Los primeros pensamientos al despertar son los que cuentan. La meditación de la mañana. Nuestra mente tiene la función de acomodar nuestro organismo y emociones al cuadro establecido en el interior de nuestro corazón. Lo confirman los expertos en el alma y la experiencia propia. Es la razón por la que al abrir los ojos no enciendo el televisor. No permito que factores externos determinen lo que debo de pensar ni lo que debo de sentir. Somos afortunados al tener poder de elección. Elijamos lo que más nos conviene. Pensar bien y no mal es el secreto de una vida sana y abundante. Puedes echar de ti el temor, la incertidumbre, las emociones negativas, y alinearte a un cuadro de paz, de contentamiento, de regocijo, de fe y esperanza. Las cosas buenas o malas de la vida están determinadas por la manera de pensar. Es cuestión de perspectiva. En este sentido conviene ser racionalistas si tú así lo deseas. Puedes determinar lo que tus ojos quieres que vea, lo que tu boca debe hablar y