La honradez es solicitada por
todos en una población. La demanda número uno de este tiempo en la política es
la honestidad de sus gobernantes inclusive por encima de la propia seguridad
ciudadana. En cuanto a los negocios se demanda que los comerciantes sean justos
al vender sus productos en calidad y peso. En las escuelas y básicamente en el
hogar es uno de los valores más fomentados para la construcción de una reputación
intachable de la personalidad.
El diccionario define la
honradez como la rectitud de ánimo y la integridad en el obrar. ¿En qué casos
no somos íntegros en el obrar?
Cuando encontramos algún bien
que sabemos es de alguien que se olvidó pero no hacemos nada por devolverlo
porque queremos quedarnos con aquello.
·
Cuando damos billetes
falsos
·
Cuando hacemos una
declaración falsa
·
Cuando los hijos no dan
vuelto
·
Cuando sobrevaluamos
·
Cuando emitimos recibos
falsos
·
Cuando mentimos
·
Cuando no pagamos las
deudas
·
Cuando no usamos el
dinero en el fin adquirido
·
Cuando nos quedamos con
lo que no nos corresponde
John Dryden gran poeta inglés
escribía: “Son de más valor la honradez y el talento que la riqueza”. Y
precisamente es por la ambición de las riquezas que se echa a perder este valor
preciado. Hoy se ve muchos ricos que no hicieron su dinero con trabajo honesto,
sino ilícitamente, aprovechándose del poder político, de la viveza empresarial
o de alguna situación de privilegio, pero luego que son descubiertos su honra
queda manchada de por vida.
Qué lejos parece que estamos
de los tiempos en que buscar el honor era primero, el placer luego, cuando el
amor era más un deleite y el honor un deber.
Proverbios de la Biblia dice:
“Las riquezas mal habidas no
sirven de nada, pero la justicia libra de muerte” (10: 2)
“Más vale tener poco con
justicia que ganar mucho con injusticia” (16:8)
La honradez del padre se
transmite a los hijos, de igual manera que la del político a sus próximas
generaciones. La honradez es la clave para el desarrollo nacional.
José Ugaz, ex Presidente de la
Junta de Transparencia Internacional confesó que en el Perú se pierden 12,600
millones al año por la corrupción, dinero que representa el 10 por ciento del
presupuesto anual del país y que podría canalizarse a la construcción de
puentes y carreteras que necesitan los productores para sacar sus cosechas al
mercado de la ciudad y mejorar su nivel de vida.
Asimismo se advierte, que 8 de
cada 10 empresarios están relacionados con tramas de corrupción y sobornos. ¿Qué nos hace falta para
prosperar? Sin duda alguna honradez.
Una ilustración sobre la
honradez
Cierto día salieron a pasear juntas por un lugar donde
se celebraba una hermosa fiesta, la Ciencia, la Fortuna, la Resignación y la
Honradez. En el camino dijo la Ciencia: “Amigas, como puede darse el caso de
que nos perdamos unas de otras en la fiesta, es bueno convenir el lugar donde
podamos encontrarnos de nuevo: a mí podéis encontrarme en la Biblioteca de
aquel sabio médico, el doctor X que, como sabéis, es uno de mis viejos y
mejores amigos”.
La
Fortuna dijo: “Yo me iré a esperarlas en el lujoso palacio de aquel poderoso
millonario a quien, como sabéis, siempre acompaño”.
La
Resignación dijo a su vez: “A mí me encontraréis en la pobre y triste choza de
aquel viejecito a quien con tanta frecuencia veo, y quien, sin exhalar jamás
una queja, ha vivido tantos años sufriendo los horrores de su negra suerte”.
La Honradez se
mantenía callada, pero cuando le llegó su turno le preguntaron: “A ti amiga, ¿dónde te encontraremos? La
Honradez, bajando tristemente la frente, respondió: “A mí, quien una vez me
pierde, difícilmente me vuelve a encontrar”.
Jorge Arévalo
Tema: La honradez
Serie: Valores para el desarrollo
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