viernes, 12 de junio de 2020

UNA ORACIÓN MODELO BAJO EL NUEVO PACTO




La dispensación que nos toca vivir a los creyentes del siglo XXI  es la del Nuevo Pacto. No estamos bajo ningún otro. Y esta verdad nos debe llevar a cambiar la manera de pensar acerca de importantes temas como el de la oración.

Muchos creyentes entre los que me incluyo no hemos sido enseñados a orar según el modelo del nuevo pacto. Hebreos 13: 20-21 nos lo revela. En lugar de pedir como se acostumbra debemos reclamar, pero un momento, no es el reclamo de protesta que conocemos, sino el de recordarle a Dios que él ha hecho pacto con nosotros, que tiene un compromiso no sólo de palabra sino de juramento con los de su pueblo.

Bajo este nuevo pacto apelamos a su justicia más que a la maravillosa gracia con la cual nos atrajo a la salvación.

El trato de Dios de favorecer a sus hijos es ahora más que una condición de gracia, es una condición de justicia.

El pacto es una situación legal que obliga a Dios a darnos todo aquello que Cristo ha logrado para nosotros en la cruz del calvario. Un modelo de oración de pacto lo encontramos en Hebreos 13: 20-21:


“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,  os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén”

En esta oración se apela a la sangre del nuevo pacto para afirmar:


  • Que Dios nos haga aptos en toda obra buena
  • Para que hagamos su voluntad
  • Para que él haga en nosotros lo que es agradable

La oración de fe se fundamenta en el pacto de la sangre de Cristo derramada por nosotros. Cuando nos acercamos al trono de la gracia de Dios podemos decir así: “Padre, te pido de acuerdo a lo estipulado en tu pacto”.

El pacto tiene términos muy claros y tenemos el derecho de pedir de acuerdo a esos términos que se resumen en tres cosas importantes:



  • Purificación
  • Vida y Poder
  • Conocimiento interior



Tres grandes bendiciones en Cristo


Purificación:

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”, 1 Juan 1:9


“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”, 1 Juan 2: 1-2

Vida y Poder

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”, Juan 10: 10

“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”, Lucas 10: 19


Conocimiento interior

“Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí”, Juan 6:45

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”, Juan 16: 13-15

Jorge Arévalo

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