domingo, 17 de octubre de 2021

Los sentimientos en la Biblia


Gálatas 5: 22-23

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Un sentimiento es la suma de una emoción + un pensamiento. Una emoción se transforma en sentimiento en la medida que uno toma consciencia de ella o la va pensando. Por eso es determinante tener la mente renovada (Romanos 12: 2), para mantenernos enfocado en las cosas buenas de Dios.

Escribí un libro sobre los pensamientos perturbadores de los cuales debemos de tener cuidado para evitar los sentimientos negativos.

Pensamientos como:

“No puedo soportar esto” o “no puedo más”

¿A qué nos lleva esta clase de pensamiento? ¿Acaso no es a experimentar un sentimiento de impotencia y de frustración?

Por lo que, en lugar de pensar de que no podemos soportar tal o cual situación debemos pensar y declarar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13)

Otra clase de pensamiento, en este caso extremista es El “todo o nada”

El todo o nada son de esos pensamientos extremos que nos pueden igualmente

 conducir a un sentimiento de inutilidad.

Por ejemplo: “Sino saco 20 en el examen me sentiré un perdedor”, o “sino consigo que este trabajo quede perfecto no habrá servido de nada, será un desastre”.

En lugar de pensar que la “senda de los hijos de Dios va en aumento hasta que el día es perfecto”, que Dios nos lleva de “gloria en gloria” y de “poder en poder”, por lo que no que no alcancé hoy lo alcanzaré en los días que vienen”. Y sentirte feliz de mi logro.

Existen también pensamientos falsos que son errores de interpretación que derivan a un sentimiento de desamor, cólera y miedo.

Por ejemplo: “Ha pasado por mi lado y no me ha saludado, seguro que está molesto conmigo”.

Estas son nada más que suposiciones, muchos pensamientos como este están alejados de la verdad.

Por tanto, no debemos permitir que ideas falsas o premisas erróneas terminen por hacernos sentir dolor, rencor, celos y otros sentimientos negativos como estos. Nuestras mentes deben estar llenos de pensamientos poderosos de la Palabra de Dios que nos hagan sentir igualmente poderosos y que somos amados en Cristo.

 La Biblia enseña que tenemos al ayudador, al Espíritu Santo con nosotros con el cual podemos tener control de nuestros pensamientos y emociones.

1 Pedro 5: 6-11 dice:

“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe”

Y hablando de la ansiedad, el texto de Mateo 6: 33 nos insta primero a buscar el reino de Dios y su justicia para no caer en el afán de las cosas, para no vivir ansiosos por metas como el de una mejor vivienda, mejor ingreso o mejor alimentación.

“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”

¿Qué es buscar primeramente el reino de Dios y su justicia para tener todas las cosas suplidas?

 Diría que es buscar tres cosas en la vida: Soñar con las promesas de Dios, orar con fe y vivir en acción de gracias. Veámoslo con más detalle:

 1. Soñar con las promesas de Dios

  Esto es ir a acostarse cada noche pensando e imaginándose con la promesa de Dios cumplida en la vida. Por ejemplo la promesa cumplida de Deuteronomio 6: 10- 11:

“Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies”.

Una vez que veas esta promesa con los ojos del espíritu y te emociones por esto comenzarás a llenarte con un sentimiento de gozo cumplido que hará posible su manifestación en no mucho tiempo.

De esta manera es que se dan los milagros.

2 Samuel 6:11-12

En 1 Samuel 6: 11-12 vemos que el rey David se entera que el arca de Dios había bendecido la casa de Obed Edom durante los tres meses que estaba allí y él comenzó a desear, soñar y planificar con tener la misma bendición en toda la ciudad

 de Jerusalén.

“Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa. Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David”.

Esa alegría que sintió al traer el arca del pacto a la ciudad capital de su reino ya lo había sentido cada noche que soñaba con este deseo.

El principio que debemos observar aquí es:

“Vive en el sentimiento de la realidad como si ya lo tuvieras”.

Pregúntate: ¿Cómo me sentiría si se realizara mi deseo? Pues no esperes a la manifestación de ese deseo, siéntete feliz ahora mismo como si ya lo fuera porque: “Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”

Esta clase de sentimientos realizados debemos poseer cada día antes de

  dormir. Mientras nos preparamos para u sueño exitoso asumamos primero una conciencia de éxito declarando: “Yo soy un hombre exitoso en Cristo”.

2. Orar con fe, Marcos11:24

 El mismo principio de fe se aplica a la oración. Jesús dijo en Marcos 11:24:

  “Por eso les digo que cuando pidan algo en sus oraciones, pídanlo convencidos de que ya lo han recibido y entonces todo lo que pidan será suyo” (Versión Palabra de Dios para todos PDT)

Cree que tus oraciones fueron atendidas. La fe es un sentimiento, de acuerdo a tu sentimiento sea hecho.

Bajo esta premisa la oración no es tanto lo que pides sino cómo te preparas para recibirlo. La única condición requerida en este verso es que creas que tus oraciones ya fueron atendidas. La oración que es respondida es la que asume el sentimiento de que ya lo tienes, de que es tuyo.

Debes sentir tu petición o deseo como algo ya realizado.

  Disciplina tus sentimientos

Con esto no quiero decir que reprimas tus sentimientos, sino procurar mantener solo los sentimientos que albergan felicidad. No albergues sentimientos indeseables, no pienses en lo malo.

“Yo estoy sano” es un sentimiento deseable más fuerte que el “yo estaré sano”.

El sentimiento precede a la manifestación de tu milagro, por tanto, un cambio de sentimiento es un cambio de destino.

El autocontrol de tus pensamientos y tus sentimientos debe ser el mayor de tus logros, porque de esto depende que tus oraciones seas respondidas.

1 Samuel 1

Un ejemplo de una mujer que cambió sus sentimientos luego de que oró a Dios es Ana. En 1 Samuel 1 se la ve como cambió sus sentimientos de tristeza por el del gozo porque creyó que su oración había sido concedida.

 Creyó que no estaba más estéril, actuó como una mujer sana y tuvo muchos hijos más porque actuó en el principio de la oración de fe.

 3. Acción de Gracias

 Jesús se acercó a la tumba de Lázaro pero no oró, sólo dio gracias, ya había orado antes, ya había creído en la respuesta a su oración, ya había visto en su imaginación a Lázaro estando vivo. Solo atinó a dar gracias al Padre.

En Juan 11: 38-41 dice:

“Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído”.

Mateo 14: 19

 Similar principio vemos en el caso de la multiplicación de los panes, Mateo 14:19: “Luego de ordenar que la gente se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió los panes y se los dio a los discípulos, para que ellos los repartieran a la gente”.

El vivir en acción de gracias es vivir creyendo en que Dios es un Dios de respuestas, es vivir en la certeza de las cosas que se esperan en lo natural, es caminar en la convicción de las cosas que no se ven.

Recuérdalo entonces, los sentimientos en la vida son importantes, determinarán si recibes o no las respuestas a tus oraciones.

Debemos fortalecer nuestros sentimientos positivos creyendo a las promesas de Dios, actuando en la oración de fe y viviendo en acción de gracias como un estilo de vida delante de Dios y de los hombres.

Jorge Arevalo

  

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