Otra
forma de pensamientos que perturban es lo que se conoce como "personalización", que
consiste en el hábito de suponer sin base alguna que todo lo que la gente dice
o hace tiene que ver directamente con uno mismo. Ejemplos:
En
el trabajo una persona tenía la impresión de que cada vez que el encargado
hablaba de que había que mejorar se referían exclusivamente a él. Esta persona
pensaba: "Sé que lo dice por mí".
Una
mujer que escuchaba a su marido quejarse de lo aburrido del fin de semana,
pensaba: "Seguro que piensa que soy aburrida".
“La
profesora me mira mientras corrige, seguro que me suspende”.
“Marta
tiene mala cara, debe de estar enfadada conmigo”.
“Pepe
y Manuel se están riendo, seguro que es de mi”,
Otra de las maneras de personalizar es compararse con otras personas de manera frecuente:
"Soy
menos sociable que José"
“Realmente, pocas personas de aquí parecen más listas que
yo”.
Las
palabras claves en esta categoría de distorsiones mentales es: "Lo dice por
mí", "Hago esto mejor (o peor) que tal".
¿Cómo refutar esta distorsión de la personalización?
Uno debe por lo general acostumbrarse a no sacar conclusiones apresuradas
a no ser que tengamos evidencias claras
y pruebas razonables. Preguntarse: ¿Qué pruebas tengo de que eso es
así? ¿Compararme cuando salgo perdiendo, me ayuda en
algo? ¿Tener menos de algo que otra persona, me convierte en menos persona?
Pensamientos cristianos para contrarrestar esta manera de
pensar:
Hacer la oración de Jabes cada mañana:
“¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!”
(1 Crónicas 4: 9-10)
Personalizar las bendiciones de Dios de Deuteronomio 28: 1-13 y declarar que ésta me alcanza en este día:
“Y
vienen sobre mi todas estas bendiciones, y me alcanzan:
Bendito
soy en la ciudad, y bendito en el campo. Bendito el fruto de mi vientre, el fruto
de mi tierra, el fruto de mis bestias, la cría de mis vacas y los rebaños de
mis ovejas.
Bendita es mi canasta y mi artesa de amasar.
Bendito
soy en mi entrar, y bendito en mi salir.
Jehová
derrota a mis enemigos que se levantan contra ti; por un camino saldrán contra
mi, y por siete caminos huirán de delante de mí.
Jehová
me envía su bendición sobre mis graneros, y sobre todo aquello en que pusiere
mi mano; y me bendice en esta tierra que Jehová tu Dios me da.
Me
confirma Jehová por pueblo santo suyo, como me lo ha jurado, porque guardo sus mandamientos
y ando en sus caminos.
Y
ven todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre mí,
y me temen.
Y
me hace Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de mi vientre, en el fruto de
mi bestia, y en el fruto de mi tierra, en este país que Jehová juró a mis
padres que me había de dar.
Me
abre Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a mi vida en este tiempo, y para bendecir toda obra de
mis manos. Y prestaré a muchas naciones, y yo no pediré prestado.
Me
pone Jehová por cabeza, y no por cola; y estoy encima solamente, y no estoy
debajo”
Hacer una declaratoria de Salmos 23:6
“Ciertamente
el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días”
Y en la casa de Jehová moraré por largos días”
Jorge Arévalo
"LO DICE POR MÍ", "HAGO ESTO MEJOR (O PEOR) QUE
TAL".
Serie: Pensamientos que perturban
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