Esta situación de la pandemia saca a luz el temor, el miedo a que las cosas que estamos viviendo avancen de mal en peor en todo el país.
El temor es algo con el tenemos que lidiar siempre, temor al desamparo, la soledad, la falta de dinero, la enfermedad, el apocalipsis y otros más.
No hay mejor recomendación que pueda darte en estos momentos que buscar tu tranquilidad por sobre todas las cosas. Buscar la paz del espíritu y conseguir serenar tu mente para poder ver de una manera clara cuáles son tus posibilidades reales de salir victorioso de esta crisis.
La fe puede ayudar mucho en este propósito.
No está mal oír las noticias que casi en su totalidad resaltan sólo las consecuencias graves del coronavirus y no los avances en las investigaciones para la cura, por algo será.
Pero ante toda esta sequia de informes positivos y tranquilizadores debemos aprender a ver las pequeñas nubes de victoria, aunque al comienzo sean del tamaño de la palma de una mano y confiar en que se vienen las soluciones.
Esta es la hora en que necesitamos fortalecer la fe
Fe en nuestra victoria de toda adversidad, fe en la genialidad del hombre para encontrar soluciones rápidas a cualquier limitación.
No olvidemos que estamos en otros tiempos, tiempos de mayor conocimiento, tecnología y ciencia.
Fe en nuestra salud y prosperidad.
Según el Salmos 8 de la Biblia, Dios ha puesto toda
su creación y leyes a disposición de los hombres para usarlas en nuestro beneficio.
De acuerdo a Su Palabra el Todopoderoso ha puesto todo bajo nuestros pies.
Podemos andar en control.
El hombre es como un rey, como un conquistador en su espíritu, por lo tanto, no debe alarmarse ante las malas noticias, no necesita desesperarse bajo ninguna situación, peor aún, no necesita robar o matar para su supervivencia. Solo necesita hacer uso de su fe y su genialidad.
El conocimiento de la verdad nos señala un
mundo de posibilidades donde el fracaso no existe, la impotencia no cuenta, y las
limitaciones vienen a ser solo ilusiones. Jesús de Nazaret lo enseñó de
esta manera: “Todas las cosas son posibles para el que cree”.
El hombre es vulnerable sí, pero valiente también, inteligente y sobre todo creativo para salir de las dificultades, la razón es porque está hecho a la imagen del Creador.
Esto nos diferencia de los animales.
El uso racional que podemos darle a nuestra mente en el entendimiento de cómo funcionan las cosas en la creación nos puede llevar a ver y entrar a un mundo de nuevas posibilidades.
Bajo cualquier escenario de crisis la oración y
meditación en la Palabra del Señor es la mejor respuesta y tal vez por poco que
pueda parecer, la fe en ti mismo.
En estas circunstancias debemos de reír, gozar y procurar disfrutar. Hay quienes recomiendan que a estas alturas no debemos hacerlo o debemos reír menos, pero al contrario de todo, los expertos en el estudio del alma y la Biblia misma afirman que “El corazón alegre constituye buen remedio”, de modo pues, que hay que alegrarse más.
De esta manera estás protegiéndote a ti mismo, dando ánimo a tu familia y fortaleciendo tu sistema inmunológico.
Sácale provecho a la cuarentena fortaleciendo los lazos familiares y aprendiendo cosas nuevas. Tenemos disponibles libros, internet, y la propia televisión para aumentar nuestros conocimientos.
Dejemos que el gobierno haga su parte, para bien o mal de nosotros mismos, aún no se sabe. Pero nuestra vida y el modo en que queremos vivirla no debe depender nunca de agentes externos. Tú y yo somos dueños de nuestro destino y confiemos en Dios que su amor es eterno y su fidelidad es hasta los cielos.
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