El texto de Romanos 10: 9-10 declara: “ Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” Para ser salvo se requiere dar dos pasos: Primero, confesar a Jesús como el Señor de tu vida y Segundo creer en el corazón que Dios le levantó de los muertos, es decir, que Cristo ha resucitado, que está vivo. En 1 Corintios 15: 3-8, al apóstol Pablo da a conocer lo que son las buenas nuevas del evangelio: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstol