Sé que se ha hablado mucho del filósofo Nietzsche por su pretensión de reemplazar a
Dios por la voluntad de poder del superhombre. El sacó el libro “Dios ha muerto”
con este fin, lo cual como es sabido no pudo prosperar porque los cristianos
continúan siendo la mayoría religiosa en el mundo. Agustín de Hipona dijo alguna vez:
“Nos creaste Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto
hasta que encuentre su descanso en ti”.
Es lo que en general los hombres buscan, esa paz de Dios que los
permita aquietar su alma agobiada de los sinsabores y temores de la vida.
En otra parte el mismo Agustín dijo:
"En el corazón de todo hombre existe un vacío que tiene la forma de Dios. Este vacío no puede ser llenado por ninguna cosa creada. El puede ser llenado únicamente por Dios, hecho conocido mediante Cristo Jesús".
No existe droga alguna, dinero, poder o placer que pueda llenar ese vacío en el interior del corazón, que tiene la forma de Dios y que sólo puede ser llenado por Jesucristo.
Pero en esta ocasión quiero tomar la misma teoría de Nietzsche
que a través de la figura de Zaratustra presenta al superhombre como el fruto
de tres transformaciones del espíritu, pero le presentaré como el ser que en
lugar de independizarse de su Creador se acerca más a él y vive por su fe, convirtiéndose
de esta manera en la especie súper hombre, en cuanto a su actitud de asumir una
mentalidad de victoria en todos sus desafíos pero que al mismo tiempo se
transforma más y más como Cristo.
Veamos entonces las tres transformaciones del espíritu:
1)
El espíritu se convierte en camello
El camello simboliza a los que se contentan con obedecer ciegamente,
que sólo tienen que arrodillarse y recibir la carga impuesta, a los que tienen
que soportar todas las obligaciones que le imponga la sociedad y en especial los
políticos de turno. Es una obediencia fiel
a los preceptos ideológicos que se presentan como creencias.
Esta etapa es una primera fase, donde el espíritu crítico aún
empieza a despertar. Pablo alentaba a
los cristianos de Berea a que no acepten ciegamente lo que los predicadores
hablan sino que deberían examinar si su predicación concuerda con las Escrituras.
Hechos 17: 11
“Los bereanos eran mucho más nobles que los tesalonicenses, y
escucharon gustosos el mensaje. Todos los días examinaban las Escrituras para
comprobar si lo que Pablo y Silas decían era cierto”
En esta primera etapa también debemos ser alentados a no caer en
obediencia ciega a ideologías y políticos electos que no respetan los derechos
y consentimiento de los gobernados pues pueden estar implementando políticas con
resultados funestos ya comprobados y hasta genocidas. No estamos viviendo en tiempos de imperios.
2)
El camello se transforma en león.
En esta segundo etapa el espíritu camello no se conforma a su
naturaleza de carga, es entonces que se transforma en león. Va por más.
El león no tolera que nadie le toque y no se inclina ante nadie
para tener que cargarlo. Simboliza al hombre que entendió que la libertad es el
bien más preciado. Asumiendo una identidad más fuerte y conquistadora sale en
busca de sus sueños. Esto es fiel a los emprendedores. El espíritu de león se arrodilla sólo ante su Creador
pero no ante las circunstancias. Aunque respeta y colabora con sus autoridades terrenales
y las instituciones establecidas no busca depender de ellos. Trabaja por lo
suyo. Por los sueños que Dios puso en su corazón. Steve Jobs lo explicó de esta manera:
“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará
para que trabajes por los suyos”
El espíritu del león te lleva a alcanzar propósitos.
El hombre no debe atar su mente a aprendizajes
universitarios o teológicos que sólo buscan moldearlo como a animal de carga, sino
que por el estudio y la investigación ese león debe buscar liberar su potencial
al máximo para el servicio de la humanidad.
Nunca se conformará con ser carga. Ningún hombre o
filosofía alguna determinará su destino sino sólo los buenos propósitos del
Espíritu de Dios. El león todo lo observa y sus ansias de conquista y libertad no
lo para nadie, anda estimulado por las buenas promesas de Dios.
3. El león se transforma en niño
Y llegamos a esta tercera etapa de la transformación del
espíritu según Nietzsche, donde el rey león se convierte en el niño indefenso.
Qué gran contrariedad. ¿Acaso el niño es más fuerte que el león?
Por supuesto que sí, si lo vemos desde la perspectiva de que el
león muchas veces cae en la autosuficiencia y se vuelve confiado de sí mismo. Bien
lo dice el Proverbio:
“Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión"
El espíritu león ahora se entrega y
se rinde como niño al cuidado de su Hacedor y por increíble que parezca es la
etapa más madura del hombre. Si bien
Nietzsche pensaba llegar al superhombre independiente de los absolutos, termina
convirtiéndose en el niño que no sabe
defenderse a sí mismo.
Esto es evidencia que el espíritu no halla satisfacción sólo
en conquistas, poder y logros sino en estar aprobado por su Creador y vivir una
vida de dependencia de él y de esa manera buscar su trascendencia en esta vida
y en la venidera.
Pero todos sabemos que algo que
caracteriza al niño es su fe extrema, él puede estar a unos metros de altura y
tirarse al vacío sin temor alguno sólo confiando en la palabra de su padre que
le dice: “Salta”. Un niño vive confiado que los brazos de su progenitor no le
fallarán.
Esa fe de niño en la fe cristiana nos
convierte en los verdaderos súper hombres.
Primero porque te permite ver el reino de Dios y disfrutar de sus bondades aquí en la tierra y segundo porque te convierte en un cristiano osado que nada teme, que cree a la Palabra de Su Padre. Su vida no es la un débil hombre sino la de un poderoso que alcanza cosas grandes porque su Padre es grande y su resolución de obedecer a él antes que a los hombres es algo innato en su ser.
Primero porque te permite ver el reino de Dios y disfrutar de sus bondades aquí en la tierra y segundo porque te convierte en un cristiano osado que nada teme, que cree a la Palabra de Su Padre. Su vida no es la un débil hombre sino la de un poderoso que alcanza cosas grandes porque su Padre es grande y su resolución de obedecer a él antes que a los hombres es algo innato en su ser.
El superhombre independiente de Dios de
Nietzsche acaba volviéndose un niño
El niño dependiente del que
habló Jesucristo se vuelve un héroe de la fe.
“Les aseguro que para entrar en el
reino de Dios, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños", Jesús (Mateo 18:2)
Dios no ha muerto.
Jorge Arevalo
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