domingo, 6 de febrero de 2022

Destinados al éxito

 

El Salmos 37: 24 dice: 

“Tal vez tenga tropiezos,

Pero no llegará a fracasar

Porque Dios le dará su apoyo”

 

Este sagrado texto es muy alentador, por cuanto contiene una gran promesa divina y es el de recibir el apoyo ante la posibilidad latente de algún tipo de fracaso ya sea en lo familiar, económico, liderazgo u otro. 

 

“Tal vez tenga tropiezos”


En primer lugar el versículo afirma que ningún ser humano está exento de tropiezos, lo cual es un supuesto probable.


Un sabio del siglo primero hizo notar que todos tropezamos muchas veces, si alguien no tropieza al menos de palabra este es varón perfecto y no tiene deficiencia en nada. La Biblia nos muestra a un sólo hombre que nunca tropezó ya sea de palabra o de hecho y ese es Jesús el Hijo de Dios.

 

“Pero no llegará a fracasar”

 

La segunda parte de esta promesa es una buena noticia para cualquiera. Asegura que los tropiezos no son factores determinantes del fracaso, por tanto, no debemos temer. El diccionario define la palabra fracaso como la falta de éxito y el resultado adverso de algo.  

 

Los creyentes estamos destinados al éxito,  y a sacar resultados favorables aún de la adversidad.  Los tropiezos ayudan a bien, porque de ello se aprende, se forma el carácter y se crece espiritualmente.

 

Dios le dará su apoyo 


La tercera parte de esta promesa revela Su respaldo: Dios no desampara a los que creen en él, siempre está  presente y atento para escuchar el clamor de los suyos y actuar por justicia en favor de ellos.


Algunos expertos bíblicos coinciden que la tradicional promesa de seguridad: “No temas, porque yo estoy contigo”, se encuentra 365 veces a través de todas las páginas de las Escrituras, y 365 es el número de días con que cuenta el año; así que existen razones más que suficientes para levantarnos cada día confiados, sintiéndonos seguros, de su fidelidad que no fallará.

 

Te animo a que guardes esta gran promesa en tu corazón: “Tal vez tengas tropiezos, pero no llegarás a fracasar, porque Dios te dará su apoyo”.

 

Ten la plena convicción que así como sale el sol por las mañanas y no falla, esta promesa se cumplirá, cree que tu vida está destinada al éxito. Ahora es cuando tienes que levantarte, ahora es cuando tienes que sacudirte de todo polvo de incertidumbre y verte así mismo como un triunfador, como uno que gana día a día sus batallas y que su vida es de bendición para muchos. El gran Yo Soy es tu ayudador.


Jorge Arevalo

Del Libro: "Destinados al éxito"

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