Descubrí claramente el poder
de la palabra cuando el texto bíblico de Hebreos 4: 12 llamó mi atención acerca
de sus efectos. Literalmente dice:
“Porque la palabra de Dios es
viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón”
El principio del texto es que
la palabra en nuestras bocas tiene vida, es eficaz y es tan poderosa como una
espada de doble filo. Antiguamente los romanos usaban esta clase de espada
conocida como la espada de Galius, que infundía un pánico terrible a cualquier
adversario por su eficacia para matar. Bastaba solo 5 centímetros de
penetración en el punto frágil del cuerpo para ser comprobada su letalidad.
Así era el poder de la espada romana de dos filos. Pero la palabra que sale de nuestra boca es aún más poderosa. Si nos fijamos en lo que el texto afirma., la palabra no solo tiene poder de penetración a las coyunturas y tuétanos de nuestra parte física sino que penetra hasta partir el alma y el espíritu de nuestro ser.
La teología cristiana define
al hombre como una creación tripartita, es decir, que tiene espíritu, alma y
cuerpo. La definición que siempre me llamó la atención es que el hombre es “espíritu,
que tiene un alma y vive en un cuerpo”.
Este concepto es poderoso, puesto que el alma tiene sentimientos buenos
y malos, tiene pensamientos positivos y negativos y la manera de tomar control sobre ellos es a
través del espíritu y la palabra es precisamente el arma que esta usa.
El espíritu tiene a la espada galius
de la palabra como el instrumento para poner al alma en su lugar, para ordenarle
lo que tiene que pensar, desear y albergar en el subconsciente.
La palabra discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón y es eficaz para enderezarnos en el
propósito de nuestra vida. La palabra convence
al cerebro que clasifique todo pensamiento, y motivaciones del corazón. Hace
que queden solo los pensamientos buenos, positivos, justos, todo lo que es virtuoso y lo que es digno de alabanza.
Si aprendemos a usar el poder
de la palabra, esta influirá gratamente en nuestra vida. Todos deseamos vivir
en salud, tener buena vida, ser prósperos financieramente, pero a la mayoría
sus palabras no les están ayudando sea por que ignoran su eficacia o
simplemente lo están usando mal, en contra de sí mismos y la palabra en lugar
de cumplir su verdadero propósito de dar vida, de crear las buenas cosas, está sólo enfermando, incentivando el pánico, el estrés y la angustia
para el alma.
Por tal razón, escribo estas líneas para alertar sobre este poder que reside en nuestros labios y que puede ser usada por nuestro espíritu para capturar todas las bendiciones que Dios ya nos ha dado. Esta verdad está corroborada por la sabiduría de las grandes religiones, la ciencia de la física cuántica, la psiquiatría y sobre todo por la Biblia.
Aprende a usar la palabra para
traer gloria sobre tu vida, para recibir fuerzas como las del búfalo, para
renovarte cada día como el águila, para ungirte con el aceite fresco del
Espíritu.
Puedes vence el temor
declarando con osadía que tú eres como un rey en vida, que tienes dominio no
sólo de tu medio ambiente, sino de tu mente, de tus sentimientos y de tu
voluntad. Puedes hacer que todo tu ser
se alinee a la palabra que pones con fe en tu boca.
Jorge Arevalo
De la serie: "Aprende cómo usar el poder de la palabra"
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