domingo, 4 de septiembre de 2022

CÒMO TRABAJAR TUS FINANZAS


En este artículo quiero resaltar unos consejos encontrados en el libro “Piense y hágase rico” de Napoleón Hill.

Hill fue un escritor americano, considerado el más prestigioso autor de libros de autoayuda y superación personal del mundo. Asesoró a varios Presidentes de Estados Unidos, entre ellos Franklin D. Roosevelt.

Hill nos aconseja poner por obra seis estrategias para incrementar nuestras finanzas:

1.   Define exactamente cuánto dinero quieres alcanzar

No es de locos pensar que se puede llegar a tener ingresos por 5,000 dólares mensuales, aunque la situación en la que te encuentres en el momento de planteártelo en el corazón sea el menos indicado.

No se trata de tus fuerzas, sino de tu fe. La fe ve algo que tus ojos no alcanzan a ver. Un día Dios le dijo a Abraham de la Biblia:

“Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”, Génesis 13: 14-15.

El principio de fe de este texto es: Recibes lo que alcanzas a ver con tus ojos de fe.

2.   Pensar que servicio dar a cambio de conseguir ese dinero

Haz fluir tus dones, tus talentos y tu vocación en la vida. No hay mejor trabajo que dedicarse a lo que a uno le gusta, pero debes prepararse bien para ello.

La gente paga por que le suplan una necesidad y solucionen sus problemas. Piensa que servicio puedes dar a cambio de que te paguen una cierta cantidad de dinero.

Hill enseña que el dinero no fluirá a nosotros sin hacer nada a cambio, por tal razón, debemos pensar en ofrecer un servicio, y mejor si es un servicio especializado, tu paga serà mayor.

3.   Establece una fecha límite

¿Cuánto de dinero quieres tener de aquí a un año, a tres y a cinco?

La inversión en tiempo, estudios y recursos te llevará en la dirección de esa meta. Los objetivos se van alcanzando paso a paso, sin apresurarse, sin rendirse, sin resignarse y sin descarriarse en lujos y gastos aún no necesarios.

El labrador, para recibir los frutos, es necesario que trabaje primero, 2 Timoteo 2: 6

4.   Crear un plan de acción

Mi enseñanza favorita de la prosperidad financiera se resume en la máxima del gran reformador inglés: John Wesley:

“GANA LO MÀS QUE PUEDAS”

“AHORRA LO MÀS QUIE PUEDAS”

“INVIERTE LO MÀS QUE PUEDAS”

Un plan de crecimiento confiable, estable, íntegro y de beneficio mutuo junto a otras personas es esencial. Las inversiones deben ser diversificadas en tangibles y no tangibles. Ir siempre por el camino seguro es sabiduría financiera.

5.   Escribir el plan en un papel

Toda visión debe estar escrita, bien planteada y anotada sobre un cuaderno, sobre el fondo de pantalla de la computadora, celular o cuadros de pared de tu casa para que lo veas, ores, imagines y des gracias a Dios todos los días, como si la visión ya hubiera sido cumplida en tu vida. Es decir, que ya tienes aquello que has creído.

“Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas”, Marcos 11: 24

“Creed que ya las habéis recibido” … (está en tiempo pasado), por tanto, actúa, come, bebe y respira como si ya lo tuvieras. Las bendiciones financieras y de salud ya han sido consumadas hace 2000 años en la cruz del Gólgota por un Salvador.  

6.   Léelo en voz alta, en la mañana y en la noche

La confesión positiva es una dinamita que disuelve todo pensamiento derrotista, de fracaso y de pobreza en la mente.

Llena tu mente, corazón y labios de una buena palabra todos los días, desde que abres los ojos en la mañana hasta que te acuestes para dormir.

La buena vida consiste en no pensar nada malo. En no juzgar, en no hablar en negativo.

El Creador nos dio la más grande herramienta de poder que podemos tener que es su Palabra, para creerlo y confesarlo todos los días y a toda hora. Ella es una palabra creadora, que nunca vuelve vacía, es una espada ardiente de doble filo que penetra todo nuestro universo interior, sanando, restaurando y prosperándonos en todas nuestras áreas.   

Jorge Arevalo

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