Gálatas 5: 13 dice: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” . Pablo enseña que debemos usar nuestra libertad para servirnos por amor los unos a los otros. El llamado es al servicio. Para eso ha sido dada nuestra libertad en Cristo, no para ocuparnos de cosas improductivas de la carne. Debemos usar nuestras vidas para el servicio de los demás. Esto es el fin del segundo mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El servicio es demostración de amor al prójimo. ¿Cómo demuestras tu amor? Una de las bienaventuranzas que enseñó Jesús es “los que tienen hambre y sed de justicia”. El hambre y sed de hacer justicia nos debe llevar al servicio del prójimo. Servicio es sacrificio, pero cuando se hace por amor se convierte en algo ligero, no en una carga. El amor