jueves, 18 de abril de 2019

SÓLO GRACIA Y NADA MÁS


En estos días feriados de semana santa desde la perspectiva cristiana católica, vale bien hacer un recordatorio de la vida, obra y propósito de la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Para tal fin tomaré como base las enseñanzas del apóstol Pablo en el libro de los Gálatas.

Los estudiosos de la Biblia coinciden en que el libro de Gálatas es la carta constitucional de la libertad cristiana. En esta carta se nos define tres tipos de libertades que se nos concede a los creyentes en Cristo: 
1.      Libertad del yugo de la ley del A.T
2.      Libertad del poder del pecado
3.      Y Libertad para servir a Dios

TEXTO BASE: 
El texto base para mi mensaje se encuentra en el capítulo 5 verso 1 de la epístola: 
«Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud»

DESARROLLO: 
      I.            Libertad del yugo de la ley
El apóstol Pablo lucha por afirmar a los cristianos en su libertad respecto a la esclavitud de la ley. En Gálatas encontramos a unos maestros que estaban desautorizando las enseñanzas de Pablo y reemplazando su evangelio por uno diferente, uno que fusionaba la gracia con la ley.

No hay otro evangelio
Gálatas 1: 6-8

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”

Estos falsos maestros estaban enseñando a la iglesia que no era suficiente creer en Cristo para alcanzar la salvación. Había también que guardar la ley, circuncidarse, abstenerse de ciertos alimentos prohibidos, guardar el sábado, guardar las tradiciones y las fiestas. En otras palabras los cristianos gentiles para ser salvos debían volverse como los judíos en sus prácticas y creencias. 
Pablo llamó la atención de los hermanos por escuchar a los maestros judaizantes, de quienes dijo que sus enseñanzas son como la “levadura que leuda toda la masa”, Gálatas 5:9.

Solo Gracia y nada más
Gal. 2:16

“Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado”

Efesios 2: 8-9 
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

La salvación es sólo por la gracia de Dios, por medio de la fe en Cristo Jesús y nada más.

Testimonio de su conversión: 
Pablo alude a su conversión. Afirma que la gracia de Dios se manifestó a él cuando era un perseguidor de la iglesia e iba camino a Damasco. A pesar de ser enemigo del evangelio, Cristo se reveló a su vida y le alcanzó su salvación pudiendo inmediatamente conocer la verdad, esa verdad  que lo haría libre de toda esclavitud de la ley, de los pecados que agobiaban su alma y ahora le concedía la libertad para servir como un gran instrumento de las manos de Dios para la propagación de las buenas noticias.

Gal. 1: 14 -16 
“Y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre”.

Un testimonio acerca de mí:
Hubo un tiempo en mi juventud en que me lancé a la búsqueda de Dios y su verdad, quería llenar el vacío de mi corazón, encontrar mi propósito en el mundo. Indagué por el catolicismo, por los testigos de Jehová, los mormones, los adventistas, hasta que encontré una iglesia que predicaba a Cristo. Una iglesia donde se predicaba la gracia de Dios para salvación.
Recuerdo perfectamente la noche en que fui salvo. En la parte final del mensaje donde se hace el llamamiento, el pastor citaba el versículo de hechos 16: 31
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa”. 
Esa noche tomé la decisión de creer en Cristo, de seguirle en mi vida. Y todo mi ser fue transformado, cadenas de esclavitud fueron rotas por el poder de Dios, resentimientos, odios, amarguras, desánimo, depresión de mi alma desaparecieron y pude sentir el perdón y el amor de Dios que me llenaba y ahora me daba el poder de perdonar, de cambiar la rebeldía por la obediencia, el aburrimiento por el trabajo, el desorden por el orden, y empezaría a tener más cuidado de mí mismo y mi futuro. A Dios sea la gloria. 
Hechos 4: 12: 
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”

Sólo en el nombre de Jesús
Jorge Arévalo
Sólo gracia y nada más

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