Existen creencias que producen temor y debilitan el sistema inmunológico así como las hay de aquellas que de por si lo fortalecen ante cualquier ataque de virus.
Cuando tienes una buena creencia tu corazón entra en paz, el temor y la ansiedad se disipan. Entras en un estado de luz que te libera de las cadenas de oscuridad que turban el alma.
Ahora ¿cuáles son estas buenas creencias?
Como creyente en Cristo, tengo respuestas bíblicas para alcanzar la victoria sobre el temor. Estas respuestas tienen el poder de lograr que una vida angustiada entre en el reposo y la tranquilidad del espíritu y tiene como fin fortalecer las defensas del cuerpo. Veamos:
1. Creencia en que la salud física es la voluntad de Dios para todos.
“Amado yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”, (3 Juan 2)
Esta creencia permite a uno agradecer a Dios cada día por la salud, las fuerzas, la vida misma y nos permite visualizarnos como hombres y mujeres sanos.
La confesión positiva de esta verdad es la siguiente:
“He sido curado por las heridas de su cuerpo, en la cruz Jesús llevó mis enfermedades y sufrió mis dolores y por sus llagas estoy sano”.
La base escritural de esta verdad bíblica es 1 Pedro 2: 24 e Isaías 53: 5.
Una creencia correcta respecto a la sanidad divina tiene el poder de inmunizarnos contra la enfermedad.
Este pensamiento se hace más fácil de asimilar cuando tenemos una relación personal con Jesús y cuando llegamos a amarlo aún sin haberlo visto.
Su perfecto amor en nosotros echa fuera todo temor.
2. La creencia en que nuestra confianza en Dios no será defraudada.
Pedro dijo en su carta:
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5: 7).
Esto significa que venimos a Dios en oración y le entregamos toda carga que nos agobia y descansamos en la fe de su promesa. Él lo hará.
3. La creencia en su Soberanía e Omnipotencia
Es la creencia que Dios está en control y que nada escapa a sus manos. Él cumplirá su propósito en nuestras vidas.
Nuestra declaración es: “Somos inmunes e inmortales hasta que Dios haya cumplido todo su propósito en mí”.
4. La creencia en la vida eterna
Esta creencia permite enfrentar al temor con valentía y en especial el temor a la muerte, conociendo que éste ha sido conquistado por Cristo y que nosotros tenemos vida eterna en El.
Jesús dijo:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto,
vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
, (Juan 11: 25-26)
5. La creencia en que Dios no nos ha dado espíritu de temor sino de poder, de amor y de dominio propio, 2 Timoteo 1:7
6. La creencia en que como discípulos de Cristo hemos recibido toda autoridad espiritual para hollar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo, Lucas 10:19
5. La creencia en que Dios no nos ha dado espíritu de temor sino de poder, de amor y de dominio propio, 2 Timoteo 1:7
6. La creencia en que como discípulos de Cristo hemos recibido toda autoridad espiritual para hollar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo, Lucas 10:19
Esta autoridad delegada reside en Su Poderoso Nombre y como sus embajadores aquí en la tierra tenemos el permiso para usarlo. Pedro y Juan hicieron caminar a un cojo en el nombre de Jesús.
“Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios”, Hechos 3: 4-9
7. La creencia en su Presencia fiel
Isaias 41:10 dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia”.
Mateo 28: 20b : “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”
8. La creencia en Su
misericordia
Esta creencia te
permite entregarte a él con una confianza absoluta en que si todo a tu
alrededor falla su misericordia no lo hará.
Por su misericordia
no somos consumido, por cuanto él es un Dios que se compadece del débil, de los
que somos polvo y ceniza y perdona y nos encamina hacia nuevas oportunidades,
Salmos 103.
Otros elementos útiles para la victoria:
·
El poder de la oración y la meditación diaria
·
El ejercicio respiratorio consciente para controlar de manera
física la ansiedad.
·
Pensamientos positivos que proyecten a un futuro lleno de esperanza, Filipenses 4: 8
· Las confesiones de poder, Proverbios 18: 21
Si racionalizamos estas creencias nuestra mente
estará protegida y venceremos todo temor. Nuestro corazón estará guardado por su paz.
Jorge Arévalo
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