domingo, 2 de diciembre de 2018

LOS ALTARES DE ABRAHAM Y LO QUE REPRESENTA PARA LOS CREYENTES


Se termina el año 2018, algunas cosas hemos avanzado, en otras quizás no,  y nos volveremos a lamentar. Pero viene el nuevo año, que representa siempre un nuevo comienzo, de un empezar otra vez. De nuevas oportunidades que Dios nos da, de continuar disfrutando de sus ricas misericordias.  Los altares levantados  por el hombre de fe Abraham representan estos procesos.
Abraham tenía la buena costumbre, donde quiera que avanzaba construía un altar para la comunión y adoración al Señor y estos altares significan etapas en nuestra vida de comunión con Dios. Veamos:

1.      En Génesis 12: 1-9 vemos dos altares edificados por Abraham.

El primer altar lo edifica por motivo de que Dios se le había aparecido y hablado una grandiosa promesa: “A tu descendencia daré esta tierra”. Vaya que los judíos hoy gozan de esta promesa de gracia. Ellos cumplieron 70 años de volver a estar establecidos en su tierra prometida. Lo defendieron en la guerra de los seis días, lo defienden hoy de los ataques de los palestinos. Y Dios los ha hecho fuertes y ricos.

Este altar representa nuestro agradecimiento por sus infinitas misericordias al hacernos un llamamiento a la salvación, al ministerio, al darnos una preciosa familia, y otros motivos de gratitud.


2.      El segundo altar lo edifica en un monte en los alrededores de Betel que significa “casa de Dios y puerta del cielo”, (Génesis 28:17) e invocó allí el nombre de Dios.

Edificar altar en los alrededores de Betel “casa de Dios”, con motivo de invocar a Dios, nos recuerda la perspectiva de Jesús de que la casa de Dios debe ser nuestra casa de oración y no otra cosa. En los evangelios se ve como nuestro Señor echa fuera a los que se lucraban con la fe de sus hermanos judíos. Y esto es algo que siempre ha pasado siempre en la historia de la iglesia, la católica con las indulgencias y hoy mismos con muchos predicadores que manipulan el mensaje bíblico con el fin de obtener mayores ganancias personales.

Abraham en esta primera etapa de su vida en relación con Dios se equivoca una y otra vez, como traer a su sobrino Lot con él, como descender a Egipto y como mentir respecto de Sara diciendo que era su hermana.

Pero en Génesis 13: 3-4 leemos que él regresaba nuevamente al lugar del altar en Betel para volver a invocar al que le llamó, para renovarse luego de haber menguado en sus fuerzas espirituales.

Esto nos habla de la necesidad que tenemos de renovarnos en Su presencia, una y otra vez debemos volver al altar de su gracia para alcanzar misericordia y gracia para el oportuno socorro según nos dice Hebreos 4:16.  Cada vez que perdemos fuerzas en el camino no dudemos de venir nuevamente a este segundo altar.


3.      El tercer altar lo vemos en Génesis 13: 14-18.

Se observa que este tercer altar lo edifica cuando Lot se separa de él. Tal vez fue un conflicto de sentimientos para Abraham, por un lado amaba a Lot pues era su sobrino, y él aún no tenía hijos, y por otro lado, el que Lot permaneciera con él representaba una obediencia a Dios a medias, pues, cuando Dios le dijo “Vete de tu tierra y tu parentela a la tierra que te mostraré”, no incluía a su sobrino. Entonces, pienso que Abraham por fin pudo gozar de una paz y libertad en su corazón que no la tenía. 

Por otro lado, Hebrón es el lugar donde David es ungido la segunda vez para ser rey de su pueblo. Si hacemos un paralelismo digamos que este tercer altar levantado en Hebrón nos representa una unción de mayor nivel, de avance, digamos de gobierno y de autoridad sobre todos nuestros  enemigos espirituales, sobre las emociones y las circunstancias. 

Debemos levantar nuestro espíritu en fe, puestos los ojos en Jesús y su sacrificio y confiar todos los días en la misericordia de nuestro Dios y continuar avanzando profundizando nuestros conocimientos acerca de él y de su infinita gracia, añadiendo a nuestra fe, virtud. Pedro nos describe el camino de la superación en su carta segunda del capítulo 1: 5-7:

“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”.


4.      Un cuarto altar lo encontramos en Génesis 22.9, Abraham edifica este altar por motivo de la entrega en sacrificio de su hijo Isaac.

Este cuarto altar representa nuestra consagración total. Rendirse a la voluntad de Dios, no seguir tus caminos, ni tus proyectos sino los de él. Significa una vida muerta al yo. Para Pablo lo expresó muy bien en Gálatas 2: 20 dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”


Conclusión:

Primer altar representa la  gratitud que debemos tener por su llamado, por sus grandes propósitos que tiene para nuestras vidas.

Segundo altar representa nuestra renovación. Cuando perdemos fuerzas en el camino debemos volver al altar como dice el salmista en el 61.2: “Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo”.

Tercer altar representa levantarse a un nivel espiritual mayor, de gobierno y autoridad espiritual. Diría que es el nivel de conquista.

Cuarto altar representa nuestra consagración. Una muerte al yo y una vida de reflejar a Cristo en toda las áreas de la vida.

Que este 2019 sea el año de hacer arreglos para que no nos falten altares donde agradecer con alabanzas, renovar nuestras fuerzas, elevarnos en un nivel de conquista y morir a nosotros mismos y los deseos de la carne y dar paso a una vida de mayor profundidad en el espíritu.



Jorge Arévalo
Mensaje de domingo

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