sábado, 11 de julio de 2020

CUANDO EL ÁGUILA VIEJA VUELVE A SER JOVEN



El águila es una de las aves con mayor longevidad entre su especie. Llega a vivir hasta los 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.

A los 40, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a
sus presas con las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva, apuntando contra su pecho. Sus alas lucen envejecidas y pesadas y sus plumas están muy gruesas. Volar se le hace muy difícil.

Entonces, es cuando tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación que durará 150 días.  Este proceso consistirá en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano al paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.

Después de encontrar el lugar, el águila deberá comenzar a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.

Cuando las nuevas uñas comiencen a nacer se arrancará todas las plumas viejas y después de unos meses, saldrá para su vuelo de renovación y para vivir su temporada nueva de gloria y honra por aproximadamente 30 años más.

Muchos que se sienten cansados necesitan de renovación en este tiempo, como el águila que toma su descanso en lo alto de las montañas y se queda allí por una temporada, así el que siente que su espíritu se ha apagado debe hacer un alto en los caminos de la vida para volver a sus fuerzas de juventud.

A todos en la vida nos llega un momento en que reflexionamos sobre  la existencia, son esos momentos en que por alguna circunstancia uno siente que le es difícil continuar, pues toda carga se ha vuelto pesada.

El estrés y  el cansancio de las cosas puede que estén conduciendo la vida a un colapso, es en este tiempo que como el águila se debe levantar la mirada a lo más alto de la montaña y buscar por el Creador de la vida  quién con su unción fresca renovará y dará el rocío de la juventud a quienes lo ansían.

El fortalecerse en Dios a través de la meditación y la oración afilará nuevamente el pico, las uñas y hará salir plumas nuevas,  la etapa de florecimiento regresará.

Las cosas viejas volverán a quedar en el pasado, se vendrán las nuevas y los grandes sueños. Estarás listo para otra vez comenzar a volar las alturas con frescura de planes y visión.

El Señor de las alturas te dice: “Hijo mío, eres libre de tu aflicción y angustia,  toma la sabiduría del águila y vuélvete a tu primer amor y al gozo de tu salvación”.

Jorge Arevalo

martes, 7 de julio de 2020

LOS ALTARES DE ABRAHAM Y LO QUE REPRESENTA A NOSOTROS.


Comenzamos a salir de la cuarentena y para muchos este tiempo representa un nuevo comienzo, de oportunidades nuevas, para otros quizás sea lo contrario porque puede que hayan perdido el empleo o los ingresos que antes generaban. Los altares levantados por Abraham representan procesos en la vida.

Abraham tenía la costumbre de construir altares por donde quiera que fuera, por aquello que representaba un avance o una incertidumbre en su camino.

El altar era su tiempo de comunión y adoración con el Señor, era el lugar de su renovación y fortaleza.  Los altares representan etapas de la vida que paso a describirlas y que estoy seguro que te identificarás con alguna de ellas.
     
    1.   Génesis 12: 1-9 vemos que levanta el primer altar. 

El primer altar lo edifica por motivo de que Dios se le había aparecido y entregado una maravillosa promesa: “A tu descendencia daré esta tierra”.

Los judíos son su descendencia en lo natural que pueden disfrutar hoy de esta promesa. En la actualidad tienen  más de 70 años de haber regresado a sus tierras y estar establecidos. No les resultó fácil, tuvieron que defenderla en la guerra de los seis días y aún en el presente lo defienden de los continuos ataques de los palestinos y el odio de movimientos comunistas o fascistas enfrascados en la ONU. Pero Dios les ha hecho fuertes y prósperos, en estos días acaban de lanzar un cohete al espacio. Y se les conoce que son líderes mundiales en muchas áreas.

Este altar representa el agradecimiento por sus infinitas misericordias, representa la fidelidad de Dios a sus promesas. A pesar de las dificultades Dios no nos ha desamparado, no ha faltado el pan en nuestras mesas y estamos en pie, con ánimos de continuar y alcanzar lo que deseamos.

Este primer altar es la gratitud por todas las cosas, no sólo buenas, sino también las no buenas. Todo ayuda a bien.

    2.   El segundo altar lo edifica en un monte en los alrededores de Betel y significa “casa de Dios y puerta del cielo”, e invocó allí el nombre de Dios, Génesis 28: 17

Edificar un altar en los alrededores de Betel “casa de Dios”, para invocarlo, nos recuerda la enseñanza de Jesús respecto de la oración. Es lo mejor que nos puede suceder en esta vida, que le invoquemos, y que invoquemos su Palabra.

La oración nos llenará de paz y fortaleza. Nos hará sentir ganadores y más que vencedores. En la oración nos renovamos como el águila, nuestras fuerzas se aumentan como las del búfalo, de pronto nos convertimos en esos guerreros que todo lo quieren conquistar. Su Palabra es un gran aliento para nuestro corazón.

En estas primeras etapas de su vida Abraham se equivoca una y otra vez, por su historia conocemos del percance de Sara a quién le presentó como su hermana ante los egipcios y los percances con su sobrino Lot con quién no debió haber salido de Ur. Pronto tuvo problemas por la tierra que compartían y en la batalla con los reyes de las naciones de alrededor a quienes tuvo que derrotar a fin de rescatarle.  

En Génesis 13: 3-4 vemos que regresa nuevamente al lugar del altar en Betel para volver a invocar al Dios que le llamó.

El segundo altar representa entonces la oración, el lugar donde recuperamos nuestras fuerzas, donde nos renovamos para volver alzar vuelo a las alturas.   

En 1 Samuel 30: 6 leemos que David conocía muy bien de este secreto: 

“Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios”.

    3.   El tercer altar lo vemos en Génesis 13: 14-18.

Este tercer altar lo edifica en Hebrón cuando se separa de Lot. Esta separación fue un momento duro para Abraham, fue un proceso difícil de asimilar para él, pues seguro que lo amaba como a su propio hijo, pero la separación era necesaria.  

Hay momentos en la vida en que pasamos por un proceso de renuncia, de separación de aquello que representa lo viejo, o algún obstáculo para la realización de un propósito completo.

Pero esa renuncia no significa un retroceso, al contrario significa un avance. A aquellos que han perdido cosas, quizás seres queridos en esta pandemia les toca ahora tomar un gran impulso. Les toca volver a esforzarse y ser valientes para continuar. Con buena actitud volverán a ser llenados, volverán a ser prosperados.

Jesús dio una gran promesa en Mateo 19: 29

“Cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”.

El proceso de la pérdida o renuncia a algunas cosas te conducirá a tiempos de mayor bendición, a un 100 veces más aquí en la tierra asegura el Salvador.   

El tercer altar pues, representa la renuncia, la separación de algo que te dará un nuevo impulso a mayores logros.  

Hebrón también es el lugar donde David fue ungido la segunda vez. Si hacemos el paralelismo digamos que este tercer altar levantado en Hebrón representa una unción de mayor nivel, digamos que representa asimismo un tiempo nuevo para un avance en el área espiritual, los negocios y el liderazgo.

    4.   En Génesis 22: 9 encontramos un cuarto altar, Abraham lo edifica por motivo del sacrificio de su hijo Isaac.

Este cuarto altar aún es más profundo que el tercero, va más allá de asimilar alguna pérdida o renuncia de algo y de tomar un gran impulso. Este cuarto altar del sacrificio representa la entrega total, la rendición de nuestra voluntad para hacer la voluntad de Aquel que nos llamó, significa la consagración de nuestra vida para vivir totalmente en sus propósitos.

Y esto debemos tomarlo como un privilegio, puesto que no hay mayor dicha que ser instrumentos de bendición para muchos. Dios te ha ungido para dar las buenas nuevas a los pobres, para sanar a los quebrantados de corazón, para liberar al cautivo, poner en libertad al oprimido y para predicar el año agradable del Señor a todas las naciones. No lo olvides, es tu máximo llamado en este mundo. Y esto tómalo como una honra. Dios te ha honrado al darte la comisión de servir a los demás.    

Jorge Arévalo

domingo, 5 de julio de 2020

USA LA PALABRA PARA TU PROTECCIÓN DEL PELIGRO



En el libro de los hechos capítulo 28: 1-5 se nos narra el percance que Pablo tuvo estando en la isla de Malta. Era una noche fría de lluvia, y tanto él como otros prisioneros que eran trasladados a Roma acababan de salvar de un naufragio en el mar.

La historia nos dice que Pablo fue a recoger leña para echarla a la hoguera cuando de repente una serpiente saltó de entre las ramas y mordió su mano. Todos vieron a la serpiente colgada de la mano de Pablo y esperaban que hinchara o que cayera muerto en cualquier momento, pero se cansaron de esperar porque a Pablo no le ocurría nada. Fue entonces que los isleños cambiaron de idea y pensaron que Pablo era un dios.

Esta historia de protección es una muestra de dos clases de pensamientos. La primera pesimista, de resignación, de fatalidad y de muerte tal como se lee que pensaban los hombres de Malta y otro la de Pablo aunque no nos dice específicamente lo que pudo haber pensado pero es de imaginar por la manera como sacudió a la serpiente y lo echó al fuego que Pablo pensara que no existe ninguna arma forjada preparada para él que pueda prosperar o el pensamiento en la palabra de Cristo a sus discípulos en Marcos 16: 17-18 que las señales que seguirían a los creyentes estaba el tomar en las manos serpientes y si bebieren cosa mortífera no les haría daño alguno, asimismo el de Lucas 10. 19 que dice:
 “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”. También pudo estar en su mente la palabra que Jesús le dio que sería testigo de él en Roma, un lugar que aún estaba lejos de llegar.  

Pablo más que seguro basó su creencia, sus pensamientos y confesión en todas estas palabras y promesas de Cristo que le valieron para su protección del peligro de la muerte y es la manera cómo también nosotros debemos de protegernos.

Sin duda, que la batalla comienza en la mente. La mente es un filtro de bendición o maldición para nosotros. Debemos hacer que nos sea de bendición. Allí es donde debemos cernir lo que debe entrar a nuestro corazón y luego salir por nuestra boca. Porque de la abundancia del corazón es que habla la boca.

Pablo enseña en Filipenses que debemos de llenar nuestra mente sólo de pensamientos de poder, de bondad y de posibilidades. Literalmente lo dice así:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”

Una vez que afirmemos nuestros pensamientos en la roca de las palabras de Cristo debemos de meditarla, imaginarla, disfrutarla como si estuviéramos viéndola en la realidad haciendo que penetre en nuestro corazón y de allí liberarla con proclamaciones de poder.

A eso me refiero cuando afirmo que debes usar la palabra para la protección del peligro, tal como la usó Pablo.

Para bendición nuestra hay abundantes promesas que podemos considerar para proteger  nuestra vida y la de nuestros seres queridos. Antes declara esta palabra:
“Soy inmune al veneno y a todo virus”
“Si bebo cosa mortífera (o si el virus del sars – cov- 2 penetrara por mi boca, nariz u ojos) no me hará daño”
“Tengo potestad de hollar serpientes y escorpiones y toda fuerza del enemigo y nada me dañará”

Promesas de protección
Salmos 91: 3-7

“El te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará”

El salmos 91 es una poderosa promesa de protección para los que confían en la Palabra de Dios. Aplícala sobre tu vida en forma personal. 
Declara:

“El me libra del lazo del cazador, de la peste destructora”, “con sus plumas me cubre y debajo de sus alas estoy seguro”
“No temo el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad (o en lo invisible), ni mortandad que en medio del día destruya”
“Caerán a mi lado mil, y diez mil a mi diestra, más a mí no llegará”

Salmos 97: 3
“Fuego va delante de mí,
Y quema todo virus a mi alrededor”

Salmos 92: 12-14
“Yo florezco como la palmera;
Crezco como cedro en el Líbano.
Aun en la vejez fructificaré
Estaré vigoroso y verde"

“Estoy vacunado en mi mente con la palabra de Dios” “soy inmune en mi cuerpo, mi sistema inmunológico es fuerte, mis defensas son altas”,
“He sido curado por las llagas de Cristo”.

Salmos 110: 3b
“Tengo el rocío de la juventud”, “Estoy como de 20”

“Estoy rejuvenecido como el águila”
“Mis fuerzas aumentan como las del búfalo”

Salmos 1

“Soy como el árbol plantado juntos a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prospera”

“Soy ese árbol fuerte, sano, vigoroso, bien nutrido, ni un solo cabello de mi cabeza cae, soy un hombre fructífero, productivo, y todo lo que hago prospera”

“Estoy a salvo sobre la roca”, “la roca es la palabra de Dios, y estoy a salvo en él”

Salmos 107: 20
“Por la palabra estoy libre del peligro, libre de la pobreza y de la enfermedad”

Cuando uno lee los salmos por lo general encuentra que los salmistas son proclamadores de palabras de confianza, de fe, de victoria, de prosperidad, de gozo y de alabanza”

Salmos 144: 12
“Nuestros hijos crecen sanos y nuestras hijos son hermosas como columnas labradas de un palacio”

Salmos 118: 6
“Dios está conmigo, él es mi escudo, no temo”.

Salmos 121
“Dios guarda mi salida y mi entrada”, “Él es sombra a mi mano derecha, el sol no me fatigará de día ni la luna de noche”, “Él guarda mi alma

Salmos 119: 134
“Estoy libre de toda violencia de los hombres”

Salmos 124: 7
“Mi alma escapó cual ave del lazo de los cazadores, el lazo está roto, soy libre, estoy fuera de todo peligro”

Salmos 127: 2
“Dios me da el sueño, porque soy su amado”, “Duermo tranquilo por las noches”

Salmos 128: 6
“Veré a los hijos de mis hijos”, “Vendré a mis padres en paz y seré sepultado en buena vejez” 

Salmos 130: 7
“Dios me ha dado abundante redención”, “He recibido perdón, misericordia, gracia y salvación”

La palabra salvación se traduce del griego como poner a alguien en un lugar seguro, sanar, y librar de peligros físicos. Bien, entonces “soy libre, estoy a salvo. Dios es mi salvación”.


Jorge Arevalo

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  Descubrí claramente el poder de la palabra cuando el texto bíblico de Hebreos 4: 12 llamó mi atención acerca de sus efectos. Literalmente ...