¿Cómo tomar control de las adversidades de este
tiempo? El mundo entero está siendo
amenazado por el temor y la ansiedad de la pandemia. El pánico pretende enseñorearse sobre los
hombres, pensar en el dominio propio y en los factores que lo fortalecen y en los
beneficios que genera es algo que vale la pena hoy.
Que es el dominio propio?
Una definición psicológica encontrada en el navegador dice que el dominio propio es la capacidad que nos permite controlar a nosotros mismos, nuestras emociones y no que estas nos controlen a nosotros, sacándonos la posibilidad de elegir lo que queremos sentir en cada momento de nuestra vida. ...
Factores
para el dominio
Voy a pensar cristianamente, porque es un pensamiento en el que yo encuentro una fortaleza mayor que en cualquier filosofía existente del presente.
Voy a pensar cristianamente, porque es un pensamiento en el que yo encuentro una fortaleza mayor que en cualquier filosofía existente del presente.
·
Jesús dormía en la barca azotada por una
gran tormenta.
·
Pablo cantaba a la medianoche dentro de
una celda en pésimas condiciones.
·
Pablo estaba en completo control mientras
el barco naufragaba.
·
Pedro dormía tranquilo en la cárcel la
misma noche que recibió su sentencia de ejecución para temprano del día siguiente.
¿Qué los convertiría en hombres de acero
emocionalmente?
Destino
Jesús conocía
su destino. Sabía que tenía que padecer, y morir en la cruz.
Lucas 9: 22 “Es necesario que el Hijo del
Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los
principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al
tercer día”. El conocimiento de su destino fue un factor clave para dormir tranquilo en el bote azotado por la tormenta.
Igualmente nosotros, el conocimiento de nuestro destino nos llevará a disfrutar de la paz en nuestros corazones y derrotar el pánico.
Igualmente nosotros, el conocimiento de nuestro destino nos llevará a disfrutar de la paz en nuestros corazones y derrotar el pánico.
¿Cuáles son las referencias bíblicas del cual podemos basarnos
para creer que los problemas y circunstancias actuales no son el final de la vida? Sí que los hay.
Las bendiciones y promesas
La bendición de Abraham. La bendición
que Dios le dio a Abraham es la de una vida larga y para los que creemos en
Cristo se convierte en una promesa.
Texto, Génesis 15: 15:
Y tu vendrás a tus padres en paz y serás
sepultado en buena vejez"
Texto, Efesios 6: 2-3 “Honra a tu padre y tu
madre... para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra”
Texto, Salmos 91: 16 “ Te saciaré de larga vida y te mostraré mi salvación”
Igualmente Pablo, al estar en cárceles, naufragios, hambrunas y azotes, el conocer su destino que predicaría en Roma, le daba fortaleza, seguridad y tranquilidad de que ninguna de sus malas circunstancias eran el final para él.
Estando en medio de la tempestad del mar declaró “Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá”, Hechos 27: 34.
Y cuando el barco naufragó aseguró:
“esta
noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo:
Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha
concedido todos los que navegan contigo. Por tanto, oh varones, tened buen
ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho”, Hechos 27:
23-25
Visión
Para nosotros el destino que anuncia nuestro futuro está en la visión que Dios ha puesto en nuestro corazón.
Para nosotros el destino que anuncia nuestro futuro está en la visión que Dios ha puesto en nuestro corazón.
Si tienes una visión en tu corazón, es porque
Dios lo puso allí, Filipenses 2: 13 lo dice: “Porque Dios es el que en
vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad”
La visión anuncia tu futuro y tu porvenir. ¿Cuál es tu visión?
¿Que es aquello por la cual tienes que luchar? La visión es algo por la que te debes sobreponer. La
visión mientras aún no está cumplida te anuncia que tu hora de partir de este
mundo aún no ha llegado.
Asimismo el destino y la visión fue un factor importante para la tranquilidad de Pedro.
El haber recibido una palabra remha de Jesús, de que el sería una columna de su iglesia, (la iglesia aun no nacía), y la palabra donde Jesús le dijo que lo veía cuando era viejo con esos impulsos emocionales bajo control y el aún no había llegado a esa etapa.
Juan 21: 18 “De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras”.
Esa realidad contrastada con la Palabra de
Cristo producía en él la seguridad y confianza.
Confianza
Confianza
Sin duda que Pedro confiaba en Cristo y en su Palabra. Jesús llegó a ser digno de toda confianza y por ende su Palabra, así que él se mostraba confiado, sin temer a la ejecución del César. Y fue así, esa misma noche fue librado de la cárcel por un ángel.
En todo esto de tener paz en medio de la tormenta está implícito el conocer el destino y para que esto suceda pongamos atención a nuestra visión.
Tanto Jesús, Pablo, y Pedro deseaban ardientemente cumplir su destino. El desear cumplir el destino de tu vida despertará el coraje dentro de ti para sobreponerte. Les pasa a los boxeadores en la lona. Les pasa a personas q se recuperan de un cáncer. Les pasa a quienes sobreviven en situaciones extremas de horror.
La mirada al porvenir produce coraje para luchar contra el desánimo y la depresión, te da fortalece para no rendirte.
Esto nos hace ver que los mayores enemigos para no cumplir el destino son el desánimo y la depresión que se les puede derrotar con la visión y el propósito de la vida. Están implícitas las promesas de Dios y la fe que debemos tener en su Palabra.
Coraje
Entonces es cuando se libera el coraje. La visión libera el coraje para la vida y libera la confianza en las promesas de Dios.
Todo esto repercutirá en tu estado mental que al final es al que debes convencer para que influya en tu ánimo, en tu actitud y tu organismo empiece a recuperarse y ponerse en pie de nuevo.
Tu mente tiene el poder para determinar si vives en paz o temor, si vives en riqueza o en pobreza, si vives una vida larga o acabas en el desaliento.
El ejemplo de David
El joven David venció al temor de la derrota y la muerte. Conocía muy bien su destino, estaba consciente de esto cuándo enfrentó a Goliat y ya había sido ungido para ser rey de Israel algún día. Así que no podía morir.
El joven David venció al temor de la derrota y la muerte. Conocía muy bien su destino, estaba consciente de esto cuándo enfrentó a Goliat y ya había sido ungido para ser rey de Israel algún día. Así que no podía morir.
Es cuando entonces que él va a usar armas más poderosas que su honda
y estas armas fueron el arma de su destino, visión, confianza y coraje.
David liberó su coraje. Un coraje
sosegado, que le dio la tranquilidad y serenidad de sacar aun el arma mas peligrosa escondida para su enemigo y más potente de todos las armas hasta aquí mencionados. Era el arma del nombre, del nombre del Dios de Jacob.
En nombre de quien enfrentas tus circunstancias y a quien crees que representas es lo que te asegura una victoria contundente en las arenas de la batalla.
En nombre de quien enfrentas tus circunstancias y a quien crees que representas es lo que te asegura una victoria contundente en las arenas de la batalla.
David sabía de qué lado estaba su existencia y a quien representaba, y
frente a Goliat añadió esta arma a su honda.
Era el arma de más poder que asoció al conocimiento de su destino, visión, confianza y coraje, era el arma del nombre de Dios.
Lo hizo de esta manera
Le dijo al gigante: “Tú vienes a mí con
espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los
ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado”, 1
Samuel 17: 45.
Notemos que no le dijo que venía en la confianza de su honda y sus piedras sino en el nombre del Dios de los escuadrones de Israel.
Los creyentes debemos enfrentar todo temor y adversidad en el nombre que es sobre todo nombre tanto en los cielos como en la tierra: “el nombre de Jesucristo”.
Jesús dijo en Marcos 16: 16.18
Notemos que no le dijo que venía en la confianza de su honda y sus piedras sino en el nombre del Dios de los escuadrones de Israel.
Los creyentes debemos enfrentar todo temor y adversidad en el nombre que es sobre todo nombre tanto en los cielos como en la tierra: “el nombre de Jesucristo”.
Jesús dijo en Marcos 16: 16.18
“Y estas señales seguirán a los que creen: En
mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán”.
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