lunes, 27 de agosto de 2018

PALABRAS SUAVES QUE CALMAN LA FURIA

“Un día de furia “(Falling Down es su título original) es una película sobre la tensión y la frustración que genera en muchas personas la vida moderna de las grandes ciudades. El personaje protagonista del filme decide enfrentarse a las adversidades, y lo hace de forma violenta.

Responder a las adversidades de forma violenta, con palabras ásperas, hirientes en las que abundan el insulto y la recriminación no es la manera para solucionar nuestros problemas. La Escritura Bíblica nos dice cómo hacerlo: «La suave respuesta aparta el furor, más la palabra hiriente hace subir la ira», Proverbios 15: 1. 

Si el furor se levanta como una tormenta, la palabra suave dispersará  las nubes y hará salir el sol, y llegará la calma y la tranquilidad.


El uso de palabras suaves es el mejor remedio para mantener la paz

Mario Javier Moreno, consejero  nicaragüense, hace un comentario al respecto: «Cuando las personas tienen diferencias en cualquier cosa y llegan a tener una discusión muy fuerte, la suave respuesta hace calmar la furia de la otra persona, y ya no llegan a pleito, sino que pueden platicar amenamente. Pero si contestamos de la misma manera que la otra persona nos está hablando, por ejemplo “si ella grita, o si alza la voz, y yo también hago lo mismo”, entonces habrá pleito y una discusión muy acalorada, que puede llegar hasta los insultos y golpes»



Dos consejos en el trato con los demás:

1. “PACIENCIA”- Para soportar el ardor de la ira ajena sin contagiarse de ese ardor, deje que la otra persona se desahogue no interrumpirle, ya que si lo hacemos se enojara más.

2. “SUAVIDAD”- Una vez que se nos dé la oportunidad de presentar nuestras razones, debemos hablar de manera suave, sin pasión ni provocación, una palabra suave ablanda los ánimos más duros y prevalece sobre los más airados hombres.

El sabio Salomón en Eclesiastés 10:4 recomienda: «Si tu jefe se enoja contigo, ¡no renuncies a tu puesto! Un espíritu sereno puede superar grandes errores».


Ejemplos en la Biblia:

José es uno que trató de manera suave y tierna a sus atemorizados hermanos, Génesis 50:21 dice: «No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos. Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó».

Gedeón es otro ejemplo de la manera suave de hablar frente a la furia de los que le criticaban calmando de esta manera el enojo de sus hermanos,  Jueces.8:1-3: «…Cuando los hombres de Efraín oyeron la respuesta de Gedeón, se calmó su enojo».

En cuanto al hogar, el apóstol Pedro aconseja que cuando el esposo se enoja contra su esposa y la insulta con palabras ásperas y hasta le grita, la esposa como buena cristiana debe ser amable, tierna y serena con él, para poderlo ganar para Cristo (1 Pedro 3:4).

Igualmente el esposo, cuando su esposa se enoja, él debe ser amable y tierno con ella, no debe ser áspero (Colosenses 3:19). Los hijos deben ser obedientes a los padres y si los padres le gritan o lo insultan ellos deben ser amables y respetar a sus padres en todo (Colosenses 3:20).

La palabra suave ayuda a recomponer los problemas en el matrimonio, familia y trabajo. Contribuye a que no haya contiendas y pleitos. Las palabras suaves nos libran de la adversidad y el peligro.



Jorge Arévalo
PALABRAS SUAVES
Serie: Vida Sana

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