Un estudio importante de Nueva York afirma que
las creencias religiosas son buenas para la salud espiritual y también tiene
efectos positivos para el cuerpo. Con cierta regularidad, aparecen estudios que
indican que la oración o la participación regular en servicios religiosos
ayudan a la salud de los creyentes.
Estudios
muestran sus efectos positivos en la salud.
CANADA E ISRAEL. Investigadores canadienses e
israelíes habían hallado que la práctica religiosa retrasa el avance de la
enfermedad de Alzheimer.
«Hemos aprendido que los pacientes de
Alzheimer con un nivel alto de espiritualidad o con un nivel alto de
religiosidad pueden tener una progresión en el deterioro cognitivo
significativamente más lenta».
CHICAGO. En el mismo encuentro, otro grupo de
investigadores de la Universidad de Chicago, informaba que los
afroamericanos que creen profundamente en Dios eran menos proclives a estar
deprimidos que los no creyentes.
En la misma línea, el doctor Harold Koenig del
Centro para la Espiritualidad, la Teología y la Salud de la Universidad Duke,
afirmó que la religión ayuda a proporcionar un sentido de esperanza, paz y
bienestar, que, a su vez, puede reducir las hormonas estresantes que dañan la
salud.
Cursos
de fe y espiritualidad en el cuidado del paciente
Dos tercios de las 125 facultades de medicina
de Estados Unidos incluyen ahora cursos sobre fe y espiritualidad. Las
fundaciones anualmente conceden premios en dinero a las facultades de medicina
de Estados Unidos para animar la enseñanza y evaluación de cursos que examinen
sobre la fe y la espiritualidad en el cuidado del paciente.
La
oración por el enfermo
El tema de si orar por el enfermo lleva a una
mejoría de su salud se debatió hace años. El Washington Post informó
de que un estudio de más de 700 pacientes del corazón mostraba que aquellos que
tienen personas orando por ellos eran menos proclives a sufrir mayores
complicaciones, volver al hospital o morir.
El libro del profeta Jeremías capítulo 33 verso
6 asegura: “He aquí que yo les traeré sanidad y medicina;
y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad”.
Y otro texto: “Entonces ustedes me invocarán,
y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé”, Jeremías 29:12.
El apóstol Pablo también afirma: “No se
inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten
sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”, Filipenses 4:6-7 |
NVI |.
El hombre o la mujer que ora no sólo se vuelve
más espiritual, sino que sus oraciones tienen un efecto positivo en cuanto a su
bienestar físico, es decir, su salud. La paz, el gozo, la unción del Espíritu
Santo resultados de una vida en oración evitará que enfermedades de este siglo
como el stress, las migrañas, el insomnio, así como preocupaciones y temores
alcancen a afectarle.
La oración es la receta bíblica para la salud
y para todas las cosas. La oración nos conecta con el Creador y nos vuelve
poderosos y saludables emocional, física y espiritual. El hombre que ora está
destinado al éxito.
Jorge Arévalo
Sección: Fe y Espiritualidad
Extracto del Libro “Destinados
al éxito”.
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