suerte. Prefiere vivir esperando el día mágico que suene el teléfono, o le llegue un sobre que le anuncie que ha sido el ganador de algo. No hay en su mente la idea de que tiene que labrar su destino, que tiene que luchar por su libertad financiera, que tiene que crear su propia riqueza.


·         «Quien busca suerte no la encontrará, es ella la que te debe encontrar», Anónimo

·         «El que trabaja la tierra siempre tiene comida de sobra, pero el que sueña despierto es un gran tonto», Proverbios 12:11


La pereza siempre deja para mañana

También suele ocurrir que una persona haga planes para el futuro con mucho entusiasmo, pero cuando llega el día no lo cumple por pereza. Algunos ejemplos de esto lo son los planes de ejercicio, dietas, estudios y hasta tareas laborales. Aquí se aplica la famosa frase: «No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy».


·         Por la calle del "después" se llega a la plaza de "nunca", Luis Coloma, escritor español


Jorge Arévalo
La pereza, nada saludable para la vida
Serie: Vida Sana

lunes, 27 de agosto de 2018

PALABRAS SUAVES QUE CALMAN LA FURIA

“Un día de furia “(Falling Down es su título original) es una película sobre la tensión y la frustración que genera en muchas personas la vida moderna de las grandes ciudades. El personaje protagonista del filme decide enfrentarse a las adversidades, y lo hace de forma violenta.

Responder a las adversidades de forma violenta, con palabras ásperas, hirientes en las que abundan el insulto y la recriminación no es la manera para solucionar nuestros problemas. La Escritura Bíblica nos dice cómo hacerlo: «La suave respuesta aparta el furor, más la palabra hiriente hace subir la ira», Proverbios 15: 1. 

Si el furor se levanta como una tormenta, la palabra suave dispersará  las nubes y hará salir el sol, y llegará la calma y la tranquilidad.


El uso de palabras suaves es el mejor remedio para mantener la paz

Mario Javier Moreno, consejero  nicaragüense, hace un comentario al respecto: «Cuando las personas tienen diferencias en cualquier cosa y llegan a tener una discusión muy fuerte, la suave respuesta hace calmar la furia de la otra persona, y ya no llegan a pleito, sino que pueden platicar amenamente. Pero si contestamos de la misma manera que la otra persona nos está hablando, por ejemplo “si ella grita, o si alza la voz, y yo también hago lo mismo”, entonces habrá pleito y una discusión muy acalorada, que puede llegar hasta los insultos y golpes»



Dos consejos en el trato con los demás:

1. “PACIENCIA”- Para soportar el ardor de la ira ajena sin contagiarse de ese ardor, deje que la otra persona se desahogue no interrumpirle, ya que si lo hacemos se enojara más.

2. “SUAVIDAD”- Una vez que se nos dé la oportunidad de presentar nuestras razones, debemos hablar de manera suave, sin pasión ni provocación, una palabra suave ablanda los ánimos más duros y prevalece sobre los más airados hombres.

El sabio Salomón en Eclesiastés 10:4 recomienda: «Si tu jefe se enoja contigo, ¡no renuncies a tu puesto! Un espíritu sereno puede superar grandes errores».


Ejemplos en la Biblia:

José es uno que trató de manera suave y tierna a sus atemorizados hermanos, Génesis 50:21 dice: «No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos. Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó».

Gedeón es otro ejemplo de la manera suave de hablar frente a la furia de los que le criticaban calmando de esta manera el enojo de sus hermanos,  Jueces.8:1-3: «…Cuando los hombres de Efraín oyeron la respuesta de Gedeón, se calmó su enojo».

En cuanto al hogar, el apóstol Pedro aconseja que cuando el esposo se enoja contra su esposa y la insulta con palabras ásperas y hasta le grita, la esposa como buena cristiana debe ser amable, tierna y serena con él, para poderlo ganar para Cristo (1 Pedro 3:4).

Igualmente el esposo, cuando su esposa se enoja, él debe ser amable y tierno con ella, no debe ser áspero (Colosenses 3:19). Los hijos deben ser obedientes a los padres y si los padres le gritan o lo insultan ellos deben ser amables y respetar a sus padres en todo (Colosenses 3:20).

La palabra suave ayuda a recomponer los problemas en el matrimonio, familia y trabajo. Contribuye a que no haya contiendas y pleitos. Las palabras suaves nos libran de la adversidad y el peligro.



Jorge Arévalo
PALABRAS SUAVES
Serie: Vida Sana

domingo, 26 de agosto de 2018

MI LISTA DE LOS NUNCA MÁS

Recuerdo de adolescente cuando fui estudiante de la escuela bíblica de mi iglesia, hice una lista de los nunca más, "nunca más confesaré tal cosa", que Dios no quiere para mi vida,  y lo pegué detrás de la carátula de presentación de mi Biblia. Y cada vez que me iba a ella, al abrir la carátula, aparecía esta lista.   
 
Si usted es un creyente, confiese la obra consumada de Cristo. Crea en la Palabra de Dios. Sea audaz en su verdad. Mientras no se salga de sus confesiones de debilidad, enfermedad y derrota, usted perseverará en las mismas.  A continuación le presento una poderosa lista de los nunca más:

Nunca más confesaré no puedo, porque “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Filipenses 4:13.

Nunca más confesaré pobreza, porque “Mi Dios suplirá todo lo que me falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”, Filipenses 4:19; “Jesús se hizo pobre para que yo por medio de su pobreza llegara a ser rico”, 2 Corintios 8:9.

Nunca más confesaré escasez, porque “el Señor es mi pastor, nada me faltará», Salmos 23:1

Nunca más confesaré debilidad, porque “Jehová es la fortaleza de mi vida”, Salmos 27.1; «y soy fuerte en Él».

Nunca más confesaré maldición, «porque en Cristo estoy redimido de toda maldición de la ley al hacerse él maldición por mí», “Las bendiciones de Abraham me alcanzan en este día”, Gálatas 3:13,14

Nunca más confesaré preocupaciones del mañana, porque «soy bendecido con toda bendición espiritual en Cristo Jesús», Efesios 1:3

Nunca más confesaré derrota, “Porque soy más que vencedor por medio de Jesucristo», Romanos 8:37

Nunca más confesaré fracaso, porque “mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo», 1 Juan. 4:4 

Nunca más confesaré enfermedad, porque Jesús de Nazaret «llevó todas mis enfermedades y las quitó de mí, de modo que ahora por sus heridas estoy sano», Isaías 53:5; 1 Pedro. 2:24

Nunca más confesaré pesares y frustraciones, porque “echo todo toda mi ansiedad sobre él, y él tiene cuidado de mí”, 1Pedro 5:7.

Nunca más confesaré esclavitud, porque “Jesús, el Hijo de Dios me ha rescatado, y soy verdaderamente libre», Juan. 8:36

Nunca más confesaré temor, “Porque  Dios es mi luz y salvación, ¿de quién temeré?, Él es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?”, Salmos 27:1,2

Nunca más confesaré cobardía, porque “Dios no me ha dado espíritu de cobardía, sino de amor, poder y dominio propio”, 2 Timoteo 1:7; En Lucas 10:19 Jesús dijo: «He aquí os doy potestad sobre toda fuerza del enemigo, y nada te dañará».

Nunca más confesaré soledad, porque Jesús aseguró: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”, Mateo 28:20.

Nunca más confesaré dudas, porque él dijo: “Cualquiera que dijere a este monte, quítate y échate en el mar y no dudare en su corazón, lo que diga le será hecho”, Marcos 11.23

Nunca más confesaré crisis financiera, porque en Cristo Jesús “soy prosperado en todas las cosas, así como en mi salud y prospera mi alma”, 3 Juan 2

Nunca más confesaré que no tengo futuro, porque los planes que Dios tiene para mí “son planes de paz y no de mal para darme un futuro lleno de bienestar”, Jeremías 29:11

Nunca más confesaré que estoy solo y desprotegido, porque “el Ángel del Señor acampa a mi alrededor y me defiende”, Salmos 34:7

Nunca más confesaré odio, rencor, porque “el amor de Dios ha sido derramado en mi corazón por el Espíritu Santo que me ha sido dado”,  Romanos 5:5



Jorge Arévalo
MI LISTA DE LOS NUNCA MÁS
DECLARACIONES DE PODER PARA LAS MAÑANAS
De la serie: VIDA SANA”

ALINEA TU CONFESIÒN A LA PALABRA DE DIOS

  Descubrí claramente el poder de la palabra cuando el texto bíblico de Hebreos 4: 12 llamó mi atención acerca de sus efectos. Literalmente ...