domingo, 2 de agosto de 2020

El ROL DE LA IGLESIA EN LA SOCIEDAD



Muchos en este tiempo no comprenden el rol de la iglesia dentro de la sociedad. Incluso hay un sector político de la izquierda que la quisiera desaparecer menospreciando su importancia como institución y acusándolo de fundamentalista.

Por otro lado la iglesia como institución en sí debe recuperar su papel educativo de equipar a sus miembros para una influencia mayor en las áreas de la familia, educación, artes, medios, economía y gobierno.

Nosotros estamos viviendo en una República donde la Constitución Política asegura los derechos más elementales de los ciudadanos como es la libertad del pensamiento, por lo que las doctrinas y valores  religiosos se vuelven más que necesarios a fin de evitar que como nación caigamos en el peligroso terreno de un totalitarismo, donde solo un partido político o un sector religioso nos pretenda imponer un único dogma o formas de vivir como población poniendo en riesgo el desarrollo del potencial de los individuos.

Si no existe libertad no existe el verdadero desarrollo.

Como sociedad democrática necesitamos la divergencia de ideas debido a que en la multitud de consejeros está la sabiduría.  

El rol de la iglesia

La iglesia instruye a sus miembros en verdades bíblicas que ayudan al pobre a recuperarse, que alientan al corazón quebrantado, que ponen en libertad al cautivo, que vuelven la luz al ciego, que libera al oprimido y que hace que el año sea agradable para todos según la voluntad de Dios. Esta fue una de las principales misiones por la que Jesús vino a la tierra. En Lucas 4: 18 -19 hizo esta lectura:

“El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
a predicar el año agradable del Señor"

¿Acaso este rol en la sociedad lo puede ejercer el gobierno? ¿O acaso la empresa? ¿La sociedad civil? He aquí la importancia de los líderes de las iglesias, que son esenciales al igual que lo son la labor de los jueces, abogados, psicólogos, economistas u otros. 

No caigamos en el error de confrontarnos hasta devorarnos a nosotros mismos, ni pretender jugar a la supervivencia del más apto. Jesús enseño que Dios envía la lluvia a la tierra, y la lluvia cae sobre todos, a los denominados malos como a los buenos. El trigo crece junto a la cizaña y no se puede arrancar la cizaña antes de tiempo porque se corre el peligro de afectar también el verdadero fruto. Entonces, tolerancia señores, respeto nos debemos unos a otros como actores estratégicos de desarrollo de nuestros pueblos.

Ninguna institución está por encima del otro. Cada uno es autónomo, como deben ser también los poderes del estado.

La iglesia es sabido que enseña a sus fieles a través de sus escuelas, institutos o universidades bíblicas, pero hoy con pena vemos como la institución del gobierno ha cerrado centros de estudios que pertenecen a la institución de la iglesia. Por poco los prohibirán reunirse o hacer sus oraciones a Dios.

Es sumamente peligroso tener entre los que nos gobiernan a quienes no respetan los derechos de las otras instituciones y vulneran la libertad.

Se dice que la gente hace las leyes, pero la iglesia es la formadora en valores como la justicia a esa misma gente que hará las leyes.

A través de la República hebrea y de la historia de Europa vemos que la iglesia tomó parte en el discipulado de grandes gobernantes. Por ejemplo:
  • Patricio y sus discípulos que discipularon a los reyes de Irlanda y  Escocia.
  • Asser a Alfredo el Grande de Inglaterra,
  • Wycliffe y las Universidades cristianas
  • Alcuin a Carlomagno en Francia
  • Hus y sus seguidores a los gobernantes de Checoslovaquia
  • Calvino y la Academia de Ginebra en Suiza
  • Y la mayoría de los Reformadores Protestantes

Ejemplos contemporáneos también los tenemos:

El Reverendo John Witherspoon, un ministro norteamericano que influyó en los asuntos políticos de su país. 

La historia de Witherspoon dice que siendo un ministro del evangelio y Presidente del Colegio Princeton fue firmante de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y en cerca de cien comités en el Congreso. Su influencia indirecta a través de sus esfuerzos educativos también fueron impresionantes, mientras era Presidente del colegio Princeton, entrenó no solamente ministros para el pastorado sino también ministros para el gobierno de su país.

Un hombre llegó a estudiar teología con el pastor Witherspoon, pero los principios bíblicos del gobierno fueron tan impactantes sobre su vida que le llevaron  a ser el arquitecto de la Constitución de los Estados Unidos y su cuarto presidente, me refiero a James Madison.

Witherspoon también discipuló 1 Vice Presidente; 3 jueces de la Suprema Corte; 10 miembros del Gabinete; 12 Gobernadores; 60 Congresistas y 21 Senadores.

Existen muchos otros pastores que tuvieron una sentida influencia en los asuntos públicos. La evidencia de este involucramiento de hombres de fe en la historia de Europa y de América son muchas.

  • En la antigua Roma, los del clero llegaron a ser jueces,
  • Stephen Langton fue el redactor de una de las primeras cartas magnas que la humanidad haya conocido.
  • Swingli influenció en el gobierno de Zurich,
  • Calvino en el Consejo de la Ciudad de Ginebra,
  • Knox en la Reina María,  
  • Mornay en el Gobierno de Francia,
  • Grotius en Holanda
  • y Kuyper en Holanda
Según nos refiere Stephen Mc Dowell y Mark Beliles en su libro “Liberando las naciones”. 

La influencia de los pastores y líderes religiosos siempre fue positiva en la lucha por la libertad y el renacimiento de una sociedad equitativa. No pretendamos desconocer la historia y atreverse a borrar del mapa a la iglesia como institución y el cristianismo, además que la historia está de su lado. Ninguna idea o filosofía contraria a la creencia de la fe de la iglesia ha podido prevalecer frente a ella.

En Norteamérica fueron pastores los que colonizaron y formaron los estados de Norteámerica. 

En mi visita que hago con frecuencia a la tierra del tío Sam he ido a visitar a algunos de los monumentos erigidos en su honor, de pastores como Roger Williams en Rhode Island, Thomas Hooker  en Connectiut, William Penn en Pennsylvania, Jason Lee en Oregón y Marcus Whitman en Washington. 

Estos pastores escribieron leyes y constituciones que han dejado huella hasta nuestros tiempos.

Mc Dowell ha estudiado el caso de los profetas de la Biblia que fueron estadistas e influenciaron en las reformas sociales de su pueblo. Por ejemplo:
  • El profeta Samuel que influenció en el rey Saúl,
  • Elías en Acab,
  • Jeremías en rey Josías,
  • Juan en Herodes
Otros hombres de fe alcanzaron cargos públicos como José, Daniel, Esther, Mardoqueo, Moisés, Samuel y Erasto del Nuevo Testamento. Pablo asímismo aconsejó a gobernantes cercanos a él como Sergio Paulo, procónsul de Roma según consta en Hechos 13:6-7. 

Los profetas de la Biblia no pueden ser entendidos separados de su actividad política y social para contribuir a las reformas de su país. Repito el proverbio: “En la multitud de consejeros está la sabiduría”.

A Isaías el profeta hebreo en los capítulos 29-35 y 36-39 de su libro lo vemos como el principal asesor  que ayudó al Rey Ezequías a impedir el asedio de su nación por parte de Senaquerid. Digo lo mismo del profeta Eliseo que salvó a su nación de los sirios.

La iglesia es aun actor estratégico, indispensable para ayudar a vencer a los enemigos del pueblo. 

La iglesia alcanza su climax de poder cuando se congrega para adorar a Dios y participa de la cena del Señor. Ninguna institución o individuo alguno puede impedírselo, a no ser por un previo acuerdo. Cada uno de sus miembros tiene todos los derechos ciudadanos y merece ser servido por el estado.

La iglesia además juega un rol social preponderante. Debe ser la encargada de proveer y coordinar los programas de apoyo social para las familias en situaciones de pobreza extrema de la comunidad, como dice en Tito 3: 8,14.

Quizás es la hora de que el estado ensaye la colaboración de la iglesia en la repartición de la ayuda a los necesitados, pues es sabido que ciertos funcionarios del gobierno no han cumplido con responsabilidad y honestidad en este asunto.

La iglesia asimismo es aliada para la familia  en la educación de sus hijos. Este punto lo trataré después.

Mis bendiciones a ti.

Jorge Arevalo

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