En el anterior artículo afirmé que Jesús usaba la palabra para sanar y liberar, el fundamento para esta afirmación está en Mateo 8: 16.17. Igualmente nosotros podemos usar la palabra de nuestro testimonio como arma para rechazar el temor en nuestra vida.
El temor es uno de los enemigos más sutiles, nos roba la paz del corazón, nos impide que conquistemos nuestros sueños, pues tiene el efecto de paralizarnos. El temor puede impedir que disfrutemos de una vida de calidad.
Declara: “Por la Palabra Dios estoy a salvo del temor”.
Isaías 54: 14 dice: “Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti”
La vara de poder
En éxodo 4 vemos que Dios llamó a Moisés para ir a Egipto y decirle a Faraón que deje libre a su pueblo, Moisés le dijo a Dios: “No me creerán, ni oirán mi voz y Dios le respondió: “¿Qué tienes en tu mano? Y Moisés respondió: “Una vara”. Dios entonces le dijo: “Por esta vara te creerán”.
Ya conocemos la historia de la vara de Moisés y los grandiosos milagros que produjo a favor de Israel.
Tú y yo poseemos el poder de la vara, que viene a ser una figura del nombre de Jesús. Todos los discípulos tenemos autoridad en este nombre y la podemos usar para reprender el temor y derrotarlo.
Pedro en Hechos 3:6 la utilizó para llevar a cabo el milagro en el cojo de nacimiento.
“Más Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”.
¿Qué tienes en tu mano?
Es la misma pregunta que Dios te hace a ti ahora. Lo que tienes en tu mano es la vara de poder y de autoridad del nombre de Jesús que te ha sido dada. Es en este nombre que puedes echar fuera el temor de la enfermedad, la muerte y la pobreza.
Declara:
“En el nombre de Jesús echo fuera todo espíritu de temor de mi vida “.
“Temor te echo fuera, escrito está que no puedes acercarte mas a mí ".
Lucas 10: 19 afirma que Jesús nos dio autoridad para hollar serpientes y escorpiones, y toda fuerza del enemigo y nada nos dañará.
El nombre de Jesús es la vara de tu autoridad en Él para que andes en victoria, viviendo como un vencedor, alejado de todo temor.
La confianza en las promesas de Dios
Las promesas de Dios son nuestra confianza. Jesús habló en Mateo 7: 25
“Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”
La vida de cada creyente está fundada sobre la roca de las promesas de Dios. Puede descender lluvia, venir ríos, soplar vientos y golpear contra ti y tu casa, pero tú no caerás. Tu corazón está asegurado con la paz y seguridad de las promesas de Dios.
Se dice que la palabra “no temas” se encuentra 365 veces en la Biblia, es decir, una para cada día del año”. Me referiré sólo a los que se encuentran en el Pentateuco para que la hagas tuya:
Génesis 15: 1: “No temas, Abram, yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande”
Declara: “No temo, porque el gran Yo Soy es mi escudo y mi galardón es en sobremanera grande””
Génesis 26: 24 “Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo
Declara: “No temo, porque Dios está conmigo, y me bendice y Él multiplica mi descendencia”
Éxodo 14: 13: “Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis”
Declara: “No temo, estoy firme y veo la salvación de Dios en mi vida, nunca más el temor tiene lugar en mi"
Números 21: 34: “Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón”
Declara: “No tengo miedo, Dios ha entregado en mi mano todos mis enemigos. Yo tengo la victoria sobre todo temor”
Deuteronomio 1: 29: “Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos”
Declara: “No tengo temor, ni le tengo miedo a nada”
Deuteronomio 20:1: “Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto”
Declara: “No tengo temor, porque Dios está conmigo, él es más grande que mi enemigo, en él estoy seguro”.
Deuteronomio 31: 8: “Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides”
Declara: “Dios va delante de mí, él está conmigo, nunca me desampara, por tanto, no temo ni me intimido ante nada”
Apocalipsis 12:11 dice que tú has vencido por medio de la sangre del Codero y por la palabra de tu testimonio.
Cada día declara esta palabra de fe en las promesas de Dios como un testimonio de que crees en tu victoria y que el temor es un enemigo derrotado en tu vida.
La sangre de Jesús
Nos resulta muy familiar la historia de la pascua judía en Éxodo 12, es la historia de la liberación de la esclavitud. En el contexto de esta fiesta Dios ordena a su pueblo que se escondan en sus casas y que en los marcos de sus puertas y ventanas apliquen la sangre del cordero sacrificado.
Las casas de los judíos quedaron protegidas del ángel de la muerte, mientras que en las casas de los egipcios hubo mortandad, llanto y dolor por el fallecimiento de los primogénitos.
La gran enseñanza espiritual de este evento es que la sangre del cordero tiene el poder para protegernos y librarnos del peligro.
La sangre de Jesús es la sangre que nos protege, cada día aplícala sobre tu vida.
Declara: “No temo, la sangre de Cristo me cubre, cubre mi vida, mi casa, mis finanzas, mis bienes y mi llamado”.
Mis bendiciones a ti.
Jorge Arevalo
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