“Si te pones al
servicio del pueblo y lo tratas bien, el pueblo te servirá por siempre”
(1 Re 12.7)
El consejo sabio de los ancianos al nuevo Rey Roboam, sucesor de su Padre Salomón, fue que debía poner su gobierno al servicio
del pueblo y no hacer lo contrario, servirse de el imponiéndole más yugos.
El rol de cualquier gobierno civil en la tierra debe estar
limitado básicamente a tres funciones: JUSTICIA, SEGURIDAD Y OBRAS PÚBLICAS, a
más de esto es ESTATISMO (enfermedad del estado, que consiste el estar obeso, o
de ejercer excesivas funciones) y que implicará mayores demandas de
impuestos al pueblo para poder satisfacer
su gula.
Pero sufrir de un gobierno estatista significa para los
individuos trabajar casi la mitad de su tiempo al año sólo para pagos de
impuestos para financiar la inmensa burocracia y muchas veces la vida superflua
de sus dirigentes.
El pueblo de Israel había ya experimentado las consecuencias
de un modelo de gobierno ilimitado sobre todo en gastos como lo fue el de
Salomón, y ahora con el nuevo rey demandaban cambios, moderación en los
impuestos y más libertad para la creación de su propia riqueza. Pero
lamentablemente el nuevo rey no supo escucharlos y con arrogancia empeoró la situación agravándoles
aún más sus obligaciones para con el estado. Esto trajo como consecuencia la división del
reino y el asesinato de Adoram, encargado del ministerio de economía de Roboam.
Errores de un mal
gobierno
Excesivos Impuestos:
El pueblo le dijo a Roboam: “Tu padre agravó nuestro yugo”
(vs 4: cap. 12 1 Reyes). A lo que el nuevo rey con más agravio respondió:
“Mi padre fue duro con ustedes, pero yo lo seré más todavía. Mi padre los azotó
con correas, pero yo lo haré con látigos de puntas de hierro” (vs 14: cap.12 1
Reyes).
Los representantes de las diez de las tribus ya no estaban
dispuestos a soportar más cargas y vejaciones a sus persona y propiedades y terminaron por rebelarse buscando un rey para ellos que los gobierne con más respeto (hicieron rey a Jeroboam, que no era del linaje de David).
Gobierno sin límites:
Todo gobierno civil debe ser limitado en gastos, funciones y
regulaciones. Cualquier gobierno que no
tenga fronteras siempre acaba hundiendo
a su pueblo en más pobreza, esclavitud e infelicidad.
El mejor gobierno es aquel que reconoce y respeta los tres derechos
naturales del individuo: Vida, Libertad
y Propiedad. El reconocimiento de estos
derechos básicos establecidos en los mandamientos bíblicos traerá paz y
prosperidad a toda una nación.
Conclusión:
Un mejor gobierno es el que se pone al servicio del pueblo y lo trata bien. Jesús así lo reveló en su ley de la grandeza. El dijo en Lucas
22: 24 -27:
- “Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve”.
Bien haríamos los gobiernos humanos de la sociedad ( familia, iglesia
y gobierno civil) oír repetidamente el sabio consejo del Salvador.
Jorge Arévalo
Sección: La Creación de la Humanidad
Calogado en: Un buen Gobierno