En el cristianismo existe una experiencia singular de fe muy importante para llevar una vida sana de poder y se llama “el bautismo del Espíritu Santo”. Esta clase de bautismo es diferente al del agua (sumergirse en el río), para la identificación con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, es decir, para andar en una nueva vida. Lo que trata el bautismo del Espíritu Santo es de concedernos el poder de Dios para vivir una vida de plenitud, una vida refrescada y llena de poder y gozo. Este bautismo nos hace capaz de resistir cualquier mal, vicio o adicción sobre este mundo y te hace capaz de fluir en un amor sin límites. Este don espiritual es una experiencia carismática, de fe, necesaria para una vida saludable. Y está prometido para todos nosotros y nuestros hijos en cualquier parte: "Arrepentíos y sed bautizados en el nombre de Jesús para que vuestros pecados puedan ser perdonados. Entonces recibiréis el don del Espíritu Santo. Esta promesa es para vosotros y v