Otra forma de pensamientos que perturban es lo que se conoce como "personalización", que consiste en el hábito de suponer sin base alguna que todo lo que la gente dice o hace tiene que ver directamente con uno mismo. Ejemplos: En el trabajo una persona tenía la impresión de que cada vez que el encargado hablaba de que había que mejorar se referían exclusivamente a él. Esta persona pensaba: "Sé que lo dice por mí". Una mujer que escuchaba a su marido quejarse de lo aburrido del fin de semana, pensaba: "Seguro que piensa que soy aburrida". “La profesora me mira mientras corrige, seguro que me suspende”. “Marta tiene mala cara, debe de estar enfadada conmigo”. “Pepe y Manuel se están riendo, seguro que es de mi”, Otra de las maneras de personalizar es compararse con otras personas de manera frecuente: "Soy menos sociable que José" “Realmente, pocas personas de aquí parecen más listas que yo”. Las palabras claves en