SALUD – BIENESTAR
–EDUCACIÓN
Continuando con las metas para el 2017, ahora
me referiré a las metas en el ámbito del hogar, tomando como base los roles
bíblicos de la familia.
En primer lugar veamos nuestras
responsabilidades como Familia según la Biblia:
- Salud
- Bienestar
- Educación
a) En
cuanto a la Salud, los padres somos responsables por el cuidado preventivo de
la salud de nuestros hijos. Es responsabilidad nuestra poder enseñarles acerca
de una alimentación sana y nutritiva e inculcarles en la práctica de ejercicios
para una vida saludable. 1 Timoteo 5:8 dice: “Quien no cuida de sus parientes,
y especialmente de su familia, no se porta como un cristiano; es más, tal
persona es peor que quien nunca ha creído en Dios”.
Esto implica que el año 2017 como familia debemos afirmar nuestras metas de consolidar los buenos hábitos para el cuidado de la salud como:
· Llevar una alimentación balanceada
· Descansar
· Hacer ejercicio
· Mantener una actitud positiva con buenas lecturas
· Eliminar cualquier tipo de vicio
b) En cuanto a bienestar. Somos responsables de que nuestros hijos vivan en un hogar de bienestar donde todo esté suplido, alimentación, vivienda, salud, educación además de las espirituales. Con todas las cosas materiales y espirituales suplidas ellos más felices serán. También debemos ayudarles a desarrollar sus capacidades, talentos y habilidades sociales. Con cada logro que les ayudemos a alcanzar tendrán más satisfacción y una autoestima saludable. Dios como Padre es el ejemplo máximo de una persona que piensa en el bienestar de sus hijos. Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”.
Esto implica que el año 2017 como familia debemos afirmar nuestras metas de consolidar los buenos hábitos para el cuidado de la salud como:
· Llevar una alimentación balanceada
· Descansar
· Hacer ejercicio
· Mantener una actitud positiva con buenas lecturas
· Eliminar cualquier tipo de vicio
b) En cuanto a bienestar. Somos responsables de que nuestros hijos vivan en un hogar de bienestar donde todo esté suplido, alimentación, vivienda, salud, educación además de las espirituales. Con todas las cosas materiales y espirituales suplidas ellos más felices serán. También debemos ayudarles a desarrollar sus capacidades, talentos y habilidades sociales. Con cada logro que les ayudemos a alcanzar tendrán más satisfacción y una autoestima saludable. Dios como Padre es el ejemplo máximo de una persona que piensa en el bienestar de sus hijos. Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”.
2017 es el año que debemos tener como meta mejorar el bienestar de la familia. Esto lo podemos lograr:
· Iniciar alguna empresa familiar, sobre todo recomiendo en el ámbito educativo dando inicio a trámites para la creación de una escuela. La educación en manos de la familia y no del estado será mejor sobre todo en valores y visión cristiana de todos los ámbitos de la sociedad.
· Ocupar a nuestros hijos en tareas productivos, ahora mismo en este verano, los hijos pueden tomar cursos de verano de corta duración como computación, cocina, industria del vestido, o perfeccionar sus talentos a través de talleres de música, baile, canto, dibujo, pintura, o tal vez deportivas como futbol y vóley.
· Introducirles en cursos de liderazgo y oratoria donde puedan desarrollar sus habilidades sociales y de discurso.
c) En cuanto a la educación. Los padres y los abuelos son los llamados directos a hacerse cargo de la educación de los hijos. Es su responsabilidad el enseñarlos y prepararlos para cumplir sus propósitos y responsabilidades individuales. “Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas”, Proverbios 22:6. “Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas”, Efesios 6:4.
Esto implica que el año 2017 como familias debemos ponernos como meta que nuestros hijos crezcan con valores, disciplina, carácter cristiano y una cosmovisión cristiana del mundo. Y esto se puede lograrse con amor y límites. Amor, significa que debemos de desterrar toda forma de comunicación agresiva o pasiva, es decir, deberemos ser más asertivos. Límites, significa que debemos continuar estableciendo las reglas en el hogar, y enseñar a los hijos a respetarlas teniendo ellos que someterse a las sanciones por no cumplimiento así como recibir recompensas a causa de su obediencia.
Las metas a establecer son:
· Mejorar nuestra comunicación que sea la más asertiva posible.
· Establecer tareas y reglas de convivencia en el hogar.
· Tomar responsabilidad de educar a los hijos si fuere posible en escuelas privadas y a través de un programa suplementario de educación en el hogar.
- Tener devocionales bíblicos en forma regular, y un culto de adoración familiar donde les enseñemos a mirar la sociedad y todas sus áreas bajo una cosmovisión cristiana.
Sección: Sociedad
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