Seguramente habrán escuchado muchísimas veces la cita
de Marx: “La religión es el opio del pueblo“. Marx concebía la religión como una droga que
creaba una felicidad ilusoria en el ser humano. Por tanto, se requería abolirla
para que pueda darse su felicidad real.
Pero ¿cual es la verdad?. La verdad es más bien que el socialismo de Marx es el opio del pueblo.
El socialismo propone la ilusoria promesa de un paraíso aquí
en la tierra que nunca se ha dado y nunca se dará. Lo que sí ha traído, y en demasiadas ocasiones, ha
sido violencia, desgracia, opresión, tiranía y sufrimiento.
Efectos de la
religión en las sociedades
Alexis de Tocqueville (1805-1859), filósofo francés, precursor de la sociología clásica, en su libro «Democracia en América», nos habla sobre el papel de las religiones. Dice que el objetivo y ventaja de las religiones en las sociedades es que produce por lo menos tres efectos beneficiosos: Orientan nuestra mente, fomenta la libertad e impide el exceso de goces y egoísmo materiales.
Orienta nuestra mente
La religión nos
orienta la mente, nos da creencias e ideas. Guían nuestras acciones. Si
se destruye a la religión, se destruyen ideas y creencias. Al destruirse ideas
y creencias, las mentes de los hombres
se llenan de duda y de confusión.
Los hombres tendrían nociones enredadas y cambiantes.
Fomenta la libertad
La consecuencia de las mentes confundidas sería el aflojamiento de las voluntades. Los hombres estarían preparados, sin
creencias, para la servidumbre.
Abandonarían su libertad por ellos mismos. Con creencias se puede ser
libre. Sin creencias se es siervo.
Impide excesos de
goces y egoísmos materiales
Los hombres desarrollamos un gran gusto por los bienes
materiales especialmente en los que vivimos en regímenes democráticos y solemos
ocuparnos mucho más de nuestros intereses personales que del bienestar ajeno. Precisamente en esto se ven las ventajas de las religiones.
Ellas inspiran sentimientos contrarios a esas tendencias. Ellas llaman a los hombres a despegarse de lo terrenal y a demostrar su amor
por los demás.
A propósito de la visita de Tocqueville a Estados Unidos en 1830, e
investigar la razón de la grandeza y el genio de Norteamérica, el pensador hizo
una declaración respecto del beneficio de la religión en la sociedad
americana:
- "Investigué la grandeza y el genio de Norteamérica en sus espaciosas bahías y en sus amplios ríos y no estaba allí, en sus campos fértiles y sus praderas ilimitadas, y no estaba allí; en sus ricas minas y en su basto comercio mundial, y no estaba allí. hasta que fuí a las iglesias de Norteamérica y escuché sus púlpitos ardiendo con justicia, pude entender el secreto de su genio y poder. Norteamérica es grande porque es buena y si deja de ser buena, dejará de ser grande”.
Continuará…
Jorge Arévalo
Sección: La Humanidad
Catalogado en: Las Ideas tienen consecuencias