Sucedió hace muchos años, iba manejando por la Avenida Grau de Iquitos la pequeña moto chaly de mi hermana mayor. Como todas las mañanas regresaba de dejarle de su trabajo. Al llegar al cruce con Alfonso Ugarte bajé la aceleración por cuanto vi que el semáforo estaba apagado. Lo normal era que yo pasara de largo ya que tenía la vía preferencial, pero al ver a un señor gordo en el cruce que venía en una moto grande acelerando sin parar preferí detenerme. De pronto el señor hizo lo mismo, se detuvo también. A lo que yo le hice señal con mi mano que pasara primero porque me parecía apurado. Él hizo lo mismo, haciéndome señas con su mano para que sea yo quien avanzara. Entonces, apreté el mango del acelerador de mi moto y me puse en marcha, y el señor hizo lo mismo, y nos cruzamos. Yo vi que él estaba casi encima de mí como a dos metros de distancia y venía embalado. Lo primero que se me ocurrió fue levantar mi pierna izquierda para que no me golpeara en esa parte, au