En el cristianismo existe una
experiencia singular de fe muy importante para llevar una vida sana de poder y
se llama “el bautismo del Espíritu Santo”. Esta clase de bautismo es diferente
al del agua (sumergirse en el río), para la identificación con la muerte,
sepultura y resurrección de Cristo, es decir, para andar en una nueva vida.
Lo que trata el bautismo del Espíritu Santo es de concedernos el poder de Dios para vivir una vida de plenitud, una vida refrescada y llena de poder y gozo. Este bautismo nos hace capaz de resistir cualquier mal, vicio o adicción sobre este mundo y te hace capaz de fluir en un amor sin límites.
Los creyentes de la iglesia primitiva que habían recibido el bautismo del Espíritu Santo tenían una señal inequívoca que habían sido llenados de poder del Cielo y que continuarían siendo llenados. Esta señal es el hablar en otras lenguas.
Lo que trata el bautismo del Espíritu Santo es de concedernos el poder de Dios para vivir una vida de plenitud, una vida refrescada y llena de poder y gozo. Este bautismo nos hace capaz de resistir cualquier mal, vicio o adicción sobre este mundo y te hace capaz de fluir en un amor sin límites.
Este don espiritual es una
experiencia carismática, de fe, necesaria para una vida saludable. Y está
prometido para todos nosotros y nuestros hijos en cualquier parte:
"Arrepentíos y sed bautizados
en el nombre de Jesús para que vuestros pecados puedan ser perdonados. Entonces
recibiréis el don del Espíritu Santo. Esta promesa es para vosotros y vuestros
hijos. Es para toda la gente en todas partes a las que Dios llama en estos
últimos días" (Hechos 2:38, 39).
Cuando los discípulos del
primer siglo recibieron este bautismo de poder, de hombres débiles, temerosos
se volvieron audaces, hablaban con denuedo, y caminaban en autoridad sobre los
demonios y enfermedades.Los creyentes de la iglesia primitiva que habían recibido el bautismo del Espíritu Santo tenían una señal inequívoca que habían sido llenados de poder del Cielo y que continuarían siendo llenados. Esta señal es el hablar en otras lenguas.
El hablar en otras lenguas
cada día una vez recibido el bautismo de fuego les daría la posibilidad de
continuar viviendo en esta plenitud por el resto de sus vidas sobre esta
tierra. Las lenguas carismáticas es un tipo de oración desconocida en el idioma
natural con palabras ininteligibles que tiene el poder de renovar tus fuerzas,
tu fe, tu amor, tu gozo, tu pasión por el servicio al prójimo, tu sentido de
justicia.
"Y cuando el día de
Pentecostés hubo venido, estaban todos juntos en un lugar. De repente vino
desde el cielo un sonido como un viento impetuoso y fuerte… Y todos fueron llenos
con el Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas que no habían
aprendido" (Hechos 2:1, 2, 4).
1 Corintios 14:4 dice: “La persona que habla en lenguas se fortalece a sí misma…”
1 Corintios 14:4 dice: “La persona que habla en lenguas se fortalece a sí misma…”
¿Cómo recibir este bautismo?
A continuación te doy algunos pasos:
A continuación te doy algunos pasos:
1. Volverse del pecado y
someterse a Dios. "Arrepentíos y cambiad vuestro corazón y volveos a Dios.
Él lavará vuestros pecados y os refrescará en el Espíritu del Señor" (Hechos
3:19).
2. Creer en Jesús como el
Salvador de tu vida. "…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu
casa" (Hechos 16:31).
Una vez recibido a Cristo en
el corazón y arrepentido de sus pecados, el creyente está listo para recibir el
bautismo de poder con una oración como éste:
"Amado Padre celestial,
vengo a ti como hijo tuyo. Te pido de todo corazón que me bautices con el poder
de tu Santo Espíritu. Amado Señor Jesús, bautízame ahora mismo en tu poderoso
Espíritu de poder y concédeme el vivir una vida plena, llena de paz, gozo y
victoria en Cristo”.
Hechos 2:4 dice:
"Fueron todos llenos con
el Espíritu Santo. Entonces comenzaron a hablar en lenguas según el Espíritu les
daba que hablasen"
El bautismo del Espíritu en tu vida te dará el
poder para producir el fruto del espíritu que según el apóstol Pablo es: “Amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza”, necesarios
para una vida de plenitud y buen carácter.
Jorge Arévalo
Bautismo del Espíritu Santo
Serie: VIDA SANA
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