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s verdad que en su boca hay poder para librar,
curar, matar, dar vida o sanar.
En lo que usted dice hay un poder que sobrepasa
toda imaginación.
El sabio Salomón 3000 años atrás comprendió el poder que había en lo que usted declara con su boca: "La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”, Proverbios 18: 21
Jesús también enseñó del poder de la confesión cuando
sugirió a sus discípulos: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a
este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere
que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho", Marcos 11:23.
Ralph Mahoney, autor del libro: «El Cayado del
Pastor» nos dice que la confesión trae sus resultados negativos o positivos
para la vida.
En cuanto a los resultados negativos :
Por ejemplo, su pequeña hija de siete años, entra estornudando. Inmediatamente usted dice: "¡Ven acá, mi amor! Creo que te va a dar la gripe". Usted no tiene prueba de que tiene la gripe, pero al confesar que su hijita la tiene, está abriendo las puertas para que el germen de la gripe entre en ella por el hecho de que lo está diciendo.
Puede estar seguro de que su pequeña va a tener la
gripe. Cuando usted lo dijo, no lo dudó y recibirá lo que habló.
En cuanto a los resultados positivos
Invirtiendo el ejemplo mencionado, pongámoslo de la siguiente manera: La niña entra estornudando. Inmediatamente usted dice: "...Jesús llevó nuestras enfermedades y por cuya herida fuimos eres sana" (Mt 8:17; 1 P 2:24).
Tan pronto como usted lo diga, la enfermedad o el germen
se debilita en el poder que tenía sobre su hija, y usted tiene la victoria en
lo que dijo.
La respuesta está en su boca
Muchos
de nosotros oramos buscando a Dios por la respuesta a nuestra necesidad. Buscamos,
oramos, ayunamos, inquirimos, no obstante, ¿qué dicen las Escrituras?
Las cosas que buscas por todas partes están tan
"...cerca de ti, en tu boca y en tu corazón”.
Las cosas que buscas las encontrarás en la palabra
de fe...", Ro 10:8, se encuentran allí en tu confesión.
Esto es sabiduría de los siglos
El Dr. T. L. Osborn cuando se refirió a la
enfermedad dijo: "Hay tres cosas que deberíamos considerar:
Primero, lo que dicen los síntomas.
Segundo, lo que la Palabra de Dios dice
Tercero, lo que usted diga
Si usted dice lo que la Palabra de Dios dice, la
enfermedad tiene que salir. Si usted dice lo que los síntomas dicen, recibirá
lo que dice.
Hable en fe
Desde este día comience a hablar en fe a fin de que usted reciba lo que diga. Puede decir confiadamente de lo que la Biblia dice a favor de su vida.
Puedes decir confiadamente: «En este día la bendición de Dios está sobre todo aquello en que pusiere mi mano”.
Puedes decir confiadamente: «En este día Dios hizo toda la provisiones que necesito, tanto para mi familia y mis estudios.
Puedes decir confiadamente: «En este día andaré libre de enfermedades y dolencias, porque Cristo las clavó en su cuerpo sobre la cruz del madero y por sus heridas fui curado"
Puedes decir: “En todas las cosas soy más que vencedor por medio de Jesucristo que me amó”
Puedes decir: «En este día yo camino de victoria en victoria, Dios vive dentro de mí y ningún mal puede dañarme»
Puedes decir: «No estaré más en temor, porque si Dios es por mí, quién contra mí».
Las palabras de fe, nos ayudarán en la conquista de
todos nuestros proyectos de vida. Tienen el poder de lograrlo.
Mis bendiciones a ti
Jorge Arevalo
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