Los muros de Jericó
Hebreos 11: 30 “Por la fe cayeron los
muros de Jericó después
de rodearlos siete días”
El derrumbamiento
de los muros de Jericó está registrado en Josué capítulo 6. Dios había dado
promesa a su pueblo de que poseerían la tierra de la promesa. Pero un muro
inexpugnable era el principal obstáculo para el inicio de la conquista. Pero
Dios dio la estrategia y era algo que parecía una locura en ese entonces.
Tenían que dar la vuelta siete veces durante siete días. Al séptimo día al
unísomo levantarían la voz y gritarían. Y así lo hicieron y los muros se
derrumbaron.
Esto fue una fe
audaz. Antes Josué y el pueblo habían visto su victoria y recibieron
exactamente aquello que vieron. La fe es la
convicción de lo que no se ve. Francisco Pizarro
Cuando sólo le
quedaban 13 hombres, estando a las puertas del imperio inca, tomó su espada y
trazando una raya en el suelo les dijo:
«Por este lado se va a Panamá, a ser pobres, por este otro al Perú, a ser
ricos; escojan lo que quieran ser».
Y estos 13 hidalgos
que tuvieron la visión de ver su esfuerzo compensado lograron pasar a la
historia. Una fe que no duda siempre será el principal requisito para recibir los milagros
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”
El principal requisito para recibir los milagros de Dios o
las respuestas a nuestras oraciones es una fe que no tiene duda. En Marcos 11: 23 Jesús declara: “Porque de cierto os digo
que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino
creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”
La fe, es del presente, del ahora, es la certeza de lo que
se espera y es la convicción de lo que no se ve. ¿Estás listo a recibir tu milagro?
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Oración por tu sanación:
“Ciertamente llevó (Jesús en la cruz)
nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores y por sus llagas fuimos
curado”. Decláralo: “Soy sano en el
nombre de Jesús”.
·
Oración por bendición para las
iglesias que tienen programas sociales:
Proverbios 28:8
“El que aumenta sus riquezas con
usura y crecido interés, las aumenta para aquél que se compadece de los pobres”
Dios en su Palabra ha determinado que todo ese acumulo de riqueza
del prestamista o banquero le será dado a una iglesia que se compadece de los
pobres, que tiene programas sociales a su favor. Igualmente en lo personal, si
eres un creyente en Cristo, también eres esa iglesia. Si caminas en esa compasión,
el Señor se encargará de transferirte
los cheques que necesites para cumplir tu misión. Jorge Arévalo
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