jueves, 24 de enero de 2013

Receta para una vida feliz



Si quieren gozar de la vida
y vivir una vida feliz,
dejen de hablar mal de otros
y de andar diciendo mentiras;
 aléjense del mal y hagan lo bueno,
y procuren vivir siempre en paz,
(Salmos 34:12-14)

La receta para una vida feliz según este Salmo del rey David es en primer lugar:


Dejar de hablar mal de otros

Este consejo no es tan fácil de aplicarlo en la vida, en vista de la tendencia propia del ser humano de ponerse por encima del prójimo, de mostrarse superior al otro a costa de hablar mal de la persona.

Jesús dijo en Lucas 6:37 : “No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Lo que Jesús condenó aquí en este versículo, es una condenación que no perdona: un espíritu hipercrítico, farisaico y vengativo que busca continuamente descubrir las faltas de los demás al tiempo que pasa por alto los pecados propios. 
La advertencia de Jesús contra este tipo de juicio hace hincapié en que cualquier medida que usemos para juzgar a otras personas será usada contra nosotros. El dijo: "Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir", Lucas 6:38.


Parar de andar diciendo mentiras

Este hecho de decir mentiras de su prójimo es muy reprobable en la sociedad misma, hasta tiene penalización. No se puede fácilmente atentar contra la honra de alguien sólo porque que no le cae, o tiene algo que le apetece o por cualquier otra razón. La Biblia condena duramente este acto malévolo, codicioso, vengativo hacia el semejante.


Alejarse del mal

Si se quiere gozar de la vida y ser feliz uno debe alejarse de todo mal. Nadie está libre de cometer errores, esto es cierto. La idea de este Salmo es alejar el pie del barro, limpiarse los zapatos y enrumbar la senda. Esto se conoce como arrepentimiento en la Biblia. Un cambio de mente. Decidir vivir de manera honesta, íntegra traerá su buena recompensa.
¿Cuál es lo malo que te está afectando?  Aléjate pronto de ese mal antes que te quedes perdido en un camino sin retorno.


Hacer lo bueno

Hay mucho más por hacer de lo bueno que lo malo en este mundo. Como seres creados a imagen y semejanza de Dios tenemos una capacidad innata de ser creativos. Bien, usemos nuestro raciocinio para proyectar un trabajo de bien con que podemos contribuir a la salvación de nuestro prójimo.


Procurar vivir siempre en paz

Es lo ideal de Dios para sus hijos. Una de las bienaventuranzas que Jesús enseñó es la de “pacificadores”. En un mundo de tanto conflicto y violencia, esto de ser pacificadores es como ser bomberos que apagan incendio.  Una familia para ser fuerte necesita un líder cabeza de hogar que establezca la paz, igual un pueblo o nación próspera necesita un líder que tiene una ideología de paz para que respete los derechos básicos del ser humano que es la vida, la libertad y propiedad.
Para gozar de la vida y vivir una vida feliz el rey David nos aconseja a procurar vivir siempre en paz. Esto implica también estar libres de deudas y evitar todo otro tipo de opresiones en la vida.


Jorge Arévalo 
Sección: La Humanidad
Catalogado en: UNA VIDA FELIZ

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