La dispensación que nos toca vivir a los creyentes del siglo XXI es la del Nuevo Pacto. No estamos bajo ningún otro. Y esta verdad nos debe llevar a cambiar la manera de pensar acerca de importantes temas como el de la oración.
Por ejemplo en lugar de pedir como se suele hacer en la oración debemos de reclamar. Reclamar no en sentido de protesta sino de recordarle a Dios que él ha hecho pacto con nosotros, que tiene un compromiso no sólo de palabra sino de juramento con su pueblo. Que asimismo se ha obligado con nosotros los creyentes en Jesucristo.
Y bajo este nuevo pacto podemos apelar no a su maravillosa gracia con la cual nos atrajo a la salvación sino a su justicia. El trato de Dios de favorecer a sus hijos es ahora más que una condición de gracia, es una condición de justicia. El pacto es una situación legal que obliga a Dios a darnos todo aquello que Cristo ha logrado para nosotros en la cruz del calvario.
Un modelo de oración de pacto lo encontramos en Hebreos 13: 20-21:
“Y
el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran
pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en
toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es
agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de
los siglos. Amén”
En esta oración se apela a la sangre del nuevo pacto para afirmar:
·
Que Dios nos haga aptos
en toda obra buena
·
Para que hagamos su
voluntad
·
Para que él haga en
nosotros lo que es agradable
La oración de fe se fundamenta en el pacto de la sangre de Cristo derramada por nosotros. Cuando nos acercamos al trono de la gracia de Dios podemos decir así: “Padre, te pido de acuerdo a lo estipulado en tu pacto”.
El pacto tiene términos muy claros y tenemos el derecho de pedir de acuerdo a esos términos que se resumen en tres cosas importantes:
·
Purificación
·
Vida y Poder
·
Conocimiento interior
Tres grandes bendiciones en Cristo.
Purificación:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”, 1 Juan 1:9
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no
pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no
solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”, 1 Juan 2:
1-2
Vida y Poder
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”, Juan 10: 10
“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”, Lucas 10: 19
Conocimiento interior
“Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí”, Juan 6:45
“Pero
cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no
hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo
mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que
tomará de lo mío, y os lo hará saber”, Juan 16: 13-15
Jorge Arévalo
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