domingo, 21 de julio de 2019

LA PALABRA COMO ALIMENTO


Mateo 4:4 “El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Desde mi adolescencia la Palabra de Dios contenido en la Biblia ha sido mi alimento espiritual preferido. Cada palabra revelada, cada mandamiento y promesa divina continúa hoy siendo fortaleza y dirección para mi alma necesitada.

Hace algunos años la palabra de Dios trató el temor que me dominaba. Hubo momentos en que literalmente el miedo me paralizaba y provocaba en mí pensamientos compulsivos y estrés muy desgastante.  Fue en estas circunstancias cuando más acudía a esta bendita Palabra que me inspiraba con cada lección de fe del Maestro y apaciguaba mi agobiada alma con sus grandes promesas de amor y cuidado.

¿Qué es la Palabra de Dios?
Es el libro de las edades. Por siglos ha sido ayuda para todos los hombres. En sus Palabras hay vida, dirección, inspiración, fuerza y sabiduría. Ha marcado el arte, la filosofía, la ciencia, el gobierno, la economía, la educación, los derechos humanos y demás componentes esenciales de la vida en sociedad como la familia.

Razón tiene Isaías el profeta al declarar:
“Sécase la hierba, marchítase la flor; más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre”, Isaías 40: 8

Es el pan de vida
Ningún libro de la historia ha sido fuente de vida espiritual para los hombres como la Biblia. Es el alimento más nutritivo del que el alma en necesidad pueda aprovechar para saciarse y la encontramos disponible en todas partes.

Jesús nos la puso como la comida necesaria de cada día. 
“Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, Mateo 4: 4

Es la luz en medio de la oscuridad
Cuántas veces nos encontramos como en oscuridad de túnel y sentimos que la vida nos abruma, que necesitamos del consejo sabio y del amor que abriga, es entonces cuando la Palabra de Dios se convierte en la lámpara de salvación que hace que veamos la luz al final de la gruta.  

“Lámpara es a mis pies tu palabra
    Y lumbrera a mi camino”, Salmos 119: 105


Es una bendición para los que lo leen
La Palabra de Dios es de tremenda bendición para aquellos que lo escudriñan, cada texto es una sabiduría para llevarnos a otros niveles. Podemos encontrar en sus provechosas enseñanzas una guía segura para el éxito y prosperidad en cada área de la vida. Además que nos permite encontrar nuestro propósito en el mundo. 
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”, Josué 1:8

“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, Mateo 22: 36-40

·         La Palabra de Dios trae esperanza
·         Nos proporciona conocimiento acerca de la vida eterna
·         Sus promesas brindan protección a la vida
·         Nos enseña amar y perdonar
·         Estimula nuestra fe
·         Purifica el alma 
·         Sobre todo nos revela al Salvador Jesucristo

Tal cual lo enseñó Jesús, la vida del hombre no consiste en los bienes que posee, sino en amar y obedecer la Palabra de Dios. Podemos construir una vida segura de paz y bendición sobre sus fundamentos. 
La Palabra de Dios es nuestro maná del cielo necesario para atravesar los desiertos y valles que nos enseña a conquistar, a ser vencedores  y a pensar como reyes.

Jorge Arévalo 
LA PALABRA COMO ALIMENTO

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