sábado, 18 de agosto de 2018

PENSAMIENTOS SALUDABLES PARA EMPEZAR EL DÍA


Los primeros pensamientos al despertar son los que cuentan. La meditación de la mañana. Nuestra mente tiene la función de acomodar nuestro organismo y emociones al cuadro establecido en el interior de nuestro corazón. Lo confirman los expertos en el alma y la experiencia propia. Es la razón por la que al abrir los ojos no enciendo el televisor. No permito que factores externos determinen lo que debo de pensar ni lo que debo de sentir.

Somos afortunados al tener poder de elección. Elijamos lo que más nos conviene. Pensar bien y no mal es el secreto de una vida sana y abundante. Puedes echar de ti el temor, la incertidumbre, las emociones negativas, y alinearte a un cuadro de paz, de contentamiento, de regocijo, de fe y esperanza.  Las cosas buenas o malas de la vida están determinadas por la manera de pensar. Es cuestión de perspectiva.

En este sentido conviene ser racionalistas si tú así lo deseas. Puedes determinar lo que tus ojos quieres que vea, lo que tu boca debe hablar y lo que tus emociones deban sentir. Algunos pensamientos te ayudarán a sentirte de lo mejor y otros lo peor. Algunos pensamientos te harán sentir desde el arranque del día la paz y tranquilidad que buscas, o empezarás por preocuparte y caer en el estrés y la desdicha. Tú decides.

Las Escrituras también confirmar esta verdad. En el primer capítulo del libro de Josué dice:

1: 8” Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.

De día y de noche meditarás en él. En las palabras de este libro. Lo que decidas pensar determinará la prosperidad de tu camino y que todo te salga bien en la jornada.

Puedes creer esta verdad y determinar meditar en la palabra del viejo libro, puedes escoger poner estos pensamientos en tu mente y corazón para que alcances la sabiduría de la vida. Somos lo que pensamos, tenemos lo que producen nuestras palabras, podemos hacer cosas con la fuerza y el ánimo que nos da una confesión positiva.

Por esta razón el apóstol Pablo dice que debemos preferir no andar mirando las cosas que se ven o que nuestros ojos de los sentidos nos hacen ver, sino que debemos mirar las cosas que no se ven, las que son de bendición eterna.

“no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:18)

Nos asegura el apóstol que Dios el Creador del Universo opera bajo esta ley, pues en Romanos 4:17 dice:
"como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen".

El Dios de la vida nos da la pauta. El desea que sus criaturas operen bajo la misma forma, cambien su manera de pensar y decidan caminar en convicciones sanas de Su Palabra. El profeta Joel pone el ejemplo:

“Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy” (Joel 3:10)

Si tú eres débil puedes decir: “Fuerte soy”.

Diga el pobre “rico soy”, puesto que el apóstol declara: “Ustedes saben que nuestro Señor Jesucristo era rico, pero tanto los amó a ustedes que vino al mundo y se hizo pobre, para que con su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.” (2 Corintios 8:9 versión TLA).

Diga el que está enfermo “sano soy”, por cuanto Isaías el profeta declara: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.


Jorge Arévalo
Pensamientos saludables para empezar el día
Serie: Vida Sana

viernes, 17 de agosto de 2018

MEMORIAS DE MI MADRE

“Todos tienen una madre ninguna como la mía… ”, Es una frase de la canción a “A la sombra de mi madre” de Leodán.  Puedo decir lo mismo de la mía. Cesárea mi madre que hoy partió a la presencia de Dios fue una persona muy singular para la vida de todos sus hijos y sus nietos que pudieron disfrutar algunos años de su dichosa vida, de sus ocurrencias, sus historias y  temores. Mi madre fue una mujer que amó a sus hijos y fue correspondida con creces.  Ella nos mantenía unidos a todos lo cual es algo que continuará siendo. Cesárea tiene el logro de vernos realizados, cada quién con su propia familia.  
El proverbio bíblico hablando de la mujer impecable dice: “Mujer virtuosa quién la hallará, su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”. La vida de mi madre igual de preciada llega a estar también por encima de cualquier objeto de valor de este mundo. Sus correcciones, su cuidado, su entrega por todos sus hijos habrá de recordarse siempre. Ella estará en nuestra memoria por sus nobles hechos obrados en favor de todos nosotros. Sin duda, mi madre fue el ejemplo de virtud más cálido que la califica entre las mujeres grandes de este tiempo.
Los días de nuestra edad son 70 y en los más robustos 80 declara el Salmos 90: 10. Se puede entonces contar a mi madre entre las mujeres fuertes y saludables de esta tierra, ya que  vivió hasta pasado los 80. Su larga vida la hace una mujer bendecida por Dios. El hecho de haber vivido hasta ver a los hijos de sus hijos y a los hijos de los hijos de sus hijos la convierte  en una bienaventurada que no fue avergonzada por llenar con sus retoños su pequeña aljaba.
Dios siempre la sonrió y la cubrió con sus ángeles, fue librada de muchos males y accidentes y de eso nos consta. Vivió para contar aún a sus nietos anécdotas de su encuentro con sirenas, serpientes y tunches de la selva. Pero en todo esto, Dios siempre estuvo con ella con un especial cuidado y gracia que sus hijos hoy por fortuna también heredan.
Fue valiente, mujer guerrera y más que vencedora. Cuántas veces fue su alma perturbada y avanzó siempre. Los obstáculos no lo amilanaron. Las críticas y el recelo de otras por sus hermosas hijas la impulsaban más hacia adelante, sin retroceder, sobreponiéndose a la adversidad. Nos deja ahora un legado de valor, decisión y arrojo del cual todos la agradecemos.   
Mamita, para todos tus hijos, abuelita para un sinnúmero de nietos, no es un adiós sino tan sólo un hasta luego. Porque llegaste mamá a creer en la resurrección lo cual con audacia me preguntabas. Cristo resucitó y es primicia para todos los que murieron y es buena noticia para todos los creyentes, te decía. Esta promesa del futuro, lo escuchaste una y otra vez, y llegaste a creer que un día al final del sonido de la trompeta celestial, los muertos en Cristo se levantarán  de su tumba, de su dulce sueño, porque los creyentes en Cristo no mueren sino sólo duermen.
Jesús aseguró en Juan 11: 25.27 “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
Mamá Cesárea tú vives ahora en tu nueva patria celestial, contemplando con tus ojos toda la refulgente gloria de Dios. Has entrado como una heroína al monte de Sión, la Jerusalén celestial, a la compañía de millares de ángeles, a los espíritus de los justos hechos perfectos en Cristo, a la sangre que habla mejor que la de Abel. Te has acercado al propio Dios y a Jesucristo su hijo, para recibir tu galardón y tu premio. Ya no tendrás más llanto, ni dolor, ni  enfermedad  ni lágrimas.
Te amaremos por siempre mamá.
Jorge
y hermanas
Jackeline, Dalila, Pérsida, Perla, Kelly, Lorena y Yessenia.

miércoles, 15 de agosto de 2018

EL NUEVO NACIMIENTO


Hay cosas como el odio y el rencor que impide que desarrollemos una vida sana. Expertos en el tema del alma han probado que la existencia de estos sentimientos negativos en el interior de una persona es tan tóxica que provocan hasta enfermedades físicas ni que decir insatisfacciones que llegan a provocar desánimo, aburrimiento y depresión en la vida.

Para tener una vida sana es menester nacer de nuevo otra vez, es decir, nacer del espíritu y esto es una experiencia maravillosa, incomparable, puesto que ya eres consciente de las cosas que estás pasando. A diferencia de cuando nacemos del vientre de nuestra madre en que aún nuestro cerebro no puede captar el significado de venir a este mundo.

El nuevo nacimiento es una experiencia poderosa y mística que salva la vida de cualquier persona en condiciones psicológicas y físicas deplorables. Pueden dar fe de esto miles de millones de personas  alrededor del mundo que lo han vivido y el testimonio de igual número de antiguos que dejaron constancia de este suceso milagroso en obras tan magnas como “Confesiones”  de Agustín de Hipona, o el libro de los Hechos en el Nuevo Testamento bíblico que narra la conversión de Pablo el apóstol.

Yo mismo puedo dar fe de esta experiencia singular. De adolescente vivía con estados de ánimo tan cambiantes, me sentía desorientado, como perdido, sin un rumbo en la vida. El presente me parecía aburrido y no lograba avizorar nada bueno para mi futuro. Había caído en el desánimo, en el desinterés por la vida. Y esto era peligroso para mí. Pude quizás entregarme a la mala vida de la juventud o quitarme la vida. Pensé en estas cosas una y otra vez pero Dios logró librarme de fatales decisiones.

Luego llegó un día en que el Creador confrontó mi relación de continuo rechazo hacia él. Y pude darme cuenta de su amor y de su llamado a volver a nacer. El texto bíblico de Hechos 16:31 aún resuena claramente en mis oídos: 
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa”
Me dije a sí mismo en mi corazón y luego en un culto de la iglesia: “Sí Señor, yo creo en el Señor Jesucristo y deseo que él me haga salvo y haga salvo a toda mi familia, mis padres y hermanas”. Fue el día en que recibí a Cristo como mi Salvador en mi corazón. Ese día sentí en primer lugar el perdón de Dios de todos mis pecados, luego la pureza. Entre quebrantamiento y llanto viví la sensación de la purificación de mi alma.

Que hermosa experiencia. Otros efectos de esta obra del Espíritu fueron el alivio de mis cargas o tensión emocional que padecía. El rompimiento de mis cadenas de odio y rencor hacia una persona en particular que me afectó tanto. El sentirme amado y llenado por primera vez. El poder perdonar con sinceridad en mi corazón, el amar a mi familia y mis padres. El hacer las cosas por amor, sin que nadie me obligue ahora. El cambio de hijo rebelde a hijo obediente y el nuevo rumbo o propósito que mi vida había tomado a partir de entonces. Que gratos y abundantes beneficios del nuevo nacimiento.

Quizás mientras lees esta nota, puedes estar preguntándote: “¿Cómo puedo yo igualmente tener similar experiencia?” “¿Cómo puedo nacer de nuevo?”.

Si es así, ya diste el primer paso que es el de reconocer que necesitas un cambio en tu vida, un giro de 180 grados para volver a comenzar de nuevo. Esta es una oportunidad gloriosa que viene para ti de parte de Dios.

Lo segundo es reconocer que necesitas ser salvo y debes entregar tu vida a Cristo. Esto lo haces a través de una sincera oración como esta, lo cual te pido que lo repitas: 

“Padre, el nombre de Jesús, me acerco a ti, reconociendo que soy un pecador y que necesito tu perdón. Cristo, te entrego mi vida. Creo que tú eres el Señor y Salvador y que vives para siempre. Te recibo en mi corazón y te pido que desde hoy seas el Señor de mi vida . Amén”.

El nuevo nacimiento es el primer ingrediente hacia una vida sana en este mundo.

Jorge Arévalo
Nuevo Nacimiento
Serie: “Vida Sana”

martes, 14 de agosto de 2018

VIDA SANA



¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien? 
13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño. 
14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela.
(Salmos 34: 12-14)

Introduciré el presente libro presentando una receta bíblica para la vida sana. Es una fórmula que compone 5 consejos prácticos para alcanzar la plenitud en esta tierra. A la pregunta: ¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? El inspirado salmista responde:   
  • Guarda tu lengua del mal,
  • Y tus labios de hablar engaño
  • Apártate del mal
  • Y haz el bien
  • Busca la paz y síguela.
En estas sencillas instrucciones está el secreto para una existencia saludable. Veámoslo uno por uno:


Guarda tu lengua del mal

La tendencia propia del ser humano es el de ponerse por encima de su prójimo, de mostrarse superior al otro aún a costa de hablar mal de ella. Debemos de cuidar de no hacernos jueces de nadie sino nos corresponde. “No juzguéis, para que no seáis juzgado”, dijo el Maestro.

Otra forma de guardar la lengua del mal es no hablar cosas negativas. Cada cosa mala que decimos, cada maldición que proferimos en tiempos de adversidad se volverá en nuestra contra. El proverbio dice que la vida y la muerte están en poder de la lengua y los que la aman comerán de su fruto (Proverbios 18: 21).

El primer ingrediente para una vida sana entonces es “guarda tu lengua del mal”.


Y tus labios de hablar engaño
El hecho de decir mentiras o calumnias del prójimo es reprobable en la sociedad misma, hasta está penalizado en el código civil. Para vivir una sana debemos poner atención a nuestras relaciones con los demás. No se puede atentar la honra de ninguno tan fácilmente sólo porque que no nos cae, o porque tiene algo que uno no tiene y se apetece.

Aprender a decir la verdad es algo que se adquiere. Empecemos primero con tomar conciencia de esto y desde que empieza el día estar alerta de nuestros labios cuando pronuncia una mentira. Corrijámoslo de inmediato. Y poco a poco irá acostumbrándose sólo a la verdad.

Otro hecho importante es cuidar de no comprometernos sino estamos seguros de cumplir. Jesús enseñó que  nuestro hablar sea “Sí, si; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”. Si decimos que sí a una reunión o invitación y no vamos hemos dejado a nuestros labios hablar engaño.

El ingrediente aquí para tener una vida sana es hablar con la verdad. La verdad te llevará a ganarte la confianza de los demás y te promocionará a mayores cargos y niveles. Además fortalecerá tus relaciones con los demás.


Alejarse del mal


Si se desea disfrutar de una vida sana y permanente aquí en esta tierra debemos de poner atención a este sabio consejo. Alejarnos de todo aquello que represente un perjuicio o daño a  nuestra vida nos hará muy bien. Esto va desde derribar vicios hasta estar en enredos de corrupción.

La disciplina lleva a la salud, la integridad te protege. Lo que decidimos en el día a día es importante, decidamos por hacer el bien y no el mal. Del alejarnos de la maldad y la impiedad dependerá nuestra paz en este mundo.


Haz el bien
La lista es grande si se trata de planear actividades de bien. Las necesidades en este mundo son muchas. Hacen falta personas de buen corazón, que piensen más allá de sí mismos y busquen llenar la carencia de los demás. El ayudar al prójimo es una acción que llena el alma del que lo practica. No hay mayor satisfacción que el ser  instrumento de Dios para ver sonreír a un  niño en penuria, a un adolescente en apuros, a un joven en falta o a un adulto en privación.

Haz el bien es el cuarto ingredinte para vivir una vida sana.


Busca la paz y síguela
Es una bienaventuranza el ser un pacificador en este mundo. El Maestro enseñó que los que buscan la paz obtendrán reconocimiento y honra como recompensa. Contrario a esto  “quién siembra vientos cosecha tempestades”.

Pensemos en vivir practicando la paz. Esto implica llevar una vida de perdón a los enemigos, de bendición a los que nos maldicen, de hacer bien a los que nos aborrecen, y de orar por los que puedan ultrajarnos tal como lo enseñó Jesús.

El quinto ingrediente entonces para llevar una vida sana es hacer la paz.


Jorge Arévalo
Introducción
Serie: "Vida Sana"

lunes, 13 de agosto de 2018

ÁNGELES, DOCTRINA BÍBLICA


Para cerrar la serie “Ángeles”,   en el cual he venido narrando algunas experiencias personales de su accionar a mi favor de mi vida protegiéndome  y librándome en situaciones de riesgo y peligro, presento a continuación un sustento doctrinal desde el punto de vista de la Teología Bíblica. Sólo fundamentaré en el contexto de las historias que he escrito, dejando por ahora explicaciones como la teofanía, o temas como los ángeles caídos, juicios, categorías, formas, o rasgos emocionales de estos seres y me referiré específicamente a sus operaciones  en relación a los creyentes y en relación a la vida de nuestro Señor Jesucristo.

La enciclopedia bíblica LBLA en su índice de tópicos nos dice lo siguiente:
·         Los ángeles son seres espirituales creados por Dios, como se puede ver en el Salmos 148:2–5; Nehemías 9:6; Colosenses  1:16. 
·         Los ángeles sirven a Jesús en Marcos 1:13; Lucas 22:43  y ministran a los creyentes en 1 Reyes 19:6-8; Salmos 34.7; 91:11; Daniel 3:28; 6:22, Hechos 12: 5-10 y Hebreos 1:14.
·         Se aparecen como hombres en Génesis 18:2, 22; 19:1; Daniel 10:16–21; Hechos 10:3, 30–31; y Hebreos 13:2
·         Son muy fuertes,  Salmos 103:20; 2 Pedro 2:11
·         Y su número es de millones de millones según Hebreos 12:22; Apocalipsis 5:11

El Nuevo Diccionario de la Biblia (NDB) señala:
Los ángeles son seres espirituales que cumplen misiones entre Dios y los hombres. Se mencionan ciento ochenta veces en el AT y ciento sesenta y cinco en el NT. “Son espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación” (Hebreos 1:14), de los cuales son consiervos, no admitiendo el ser adorados por ellos.
·         Son criaturas superiores a los hombres (Hebreos 2:9). 
·          Frecuentemente se dice de ellos que son “enviados” por Dios (Génesis 19:13; Éxodo 23:20; Salmos 78:49; Daniel. 3:28; 6:22),  para proteger a los hombres. 

El Diccionario Teológico de la Biblia (DTB) añade que un ángel podía proveer o producir:
          (Génesis 24:7, 40) la guía para tomar las decisiones correctas
          (Génesis 48:16) Libertad de todo mal
          (Éxodo 23:20, 23; 32:34; 33:2; Números 20:16) Protección y guía física
          (Oseas 12:4; Génesis 32:24–30) La presencia de Dios

El “ángel de Dios” puede:
          (Génesis 21:17) Escuchar a los afligidos y responder desde “el cielo”
          (Éxodo 14:19) Viajar con el pueblo de Dios
          (Jueces 6:20) Dar instrucciones verbales para una tarea.
          (Jueces 13:6) Tener apariencia humana, distinguiéndose por una presencia formidable

El diccionario bíblico Lexham indica que los ángeles: 
          (Mateo 4:11; Marcos 1:13) Asisten a quienes están bajo un ataque espiritual negativo
          (Mateo 28:5; Hechos 7:30–38; 11:13) Pueden encontrarse y comunicarse con los humanos
          (Hebreos 13:2) Pueden ser hospedados sin manifestar su identidad
          (Mateo 4:6; Lucas 4:10) Protegen a los fieles

Agrega que el “ángel del Señor”:
          (Mateo 1:20; 2:13, 19; Lucas 1:11) aparece en sueños o en visiones
          (Mateo 1:24; Hechos 12:7–8) Da órdenes a los creyentes, se comunica con ellos y les da buenas noticias
          (Mateo 28:2a) Desciende del cielo
          (Hechos 5:19; 12:7–11) Abre las puertas de las cárceles y las cadenas
          (Hechos 12:10) Y puede desaparecer de repente

El Diccionario de la lengua española (DGLEV)  afirma la relación con Cristo: 
·         Fue «visto de los ángeles» (1 Timoteo 3:16). 
·         Anuncian su nacimiento (Lucas 1: 26-33; 2:13), 
·         Le protegen en su infancia (Mateo 2:13), 
·         Le asisten en la tentación (Mateo 4:11), 
·         Están listos para defenderle (Mateo 26:53), 
·         Le confortan en Getsemaní (Lucas 22:43), 
·         Remueven la piedra del sepulcro (Mateo 28:2), 
·         Anuncian la resurrección (Mateo 28:6) y la Segunda Venida (Hechos 1:10, 11).
Y finalmente afirmo que sea también función especial de los ángeles trasladar a los justos al seno de Abraham cuando mueren (Lucas 16:22s).

Jorge Arévalo
Serie: “Ángeles”
Capítulo final I Parte

domingo, 12 de agosto de 2018

EL CRISTO MARAVILLOSO



Quiero compartirles acerca de la maravilla de la persona de nuestro Señor Jesucristo y su poderosa obra en mi vida. Antes de conocerlo y aceptarlo como mi Salvador personal vivía yo con muchos temores, amarguras y desánimo, esto hasta la edad de 16 años en que tuve la hermosa experiencia de nacer de nuevo por Su Palabra y Espíritu, vivencia en que sentí que las cadenas de maldad en mi alma fueron rotas, mis pecados perdonados, y mi corazón llenado de su incomparable amor. Mi vida dio un giro inmediato de 180 grados. Ahora sentía haber encontrado mi propósito y llamado en el mundo. Mi felicidad era inmensa.

A medida que leía la Palabra de Dios, iba cada vez más revelándose a mi mente y corazón la persona del Cristo maravilloso. Su carácter santo y noble me representaba un ideal a alcanzar en la vida. Ser como él constituye aún el principal objetivo de mi existencia.

Comparto dos textos que muestran la belleza del carácter del Cristo maravilloso. Esta perfección de humanidad que seduce y cautiva cualquier corazón en búsqueda de sentido.


Mateo 17: 24- 27

24 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 
25 El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? 
26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. 
27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.

Vemos en el texto que el Maestro envía a Pedro a pescar en el mar, tirar el anzuelo, abrir la boca del primer pez enganchado y sacar de su vientre la moneda que necesitaban para el pago del impuesto. Jesús dijo a Pedro que hacía esto no porque debía, siendo el Unigénito del Padre Dios, dueño y creador del universo.

Lo hizo para no ofenderles.

Es lo que nos pasa a nosotros mismos en el presente, nos incomoda tener que pagar impuestos, más aún si son exorbitantes como en la mayoría de países,  pero si somos seguidores de Jesús lo tenemos que pagar  y por el mismo motivo que el Maestro lo hizo, “para no ofenderles”, ya saben a quiénes.

Esta maravilla del carácter y sabiduría de Cristo es lo que asombra. Lo hace único, lo erige como nuestro modelo a imitar.

Valga la redundancia, “ofender” es una palabra que según el diccionario significa: "hacer daño a uno físicamente, hiriéndole o maltratándole. Nuestro Cristo es incapaz de hacer esto.  ¿Lo somos acaso nosotros?

Añado que su incapacidad para ofender o hacer daño a uno físicamente tal como lo define el diccionario pasa por jamás enviar enfermedades o pestes a sus hijos ya que el contexto de los evangelios lo presenta como el que sana, el que restaura y el que da vida. Los pensamientos que el Cristo tiene sobre ti, son pensamientos de bien y no de mal para darnos un futuro y una esperanza, así lo describe Jeremías el profeta.


Otro texto:

Mateo 11: 29
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”

El Maestro es manso y humilde de corazón. No hay mayor virtud del ser humano que ser capaz de controlarse a sí mismo en cualquier situación. Mantenerse ecuánime todo el tiempo a pesar de las circunstancias adversas es de hombres maduros que alcanzaron la perfección de un carácter noble. La mansedumbre es la fortaleza del espíritu. El proverbio dice: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”.

Este es el Cristo del cual ahora testifico. Todos estos años de mi relación con él, me ha soportado, con mansedumbre me enseña y con su amor ágape aún me atrae.

Y qué es de ti?, ¿Crees que necesitas conocerlo?

Manso según el diccionario es una persona de carácter bueno, suave, apacible y sosegado. Palabras que definen muy bien al Cristo maravilloso del cual hoy te testifico.


Jorge Arévalo
EL CRISTO MARAVILLOSO

ALINEA TU CONFESIÒN A LA PALABRA DE DIOS

  Descubrí claramente el poder de la palabra cuando el texto bíblico de Hebreos 4: 12 llamó mi atención acerca de sus efectos. Literalmente ...