Lucas 6:32-33 Jesús dijo: «Si sólo aman a la gente que los ama, no hacen
nada extraordinario. ¡Hasta los pecadores hacen eso! Y si sólo tratan bien a la
gente que los trata bien, tampoco hacen nada extraordinario. ¡Hasta los
pecadores hacen eso! (TLA).
Hacer cosas ordinarias es de gente ordinaria, hacer cosas extraordinarias es solo de extraordinarios, los cuales son escasos en este mundo.
«Ama a tu enemigo», Lucas 6:27a
«Trata bien al que te maltrata», Lucas 6:27b
«Responde con buenas palabras al que te insulta”, Lucas 6:28ª
“Ora por el que te rechaza”, Lucas 6:28b
«Si alguien te da una bofetada en la cara, pídale que te pegue en la otra», Lucas 6.29
«Si alguien quiere quitarte el abrigo, deja que también se lleve tu camisa», Lucas 6.29b
«Si alguien te pide algo, dale», Lucas 6.30
«Si alguien te quita algo, no pidas que te lo devuelva», Lucas 6:30b
«Trata a los demás como te gustaría que los demás te traten a ti», Lucas 6.31
La regla de oro de Jesús tiene el poder de hacer gente extraordinaria, las reglas que otros enseñaron aunque parecidas sólo han producido más gente ordinaria. Jesús dice: «Haz a los otros lo que deseas que ellos te hagan a ti»; Los otros dicen: «No hagas a los otros lo que no deseas que ellos te hagan». Jesús requiere que usted haga cosas favorables a otros, otros solo prohíben que usted haga cosas desfavorables a los otros. Veamos:
«No hagas a otros lo que te enoja si otros te lo hacen a ti», Isócrates (436-338) A.C.)
“No imponer a otros lo que no deseas para ti mismo”, Anacleto, 15.24
«Trate a sus subordinados como debería ser tratado por sus superiores», Seneca (4 A.C. - 65 D.C.)
Hacer cosas ordinarias es de gente ordinaria, hacer cosas extraordinarias es solo de extraordinarios, los cuales son escasos en este mundo.
¿Cómo pasar de lo ordinario a lo extraordinario?
Jesús lo enseñó de esta manera:
«Ama a tu enemigo», Lucas 6:27a
«Trata bien al que te maltrata», Lucas 6:27b
«Responde con buenas palabras al que te insulta”, Lucas 6:28ª
“Ora por el que te rechaza”, Lucas 6:28b
«Si alguien te da una bofetada en la cara, pídale que te pegue en la otra», Lucas 6.29
«Si alguien quiere quitarte el abrigo, deja que también se lleve tu camisa», Lucas 6.29b
«Si alguien te pide algo, dale», Lucas 6.30
«Si alguien te quita algo, no pidas que te lo devuelva», Lucas 6:30b
«Trata a los demás como te gustaría que los demás te traten a ti», Lucas 6.31
Estas enseñanzas son sólo para aquellos que buscan trascendencia en la
vida, que anhelan excelencia, que quieren dejar huella en el mundo.
Ejemplos de hombres extraordinarios
En el buscador de Google no encontramos ninguna lista. No hay ejemplos
de personas que hicieron cosas extraordinarias como las mencionadas aquí a excepción
de personajes bíblicos, narrados por la Biblia. Allí encontramos a Abraham el
amigo de Dios, David el hombre conforme al corazón de Dios, Pablo el servidor,
entre otros.
En el registro de hombres extraordinarios de la historia hay espacio libre para que tu nombre y el mío se mencionen allí como gente que marcaron una diferencia, porque hicieron las cosas extraordinarias de las que habló Jesús. El mismo nos dio el ejemplo. Con sólo tres años de su ministerio público y viviendo más allá de lo ordinario bastó para cambiar el mundo.
En el registro de hombres extraordinarios de la historia hay espacio libre para que tu nombre y el mío se mencionen allí como gente que marcaron una diferencia, porque hicieron las cosas extraordinarias de las que habló Jesús. El mismo nos dio el ejemplo. Con sólo tres años de su ministerio público y viviendo más allá de lo ordinario bastó para cambiar el mundo.
Enseñanzas de Jesús versus enseñanzas de los otros
La regla de oro de Jesús tiene el poder de hacer gente extraordinaria, las reglas que otros enseñaron aunque parecidas sólo han producido más gente ordinaria. Jesús dice: «Haz a los otros lo que deseas que ellos te hagan a ti»; Los otros dicen: «No hagas a los otros lo que no deseas que ellos te hagan». Jesús requiere que usted haga cosas favorables a otros, otros solo prohíben que usted haga cosas desfavorables a los otros. Veamos:
«No hagas a tu vecino lo que no pudieras sufrir tú mismo», Pitacos de
Lesbos (650-570 A.C.)
«Lo que no deseas que otros te hagan a ti, no lo hagas a los demás»,
Confucio (551-479 A.C.)«No hagas a otros lo que te enoja si otros te lo hacen a ti», Isócrates (436-338) A.C.)
“No imponer a otros lo que no deseas para ti mismo”, Anacleto, 15.24
«Trate a sus subordinados como debería ser tratado por sus superiores», Seneca (4 A.C. - 65 D.C.)
La religión HINDÚ: «Esto es la suma del deber: no hagas nada a otros que
si te lo hicieran a ti te pudiera causar dolor», El Mahabarata
La religión BUDISTA: «No dañes a otros con lo que pudiera dolerte a ti
mismo», Udana-Varga
Las tradiciones judías: «Lo que es odioso para ti, no lo hagas a tu
prójimo. Esta es toda la ley; el resto es comentario», El Talmud
La religión MUSULMANA: «Ninguno de ustedes es creyente hasta que desea
para su hermano lo que desea para sí mismo», Hadit
La fe BAHA: «Él no debería desear para otros lo que él podría no desear
para sí mismo, ni prometer lo que él no pudiera cumplir», El Libro de la
Certidumbre
Ahora compara estas máximas con la de Jesús, él enseña: “Así que,
todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también
haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”, Mt 7:12
¿Dónde está la diferencia?
La diferencia está en la compasión. Con los otros todo lo que se
requiere es que usted no haga daño a las otras personas (esto es para
protegerse así mismo). Con Jesús, lo que se requiere es que usted muestre
bondad hacia los otros (amor sin condiciones). Dios por naturaleza es un ser de
mucha compasión. La compasión es la esencia de una vida extraordinaria. Lucas
6:35b dice: “Dios es bueno hasta con la gente mala y desagradecida.
Ustedes deben ser compasivos con todas las personas, así como Dios, su Padre,
es compasivo con todos.»
Promesa de bendición para gente extraordinaria
"...Si lo hacen, el Dios altísimo les dará un gran premio, y serán
sus hijos”, Lucas 6:35ª. La promesa bíblica para la gente
extraordinaria es que recibirá grandes bendiciones y reconocimiento de ser sus hijos
en este mundo. Qué tremendo privilegio.
Del libro “Destinados al éxito”
Por Jorge Arévalo
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