Es de los más importantes
valores que se pueden apreciar en países de primer mundo. Personalmente lo
disfruto ver en los Estados Unidos, cómo una reunión de americanos acordada a
una hora determinada la gente va llegando no minutos después ni minutos antes
sino en el minuto exacto. Esto es sorprendente pero placentero a la vez para
uno que vive y que ha crecido en un país de tercer mundo como Perú conformado
generalmente a ver la impuntualidad como algo normal.
Respeto al prójimo
La puntualidad dice mucho del
respeto al prójimo. Cuando le haces esperar media hora, una hora o más, si el
otro no ha abandonado el lugar de espera si aún lo hallas esperándote es por
decir inusual. Esa persona se ha adaptado a la mala costumbre o sencillamente
te tiene un amor y aprecio especial como para esperarte tanto. Pero esto dice
mucho de la persona que te hace padecer sin justificación alguna, en verdad
habla de una desconsideración y falta de respeto a la dignidad de la persona
citada.
Valor para el desarrollo
La puntualidad es también un
valor para el desarrollo, diría que determinante. Cuando una persona es puntual
y su relación es con personas de igual cualidad, puede cumplir su agenda del
día sin ningún contratiempo, aprovechando los minutos y horas y haciéndolas
productivas. Puntualidad es aprovechar bien el tiempo, y tiempo respetado es
también dinero ganado. Los hombres ricos valoran su tiempo inclusive más que el
dinero. Para muchos de ellos el tiempo generado por la puntualidad de llegar a
su oficina o una reunión es riqueza incrementada.
Relaciones sanas
Otro modo de ver la
puntualidad es a través de la generación de las relaciones sanas. No sólo por el tema del respeto, o el
aprecio, o porque es un valor para el desarrollo sino que el clima que crea la
puntualidad en las relaciones interpersonales es saludable. Existe ese ambiente
saludable cuando dos o más personas se respetan en su tiempo. En cambio cuando
una persona falla en este punto se crea una mala imagen, cada tardanza a su
trabajo, a una cita con el amigo va creando un precedente personal de
descuidado, irresponsable, falta de veracidad a sus palabras y llegan momentos
en que las excusas ya no sirven de nada. Su impuntualidad es simplemente una
mala costumbre.
Una fábula:
Sobre la importancia de la
puntualidad del Mártir de la confesión, Felipe Ciscar Puig, sacerdote
español martirizado en 1936 durante la persecución religiosa por guardar el
secreto de confesión, se cuenta así:
Al Padre Pascual le estaban
haciendo su cena de despedida por 25 años de trabajo en una Parroquia.
Un político miembro de la
comunidad fue invitado para dar un breve discurso.
Como el político tardaba en
llegar, el sacerdote decidió decir unas palabras él mismo para llenar el
tiempo.
‘Mi primera impresión de la
Parroquia la tuve con la primera confesión que me tocó escuchar. Pensé que me
había enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se
confesó me dijo que se había robado un televisor, que les había robado dinero a
sus papás, había robado también en la empresa donde trabajaba, además de tener
aventuras sexuales con la esposa de su jefe..
También en ocasiones se
dedicaba al tráfico y a la venta de drogas. Y para finalizar, confesó que le
había trasmitido una enfermedad venérea a su propia hermana. Me quedé
asombrado, asustadísimo. ..
Pero cuando transcurrió un
tiempo, fui conociendo más gente y vi que no eran todos así, vi una parroquia
llena de gente responsable, con valores, comprometida con su fe. Y así he
vivido los 25 años más maravillosos de mi sacerdocio’.
Justamente en este momento
llegó el político, por lo que se le dio la palabra..
Pidió disculpas por llegar
tarde y empezó a hablar diciendo:
‘Nunca voy a olvidar el primer
día que llegó el Padre Pascual a nuestra Parroquia… .. De hecho, tuve el honor
de ser el primero que se confesó con él…’
**Moraleja:* *
¡¡¡Nunca llegues tarde……! !!
¡¡ La puntualidad es un hábito valioso!!
Jorge Arévalo
LA PUNTUALIDAD
Serie: Valores para el desarrollo
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