domingo, 14 de junio de 2020

USA LA PALABRA PARA MOLDEAR TU CARÁCTER


Marcos 11: 24 en la versión RVA del 2015 dice:

“Por esta razón les digo que todo por lo cual oran y piden, crean que lo han recibido y les será hecho”

Podemos usar la palabra para nuestra prosperidad en todas las cosas, salud, finanzas, paz emocional, pero también para moldear nuestro carácter. Jesús enseña en este texto que todo lo que oremos y pidamos a Dios, creamos que ya lo hemos recibido y lo tendremos. Es decir, la fe hará que suceda, y la fe se expresa en palabras.

En cuanto a nuestro carácter, hay muchos patrones o formas de comportamiento aprendidas de nuestra cultura o de nuestros padres que necesitamos cambiar. Son malas expresiones, malos hábitos y mala conducta del cual tenemos que deshacernos.  Debemos ponernos en las manos de Dios como esas vasijas de barro y dejar que él nos moldee conforme a su Palabra y a su Voluntad. Es la razón por la cual, usaré el Salmos 101 para este propósito, porque ella nos muestra cosas específicas en cuanto al carácter que si los internalizamos harán brillar más nuestra luz.

Veamos:

      1.      “Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa”,  verso 2

En la versión de las Américas de este verso dice: “Prestaré atención al camino de la integridad”, en otras dice: “Me comportaré prudentemente”, “en forma intachable”.

Comportarse de manera perfecta, íntegra, intachable debería ser nuestra primera finalidad en nuestro crecimiento y desarrollo personal.

Las personas con integridad son como estrellas que brillan en el firmamento o como luz del sol en la oscuridad del túnel.  Los íntegros son necesarios en toda esfera de la sociedad, tanto familiar, religiosa, empresarial y política.

Toma una de tus manos, colócalas en tu cabeza y la otra a la altura de tu corazón y declara:

“Soy una persona íntegra”, “Gracias Señor, tú vienes a mí y entonces yo empiezo a entender el camino de la integridad”.  “En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa”.

Esta declaración de integridad debe ser añadida a tu oración todos los días.
      
       2.       “No pondré delante de mis ojos cosa injusta”, verso 3

Este versículo es muy claro con respecto a cosas injustas que no debemos permitirlas, cosas como soborno, lujuria, avaricia y cualquier otra forma de codicia de los ojos. El ideal es mantener el corazón y la conciencia limpia.

Usa la palabra para traer nuevos hábitos a tu vida. Declara:

“Sólo pondré delante de mis ojos cosas que sean justas y limpias”, “Mis pensamientos son de justicia, bondad, integridad, amabilidad, y toda cosa buena”.  “Mis ojos miran sólo que es bueno, perfecto y agradable”.


       3.       “Corazón perverso se apartará de mí”, verso 4

La Nueva Versión Internacional de este texto dice: “Alejaré de mí toda intención perversa” y la traducción Dios habla hoy completa con la declaración de: “¡no quiero hacer nada malo!”.

Estas son hermosas palabras que podemos usar para moldear nuestro carácter, a una mejor, donde se refleje la integridad desde nuestras intenciones.

“Oh Dios, necesitamos más limpieza en nuestras vidas”.  Nuestras instituciones se verían mejor, si los que estamos en ellas somos más limpios”.

Declara: “Estoy lejos de toda intención perversa, no hago ni haré nada malo”


      4.       “Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré; No sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso”, verso 5

Los que de manera solapada acostumbran cometer infamia con su prójimo, calumniándolo  en secreto, en lo escondido, nunca de frente, porque no están seguros de la verdad, no tienen las pruebas, pero aun así de manera malintencionada manchan la honra ajena, bien les vendría el Proverbio 21: 23 dice: “El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias”.

Podemos declarar a nuestro favor: “Yo soy una persona transparente, no ando solapadamente calumniando a nadie”, “Soy una persona sencilla, estoy lejos de toda altanería”, “Mi corazón es humilde, apartado de toda vanidad”.


       5.       “No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos”, verso 7

Hoy escuchamos continuamente en las noticias respecto a fraudes, estafas y engaños en la función pública, también los hay también en la rama empresarial, y más que de seguro ninguna institución se salve de contar con administrativos que los hayan defraudado.

Debemos de cubrirnos con este versículo bíblico, permitiendo que nos moldee en integridad. Declara: “Soy una persona limpia, honesta, no hago fraude, ni estafo a hombre alguno”, “Soy justo, y alcanzo a cada uno lo que le corresponde”.


Hasta aquí podemos ver un resumen de lo que predica este Salmos:
  • Crecimiento y superación personal
  •  Integridad en todas las áreas
  • Pureza de los ojos
  • Corazón bueno y limpio
  • Sencillo y humilde
  •  Honesto y justo
  • Que habla verdad

Estas son las características del carácter que debemos perseguir.  La declaración diaria de la Palabra en esta dirección nos ayudará a moldearnos como se moldea al barro.

Visualízate como ese hombre bueno, que cada día crece y se supera, que es íntegro, que es de ojos puros, corazón limpio, además de sencillo, humilde, honesto, justo y que sólo habla verdad.

Jesús enseñó que “al que cree todo le es posible”.


Jorge Arévalo

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