Como creyentes, hemos sido llamados a no solo orar, sino a decretar. La Biblia nos enseña que tenemos autoridad delegada por el Rey de Reyes para atar y desatar en la Tierra. El decreto es la expresión profética y militante de esta autoridad, estableciendo la voluntad de Dios en nuestro entorno.
Deje de solo pedir y empiece a ordenar
que la voluntad de Dios se manifieste en su vida y familia.
A continuación, encontrará poderosos decretos para establecer el Reino y la Ley del Espíritu de Vida en cada área, asumiendo la voz del legislador espiritual que usted es en Cristo.
Instrucciones para Decretar
con Poder
- Tono de Autoridad: Hable con firmeza y
convicción. Recuerde que su voz es el instrumento del Espíritu Santo y
que el enemigo se somete al nombre de Jesús.
- Base Bíblica: Todo decreto está fundamentado
en la victoria que ya fue ganada en la Cruz. No está rogando, está ejecutando
la sentencia de Dios.
- El Sello Final: La frase "en el nombre poderoso de Jesús" es el sello de autoridad que activa la manifestación divina y somete toda potestad del adversario.
I. Decretos de Sanación y
Vitalidad
¡Rechace toda limitación del
enemigo! Estos decretos se usan para anular sentencias de enfermedad en el
cuerpo y establecer la Ley del Espíritu de Vida que mora en usted
(Romanos 8:2).
- Yo decreto que toda infección se disuelve ahora,
en el nombre poderoso de Jesús.
- Yo decreto que este dolor se disuelve ahora, en
el nombre poderoso de Jesús.
- Yo decreto que toda enfermedad desaparece ahora
mismo, en el nombre poderoso de Jesús.
- Yo decreto que toda fatiga cede y la vitalidad
surge ahora, en el nombre poderoso de Jesús.
II. Decretos de Provisión y
Abundancia
La escasez no es la voluntad de
Dios para Sus hijos. Estos decretos se enfocan en abrir el flujo de la riqueza
y el sustento, reconociendo la fuente inagotable en nuestro Dios Creador
(Filipenses 4:19).
- Yo decreto que mi casa está cubierta en todas
sus necesidades aquí y ahora, en el nombre poderoso de Jesús.
- Yo decreto que la abundancia fluye libremente en
mi vida ahora, en el nombre poderoso de Jesús.
III. Decretos de Transmutación
¡La fe le da un giro a la
adversidad! Estos decretos se usan para ordenar que una apariencia negativa
(deuda, miedo, crisis) se convierta instantáneamente en una manifestación de
bien, conforme a los propósitos de Dios.
- Yo decreto que esta deuda se transmuta en
provisión y solvencia ahora, en el nombre poderoso de Jesús.
- Yo decreto que este miedo se transmuta en fe invencible ahora, en el nombre poderoso de Jesús.
¡El Desafío de la Fe!
No solo lea estos decretos; ¡declárelos!
El Reino de los Cielos sufre violencia, y solo los valientes lo arrebatan. Su
boca es un arma poderosa. Use su autoridad y vea la mano de Dios obrando
milagrosamente en su favor.
Jorge Arevalo

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