1. Postura
La postura habla de ti, dice
mucho acerca de tu personalidad. A través de la postura comunicamos,
demostramos lo que somos y cómo nos sentimos.
Algunos consejos esenciales
para tener cuidado de nuestra postura:
·
Parada firme. Tus pies
deben apuntar al público, evitar el cruce de ella al estar apoyado en el atril.
·
Debes estar erguido
pero con posición relajada. La postura comunica la actitud. Una postura caída o
cabizbaja habla de inferioridad y derrota. En cambio una erguida habla de presencia,
confianza, seguridad y victoria.
·
Si caminas debes
hacerlo de manera firme, con la mirada al frente hacia las personas, no miradas
vagas, a los pies por ejemplo. Controla tus pasos.
·
Si estás sentado, la
postura debe ser recta aunque también relajada. Deberás estar apoyado al
espaldar de la silla. Las damas con las piernas cruzadas, lo que es lo normal
para ellas.
2. Muletillas
Las muletillas son aquellas
palabras que se repiten una y otra vez hasta el cansancio. Es algo que se dice
recurrentemente, por lo general, de manera inconsciente. Ejemplo: “este…”, “eh…”, “a ver…”, “¿se
entiende?”, “¿no?”, “¿Sí?”, “ok”, “Pero…”, “¿Sabes qué?”, “Verdaderamente”, “En
verdad”, etc.
¿Cómo evitamos las muletillas?
Comparto algunos consejos al estilo de Daniel
Colombio, reconocido profesor del arte de la oratoria:
Frena y haz la pausa.
Tómate uno o dos segundos. Los silencios en oratoria son tan válidos como en la
música. Haz esto para que te tomes el tiempo de retomar la idea y continuar con
la que sigue. No es fácil por supuesto. Se necesita estar consciente de este
defecto.
Utilizar frases puente.
Estas sirven para acentuar las ideas. Ejemplos: “Además”, “De igual forma”, “Me
interesa resaltar que”, “Quisiera enfatizar”, “Para avanzar”, “tal como hemos
visto”, etc. Estas frases son
construcciones gramaticales que permiten continuar transmitiendo contenido sin
hacer quedar ningún vacío o hueco en el mensaje que dé lugar a la aparición de
la muletilla.
Repite la última palabra del párrafo anterior. Aquí enfatizas la última palabra que dijiste, haces una
pausa (de uno o dos segundos), y retomas nuevamente repitiendo la palabra pero
con otra entonación. Ejemplo: “… y de esta forma concluimos esta parte del
proyecto”, (Pausa aquí). Y retomas con otro tono: “Esta parte del proyecto
requiere que ahora pasemos a analizar…”
Lo que estás haciendo aquí es
establecer una comunicación entre la anterior y la presente, cerrando de esta
manera la posibilidad de dar lugar a las molestas muletillas. Lo lograrás con la
práctica.
Enfoca tus ideas antes de seguir hablando. Se puede observar
que la muletilla aparece cuando tu mente queda en blanco. En ese instante se
debe hacer la pausa breve y buscar enfocar el tema nuevamente en el cerebro y continuar
la idea. Ayudará mirar el bosquejo de tu mensaje que seguramente lo tienes
delante de ti, en el atril. Se recomienda que cuando salgas de una pequeña
pausa tu tono de voz sea un poco más arriba que la última frase, que se note la
diferencia.
No temas si no te sale la palabra precisa. Si de pronto olvidas una palabra exacta que redondea la
idea de tu mensaje, puedes decirlo a tu público, ellos gustosamente te lo
recordarán. Estos gestos de humildad por parte del orador crea la empatía con
el auditorio, eso no quiere decir que lo hagas a propósito.
Si te equivocas sigue.
Como se dijo anteriormente, cuando te equivocas, o tu mente quede en blanco, lo
mejor que puedes hacer es entrar a una pausa de silencio. O en todo caso,
asumir que te equivocaste y continuar.
Aprovecha en recibir el feedback del público. Cuando no logras hilvanar una idea y corres el riesgo de
sacar la muletilla, puedes aprovechar el momento de lanzar una pregunta
retórica o una afirmación, de estas que tu público tiene que responder con un sí,
con un no, o con un amén.
Enriquece tu vocabulario, lee. Las muletillas por lo general vienen debido a un escaso
vocabulario. Por tal razón, debes leer bastante. Al leer sobre todo obras
literarias, irás enriqueciéndote con más palabras que te saldrán de manera
natural cuando estés dando tu discurso.
Jorge Arévalo
CÓMO EVITAR MALAS POSTURAS Y
MULETILLAS
Serie: Grandes oradores de la
historia
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