Desde que empecé a trabajar con los jóvenes en mi iglesia, esto hace muchos años, me interesó la inserción de los jóvenes en espacios dentro de la sociedad, y entendí que esto se lograría a través de programas y proyectos específicos que les dieran la oportunidad de participar activamente. Formé en ese entonces en la ciudad de Iquitos, el grupo Jocuv (Jóvenes Con Una Visión), con la intención de levantar jóvenes líderes con la carga de recuperar a los que estaban en las pandillas, y sí logramos hacer cosas muy bonitas alcanzando a algunos cabecillas de bandas como los “mashacuris”, “berracos”, y los “lagartos”, y recuperamos muchos de ellos en los programas juveniles que nuestra iglesia ofrecía. Años más tarde, instalado con mi familia en la Capital me encontré con similar problema, los adolescentes de diferentes escuelas se enfrentaban igual como se enfrentan las pandillas con palos, piedras y cadenas, entonces decidí formar la asociación desarrollo juvenil y prevención de la vi