viernes, 13 de septiembre de 2019

LA FE COMO CERTEZA


Hebreos 11: 1
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve"
Es decir, que lo que esperas para mañana, lo consideras un hecho hoy, eso quiere decir que lo tienes que evidenciar con tus acciones. 
Si crees, actúa como si lo que esperas para mañana o algún día lo tuvieras hoy.



Ejemplos:
El sacrificio de Abraham

Hebreos 11: 17-19 “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir”
La fe madura llevó a Abraham a ofrecer a Isaac su único hijo en sacrificio para Dios. En esta etapa de su vida su obediencia era perfecta, pero su fe también era perfecta. El padre de la fe pensaba, que “Dios es poderoso para levantar aún de entre los muertos”. Estaba decidido, pensaba que Dios le devolvería su hijo levantándole de los muertos. El padre de la fe estaba seguro que recibiría  su milagro. Su hijo no podía quedar entre los muertos. Su fe era certeza y sólo Dios pudo detenerlo de lo que ya había decidido hacer.


9 siglos más tarde

9 siglos más tarde la Biblia registra un primer profeta que replicó la fe de Abraham y logra resucitar un muerto.


1 Reyes 17: 18-24  nos habla de la resurrección del hijo de la viuda de Sarepta
Elías,  un hombre que estaba actuando en la misma fe de Abraham. Dice el registro bíblico  que el hijo de la viuda que le había servido durante el tiempo de la sequía cayó gravemente enfermo y murió.

“Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo? El le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama. Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo? Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió. Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive”
Elías había adquirido la mentalidad de Abraham, al igual que él pensaba que Dios es poderoso para levantar aún de los muertos. Y a partir de esta resurrección  el devolver la vida a los muertos se volvió un milagro normal entre los hombres de fe.

En la Escritura se lee de 7 de ellas:

·         El hijo de la mujer sunamita por Eliseo, 2 Reyes 4: 32ss; 
·         La hija de Jairo por nuestro Señor, Mateo 9: 18ss
·         El hijo de la viuda de Nain, Lucas 7: 11ss
·         Lázaro, Juan 11: 38
·         Tabita, Hechos 9: 36, por Pedro
·         Eutico, por Pablo, Hechos 20: 7

La resurrección de los muertos se volvió un milagro normal entre los milagros y se lograba por la fe. La fe es la certeza de lo que se espera.
Si Dios puede levantar cuerpos sin vida, entonces con más razón puede sanar las dolencias o enfermedades de un cuerpo con vida. Porque si lo más difícil que no tiene alma lo hace, ¿cómo no podría hacerlo con un cuerpo con vida?


Jorge Arévalo

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