En Proverbios 8, la sabiduría deja de ser un simple consejo paternal para convertirse en una voz poderosa que clama en las plazas, en las entradas de las ciudades y en los caminos más concurridos. Este capítulo no solo nos habla de la importancia de la sabiduría, sino que nos muestra que la sabiduría misma tiene una misión: hacerse accesible para todos.
Para nosotros, esto no es solo un
hermoso pasaje poético, sino una clara llamada a la acción. Si la sabiduría
divina sale a las calles para ser escuchada, nosotros, como sus portadores,
debemos hacer lo mismo.
La Sabiduría es un Mensaje
para la Calle, no para el Templo
La sabiduría no se queda en un
rincón aislado, esperando a que las personas la busquen. Ella se para en los
lugares donde está la gente: en las encrucijadas, en las puertas de la ciudad,
en las plazas.
- Es un llamado universal: La sabiduría clama
a "los hijos de los hombres" (v. 4), sin distinción de estatus,
raza o posición. Su mensaje es para el "simple" y el
"necio" (v. 5), para aquellos que más lo necesitan.
- Es un llamado accesible: La sabiduría no
habla en jerga complicada ni en códigos secretos. Sus palabras son
"justas" y "claras para el entendido" (v. 8). Su
mensaje es directo y transparente.
Esto nos enseña que la verdad no
debe ser un privilegio para unos pocos. Tenemos el llamado de llevar este
mensaje de sabiduría a los espacios públicos, a las redes sociales, a los
lugares de trabajo y a nuestras comunidades. El conocimiento de Dios no es solo
para el ámbito religioso, sino para cada aspecto de la vida.
Un Tesoro que debe ser
Compartido
La sabiduría se describe a sí
misma como un tesoro mucho más valioso que el oro, la plata y las joyas (vv.
10-11). Ella trae consigo riquezas duraderas, honra y bienes que perduran. Si
poseemos este tesoro, ¿cómo podríamos guardarlo solo para nosotros?
- No es un bien privado, sino público: Si la
sabiduría es la que trae justicia, paz y orden a las naciones (v. 15),
entonces es nuestra responsabilidad compartirla para que el mundo sea un
lugar mejor.
- Es la clave para la vida: La sabiduría
afirma que el que la halla, "hallará la vida, y alcanzará el favor de
Jehová" (v. 35). Este es el regalo más grande que podemos dar a
alguien.
Nuestra misión no es simplemente
acumular conocimiento, sino activamente compartir la fuente de la vida. Cada
persona a la que le hablemos de esta sabiduría, le estamos ofreciendo la
oportunidad de elegir la vida en lugar de la muerte, la prosperidad en lugar de
la destrucción.
La Sabiduría fue Creada para
la Humanidad
Quizás la parte más conmovedora
de este capítulo es la revelación de que la sabiduría estuvo con Dios en la
creación, regocijándose en su obra, pero que su mayor deleite era "en los
hijos de los hombres" (v. 31).
Esto nos muestra que el corazón
de Dios, a través de la sabiduría, siempre ha estado con la humanidad. No
estamos llevando un mensaje de reglas rígidas, sino un llamado de amor eterno.
Como portadores de esta
sabiduría, somos llamados a imitar su corazón. Debemos ser compasivos, justos y
accesibles, llevando la verdad a quienes la necesitan, sin importar quiénes
sean.
El llamado de Proverbios 8 es
claro y urgente: sal de tu rincón. La sabiduría está en la calle, clamando, y
tú eres su voz.
Jorge Arevalo

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