“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7). La misericordia es otra de las vías para alcanzar la felicidad. Jesús afirmó que los felices en este mundo son los que hacen misericordia con su prójimo, son ellos los que alcanzan la misericordia y pueden disfrutar de la experiencia de ser felices. Un hombre o mujer que vive en misericordia no teme la condena porque está seguro que la misericordia le acompaña todos los días de su vida. El hombre recibe según da, cosecha lo que siembra. Si algún día el misericordioso tiene que sentarse en el banquillo de los acusados de seguro será liberado, el misericordioso puede disfrutar de la experiencia del perdón y gozar del favor de Dios y de los hombres. El rey David en el Salmos 23:6 dice: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días”. David era un hombre de misericordia. Cuántas veces perdonó la vida del rey Saúl qu