El pensamiento sobregeneralizado es una distorsión
de la mente que te hace ser un derrotista. Tan sólo por un hecho negativo que
ocurrió, la persona ahora considera que todo saldrá siempre igual. Por ejemplo
una persona que busca trabajo y no lo encuentra va a concluir: “Nunca
conseguiré un empleo”. Otra persona que se siente triste pensará: “Siempre
estaré así”. Si me puse nervioso en una
ocasión, pues ahora “siempre me pondré nervioso”, si me ha ido mal en un examen
ahora “nunca aprobaré un examen”, si he tenido un desamor ahora “ya nadie me
querrá”.
Como puedes darte cuenta esta distorsión del
pensamiento consiste en sacar una conclusión general de un solo hecho
particular sin base suficiente. En lógica se puede probar que una generalización
apresurada puede dar lugar a una mala inducción y por tanto a una conclusión
errónea como es el caso del siguiente argumento:
Jorge es alto y es rápido.
María es alta y es rápida.
José es alto y es rápido.
Por lo tanto, todas las personas altas son
rápidas.
Como puedes darte cuenta concluir que todas las
personas altas son rápidas por el hecho que haya tres que lo sean es una
generalización apresurada, cuando se puede saber que hay personas que son altas
y que sin embargo no sean rápidas.
Otros ejemplos:
“Pepe no me ha escrito, la gente siempre se
olvida de mí”
“No he cumplido objetivos en el trabajo, no
valgo para nada”
“Me he dormido y he llegado tarde al trabajo,
soy un irresponsable”
“Nadie me toma en serio”
“Tras este fracaso, sé que jamás me irá bien
con otros hombres”
Las palabras claves en este categoría de
pensamientos perturbadores son también como la que vimos en el capítulo
anterior: “Todo… nadie… nunca… siempre… “jamás”, todos… ninguno”, etc.
¿Cómo
refutar estos pensamientos sobre generalizados?
Lo que podemos hacer es buscar otras
alternativas de pensamientos y otras pruebas. Se puede uno preguntarse ¿Cuántas veces ha
ocurrido esto realmente? ¿Qué pruebas tengo para sacar una conclusión pesimista?
¿De verdad creo que si algo me ocurre una vez va a ocurrirme siempre? ¿Hay
algún caso contrario que me sucedió que me demuestre que esto no será siempre
así?”. Ten en
cuenta que la sobregeneralización es un pensamiento irracional que puedes optar
por cambiarlas por otras expresiones como “es posible”, “a veces”, o “a menudo”.
Pensamientos bíblicos para contrarrestar la
sobregeneralización:
“En Cristo soy más que vencedor”, (Romanos 8:37)
“Soy acepto en el Amado”, (Efesios 1:6)
“Todas las cosas me ayudan a bien”, (Romanos 8:28)
“Soy como el árbol plantado junto a corrientes de
aguas, que da su fruto a su tiempo,
Y todo lo que hago prospero”, (Salmos 1:3)
“Jehová es mi pastor, nada me faltará”, (Salmos
23:1)
“Mi Dios proveerá todo lo que me falta conforme a
sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”, (Filipenses 4: 19)
“Él me da el poder para hacer las riquezas”,
(Deuteronomio 8:18)
“Todo lugar que pisare la planta de mi pie, Dios me
la entrega”, (Deuteronomio 11:24)
“En Cristo soy bendecido con toda bendición espiritual”,
(Efesios 1:3)
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”,
(Filipenses 4:13)
“Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi
corazón,
Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré
confiado”, (Salmos 27:3)
“De gloria en gloria estoy siendo transformado en
la misma imagen del Señor como por el
Espíritu de Dios”, (2 Corintios 3:18)
“Jehová está conmigo, no temeré lo que me pueda
hacer el hombre, Jehová está entre los que me ayudan, por tanto yo veré mi
deseo en los que me aborrecen”, (Salmos 118:6-7)
“Mejor en confiar en Dios, que confiar en el
hombre, mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes”, (Salmos 118:
8-9).
Jorge Arévalo
La sobregeneralización
Serie: Pensamientos perturbadores
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