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Mostrando entradas de junio 21, 2020

NADANDO A CONTRACORRIENTE

La historia del salmón que nos enseña   a conquistar nuestros sueños. El salmón es un pescado de agua dulce que tiene unos excelentes beneficios para la salud, aporta proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales. Dentro de las curiosidades de los salmones está que nacen en aguas dulces, pero migran al océano y luego regresan de nuevo a las aguas de donde salieron para procrear. De pequeño permanece calmado y tranquilo, sin mayores contratiempos, pero es en su juventud que se inquieta y busca explorar nadando río abajo hasta llegar al océano, que es donde finalmente madura. Una vez adulto emprende el viaje de regreso a las aguas dulces, al lugar de su nacimiento, vuelve allí para multiplicarse. Para lograr esto tiene que nadar a contracorriente, a una velocidad de 6.5 km diarios, y viene saltando a una altura de 3,7 metros de altura superando todos los obstáculos que encuentra en su camino con el fin de llegar a su meta. Podemos sacar varias lecciones de este pez: En

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Marcos 11:23 dice: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. Note que dice que cualquiera que dijere a este monte. No cualquiera que ore sino cualquiera que diga. Debemos decirle a esa montaña de problemas “Quítate y échate al mar”, “Te lo ordeno”. Si estamos seguros quienes somos en Cristo, si estamos convencidos que tenemos el poder de Dios dentro de nosotros y no dudamos, entonces lo que le digamos a la montaña eso se hará.   Cuando oramos pedimos que Dios haga algo   pero cuando hablamos estamos ordenando que algo suceda. Esto es lo que Jesús trató de enseñar a los discípulos, que las palabras tienen poder. Jesús usó la palabra para sanar los enfermos, no hay registro bíblico que diga que los discípulos oraron por los enfermos   (con algunas excepciones donde se muestra que oraron antes de ministrar),   Jesús no oró por lo