Se trata del despojo de una propiedad en nombre de la ley,
el de Nabot por parte de Acab, rey de Israel. Una tremenda injusticia por la
manera en que lo hizo. Lo leemos en la Biblia, en 1 Reyes capítulo 21
Jorge Arévalo
- (Vs 2) “Dame tu viña para que me sirva como huerto de verduras… y yo te daré por ella otra viña mejor que ésta… o te pagaré su precio en dinero”.
El negocio que el rey Acab propone a Nabot a simple vista
parece bueno. Una venta o un intercambio de bienes en que ambas partes ganan no
es nada malo. Por un lado el rey tendría
su huerto de verduras y Nabot una viña mejor. No se trataba de un juego de suma
cero.
Por otro lado, ¿por qué no aceptar la propuesta si venía del
rey? Pero vemos que Nabot luego de considerarlo decidió no acceder la propuesta.
- (vs 4) dice que el rey “…se fue a su palacio enojado y triste. Después se acostó en su cama mirando hacia la pared y no quiso comer”.
Aquí entra en escena
Jezabel, la esposa reina o primera dama
como lo diríamos hoy quién era en realidad el poder detrás del trono. Acab era
un hombre débil de personalidad y Jezabel lo manejaba. Luego que su esposo le
contara de manera tergiversaba la respuesta de Nabot, esta le asegura:
- (vs 7) “¿Acaso no eres tú el que manda en Israel? Levántate, come y alégrate. Yo te voy a conseguir la plantación de Nabot”.
En esta historia bíblica vemos los cuatro hechos más
repulsivos de un gobernante y son:
1. No respetar el derecho a la libertad de
elegir
Nabot estaba en su derecho libre de elegir y usando de su derecho decidió conservar su
viña como herencia familiar tal como constaba en el libro de la ley, Levítico
25:23-28. Pero esta decisión no le fue respetada.
Jezabel instigando a Acab le dijo: “¿Acaso no eres tú el que manda en Israel?...”. Matthew Henry, comentarista bíblico parafrasea este versículo:
«Tú eres el que mandas en Israel, y ¿se
atreverá algún súbdito tuyo a negarte algo que le pidas? Si no sabes cómo
llevar la dignidad de un rey, déjame a mí el asunto, permíteme usar tu nombre y
yo te daré la viña de Nabot de Jezreel; esté bien o esté mal, será tuya pronto
y sin costarte nada».
Teachout Brian M
también hace el siguiente comentario: “La perversa reina le dio a entender que
si su padre, el rey de Tiro tomaba lo que quería sin sujetarse a la ley, ¿por
qué no hacía él lo mismo?”.
2. No tener la ley como regla
El hecho de que un
gobernante tome lo que quiera de sus ciudadanos
no teniendo la ley como regla sino su voluntad propia lo califica como un
tirano.
John Locke escribió:
“Se debe, pues, considerar tirano a todo gobernador, o como quiera que se
titule, que no tiene la ley como regla sino su voluntad propia y cuyos
mandamientos y actos no están dirigidos hacia la preservación de las
propiedades de su pueblo sino hacia la satisfacción de su propia ambición, de
sus venganzas personales, de su codicia o de alguna otra pasión semejante”.
3. Violar los derechos fundamentales de la
persona humana
La principal función
del gobierno como institución social tal como lo aprendemos
de Adam Smith, John Locke y la escuela llamada liberal, y lo afirma también
Luís Pazos en su tesis sobre la función sobre el estado, es la de “dirimir las
controversias que surgen entre quienes viven en sociedad, para evitar que mediante
la violencia cada miembro reivindique sus derechos que a su juicio ha sido
violado por otros”
El gobierno tiene
el monopolio de la violencia o fuerza para garantizar y proteger los tres
derechos fundamentales de la persona humana: la vida, la propiedad y la
libertad, derechos que la reina Jezabel
terminó por violar en perjuicio de Nabot.
Jezabel no deseó
únicamente la viña, ella tramó la muerte de Nabot. Le hubiera bastado un par de testigos falsos
que jurasen sobre documentos falsos que la viña no le pertenecía a Nabot, pero
tal acción no era suficiente, sino que habría de darle también muerte al dueño
de la viña.
- (vs 8-9) “Así que Jezabel escribió cartas de parte de Ahab y les puso el sello del rey. Después se las envió a los líderes del pueblo y a los jefes que vivían en la misma ciudad que Nabot. En las cartas les decía: «Ordénenle al pueblo que se ponga a ayunar. Luego llamen a reunión, y hagan sentar a Nabot delante de todos. También hagan sentar delante de él a dos testigos falsos que mientan diciendo que Nabot maldijo a Dios y al rey. Entonces saquen afuera a Nabot y mátenlo a pedradas»
4. Cometer injusticia en nombre de la ley
Qué ordenes tan
perversas como las que dio Jezabel a los magistrados de Jezreel, haciendo uso
del nombre y el sello del rey con lo que les manda, por principio de lealtad a
la corona, dar muerte a Nabot. Y qué magistrados, hombres sin honor ni vergüenza al obedecer
tales órdenes.
Matthew Henry nos vuelve a comentar que la sentencia a Nabot habría sido ejecutada bajo dos
modalidades:
(a) Bajo
pretexto religioso: «Proclamad ayuno». Como si dijese: «Haced como si hubiese entre vosotros algún gran
ofensor sin descubrir, por cuya causa Dios está enojado con vuestra ciudad, y
haced que las sospechas recaigan sobre Nabot, probablemente porque él no se une
a sus vecinos en el culto».
(b) Y bajo
pretexto de justicia y con todas las formalidades de un proceso legal. El crimen del que le han de acusar es que «ha
maldecido a Dios y al rey», esto es, una blasfemia doble.
Esto es lo que
quiero señalar, que los líderes
gobernantes se prestaron para ocultar
una farsa, y en nombre de la ley
cometer una grave injusticia.
Pero la Justicia divina no tardó en llegar
Dios encomendó al profeta Elías un mensaje para el rey y la
reina:
- (vs 17-19) “Entonces Dios le dijo al profeta Elías: «Ve a Samaria y busca a Ahab, el rey de Israel. Él fue a adueñarse del viñedo de Nabot. Debes decirle que va a morir, pues mató a Nabot y se adueñó de su viñedo. Los perros van a lamer su sangre en el mismo lugar en que lamieron la de Nabot», (vs. 17-19)
Qué terrible
sentencia para Acab, no le iba a alcanzar el tiempo para gozar del fruto de su
codicia. Y de Jezabel el profeta dice:
- (vs 23) “Los perros se comerán a Jezabel en los campos de Jezreel”.
Acab y Jezabel fueron condenados por la justicia divina de desobedecer los
mandamientos de la ley de:
- No codiciar la propiedad del prójimo
- No matar
- No robar y
- No dar falso testimonio
Hechos condenables en
gobernantes tiraros de este mundo.
Sección: La Creación de la Humanidad
Catalogado en: Hechos condenables de un gobernante