Fui invitado por Julio Piña ex candidato a alcalde de
Pachacamac en la reciente elección a hacer una capacitación en el tema de gestión
pública en su local distrital. He estado investigando sobre esta tierra ubicada
en el Valle de Lurín y conocida como la capital arqueológica de Lima y he
recogido algunos datos que en lo personal me resultan sorprendentes.
1.
En los tiempos de la conquista española cuando
Pizarro llegó a Cajamarca, Pachacamac al
igual que Cuzco eran las ciudades más famosas por el esplendor de sus riquezas.
El libro bíblico de Eclesiastés dice en el capítulo 3 verso
15: “Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que
pasó”. Si Dios restaura lo que pasó, entonces creemos que Él restaurará en este
aspecto el esplendor y las riquezas de Pachacamac, sea con nuevos líderes políticos
y gestores, con una nueva generación de emprendedores de mentalidad próspera e
independiente o con sus jóvenes avivados en lo espiritual, y entrenados con la
tecnología de países de primer mundo.
2.
Pachacamac fue famosa por su oráculo a donde
llegaban en peregrinación gente principal de toda la costa para consultarle y
tributarle.
Después de Wari, su santuario se convirtió en un verdadero
centro religioso irradiando su poder e ideas hacia el norte, sur y este del
Perú antiguo.
Esto me recuerda al antiguo oráculo de Delfos en Grecia que
también fue un lugar de consulta a los dioses, en el templo sagrado dedicado
principalmente a su dios Apolos.
Isaías el profeta en el capítulo 2 verso 3 dice: “Y vendrán
muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del
Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque
de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”
Si una vez Pachacamac fue una tierra de consulta por
príncipes y reyes, bien, prepárese la iglesia del Señor de este tiempo, iglesia
Pachacamina de ti saldrá palabra y consejo de Dios para enseñar a la gente sus
caminos. Tú irradiarás poder e ideas para toda la nación.
Otro texto para tí: “Porque te extenderás a la mano derecha
y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las
ciudades asoladas” (Isaías 54:3)
3.
Antes de los incas y los españoles habitaban esta
tierra el señorío Ichma.
Los historiadores nos dicen que la población del señorío
Ichma debió ser muy grande, pues abarcó los valles medio y bajo de los ríos
Lurín y Rimac, que es la costa central de la actual provincia de Lima, fue en
esta parte donde floreció la cultura Lima.
Pachacamac vuelves a ser grande, tierra de grandes señores y
emprendedores, tu tierra es base para el florecimiento de una nueva cultura en
la capital, una cultura impregnada con valores de honestidad, justicia y
generosidad.
4.
Considerado el último valle verde de Lima.
Pachacamac goza de un clima apropiado para la siembra, se
caracteriza por las nubes estratos que se presentan en su cielo. En las mañanas
de invierno y ocasionalmente hasta media mañana suele lloviznar y esto hace
reverdecer todos sus cerros, todo reverdece.
Pachacamac hoy renaces a una nueva esperanza, hoy te renuevas, rejuveneces
como el águila. Proverbios 11: 28 dice: “Los justos reverdecerán como ramas”.
La lluvia del Espíritu cae sobre ti y como la vara de Aarón reverdeces, echas
flores y arrojas renuevo y produces almendro (Números 17:8).
Hoy abundas en fresas, manzanas y plátanos pero Dios te hará
sobreabundar en cosechas y en toda obra de tus manos.
5.
Entre sus atractivos se ubica el “manantial de
la juventud” y la “piedra del amor”.
Dios te hace atractivo para los jóvenes, tus lomas y
restaurantes florecen como destinos turísticos y gastronómicos y el amor entre
tus habitantes renace, la paz y la convivencia social es fortalecida.
6.
Los
lugares públicos tomados por la delincuencia son recuperados
Dios hace cosas
maravillosas en tu tierra, aún los lugares de concentración de alcohólicos y
drogadictos son limpiados. Lugares donde impera las riñas y el pandillaje son
transformados en lugares de paz.
7.
La
pobreza será superada
Dios te bendice
con sus riquezas infinitas. No tendrás más déficit de servicios básicos, no
habrá más tráfico de tus tierras, Dios conectará todas tus zonas con caminos
asfaltados y duraderos.
Jorge Arévalo
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